Hoy día entendemos el amor de manera muy diferente a como lo hacíamos en el pasado. Poco a poco nos vamos liberando del concepto de amor romántico y de ciertas cargas que hacían imposible cualquier tipo de relación más allá de la clásica pareja monógama. El concepto de amor ya no es tan asfixiante como lo era antes y se abren nuevas posibilidades como son las relaciones abiertas o el poliamor, distintas formas de entender la vida en pareja tan válidas como la relación monógama tradicional.
¿Qué es una relación abierta?
Una relación abierta se entiende como aquella en la que ambos miembros de la pareja tienen permitido tener sexo con otras personas sin que esto suponga un problema. Este tipo de relaciones, eso sí, requieren de mucha comunicación ya que es importante establecer qué hacer en caso de querer tener sexo fuera de la relación: ¿se tiene que avisar antes a la otra persona? ¿Se tiene que contar después? ¿Se permite tener sexo, pero se prefiere no saber nada de lo que suceda fuera de la pareja? Es importante saber cómo gestionar esto ya que, de lo contrario, lo que a priori supone más libertad puede acabar siendo un grave problema.
Ventajas de una relación abierta
1. Más allá del sexo
Las relaciones abiertas son lo opuesto a esas relaciones tóxicas de pareja en la que uno está siempre encima del otro por miedo o desconfianza. Aquí prima la conexión emocional e intelectual sobre el sexo.
2. Libertad
Estar en una relación abierta hace que cada persona mantenga un espacio individual mayor que en el caso de una pareja tradicional. Esto se traduce en menos celos, menos agobios, más calma y un afecto más sincero.
3. Sexo de más calidad
Al poder experimentar con otros amantes y también al liberarse a la hora de hablar de deseos y fantasías, los componentes de una relación abierta disfrutan de mejor sexo ya que lo practican por deseo y no por rutina u obligación.
Desventajas de una relación abierta
1. Desconexión
Al igual que una relación abierta puede fortalecer a una pareja, si más allá del sexo no existe un entendimiento o una conexión intelectual y emocional, es probable que la relación no termine de cuajar.
2. Cuidado con la autoestima
No es recomendable que una persona con baja autoestima se embarque en una relación abierta. Saber que la pareja está manteniendo relaciones sexuales con otras personas puede ser devastador si no se lleva bien.
3. Alto riesgo
Aunque en el amor nada es seguro, al hablar de relaciones de pareja en las que ambas partes mantienen encuentros con personas ajenas, el riesgo de que uno de los dos decida intentarlo con otra persona (y, por tanto, dejar la relación) es mayor.
No obstante, pese a los distintos pros y contras, lo cierto es que para mantener una relación abierta y que esta funcione la clave está tanto en una comunicación fluida como en evitar algo tan innecesario y peligroso como son los celos. Al final se trata de confiar el uno en el otro y centrarse en lo que verdaderamente importa, que es aquello que sienten esas dos personas y lo que hace que, al final del día, sigan queriendo estar juntas.
