Durante mucho tiempo hablar de sexo en pareja y monogamia eran sinónimos. Por suerte, los tiempos cambian y las posibilidades que antes eran marginales se van normalizando y multiplicando. Si antes era un tabú hablar de tríos, orgías o relaciones abiertas, a día de hoy existen muchas opciones para esas parejas en las que la monogamia no es suficiente. Y no, no hablamos solo de sexo, también hablamos de amor. Si no te sientes cómodo en una relación cerrada o tú y tu pareja queréis probar nuevas formas de expresar vuestra sexualidad, aquí tienes algunas maneras de hacerlo.
El primer paso a dar para poder llevar a cabo las siguientes prácticas es hablarlo bien con tu pareja. Dado que se trata de introducir a otras personas dentro de vuestra dinámica, es importante que los dos estéis de acuerdo y que establezcáis unos límites. Las fronteras siempre se pueden ampliar en un futuro, pero ten en cuenta que será una experiencia que puede ir desde lo meramente sexual hasta lo emocional, cuestiones que no siempre van ligadas pero que sí están relacionadas según qué camino decidáis tomar.
Tríos
Un trío es quizás la más cómoda de las experiencias sexuales en grupo que tú y tu pareja podéis probar. Esto se debe a que el lugar donde hacerlo puede ser vuestro cuarto o la sala de vuestra casa, donde controlaréis la situación y tendréis más confianza. Para hacer un trío podéis contar con alguien de confianza, quizás una amistad cercana que tenga la mente abierta, o también utilizar apps para encontrar una persona adecuada para los dos. Los límites están donde queráis ponerlos, desde participar los tres activamente hasta una experiencia voyeur donde uno de los dos simplemente mire cómo el otro tiene relaciones con el tercero.
Swingers
Otra opción es hacer un intercambio de pareja, es decir, haceros swingers. Esta experiencia está un paso más allá del trío porque aquí ya no tendréis el control de la situación. Ser swinger es una buena opción para las relaciones abiertas de pareja que quieren experimentar el sexo grupal y, además, hacerlo juntos. En este caso, las dos parejas pueden reunirse en una casa o decidir ir a un swing bar, donde las posibilidades aumentan.
Orgías
Si decidís ir a un swing bar cabe la posibilidad de que acabéis participando en una orgía, ya que habrá espacio habilitado para este tipo de encuentros. En este tipo de locales es posible que os encontréis con otros swinger que formen parte de un matrimonio abierto o de una pareja abierta. También existe la opción de uniros a una fiesta sexual donde tener relaciones con otras personas sin que estas sean necesariamente swingers.
Tanto durante las experiencias swinger de dos parejas como en las orgías la estimulación se duplica, ya que la excitación surge de estar en una posición de voyeur y protagonista a la vez.
Poliamor
Quizás la experiencia más compleja de todas sea la de una relación poliamorosa. Aquí no hablamos ya de una relación abierta en la que podemos tener sexo con otras personas, o de un intercambio de parejas, sino que entramos en el complejo territorio del amor. En estas relaciones cada miembro de la pareja puede establecer relaciones amorosas con otras personas (pueden ser varias personas de hecho). También existe la posibilidad de que se incluya una tercera persona en la pareja no solo en el plano sexual sino también el amoroso, hablando entonces de poligamia.
Las opciones para explorar tu sexualidad en pareja son muchas, pero recuerda que siempre es importante confiar en tu pareja, hablarlo muy bien con ella y establecer cuáles son los límites que queréis poneros e ir revisándolos conforme tengáis distintas experiencias. Quizás lo que en un primer momento te pareció una buena idea acaba siendo todo lo contrario o, tal vez, aquello que te daba miedo probar ahora te encanta y quieres ir más allá. La clave para que todo funcione es la comunicación.