Cada día te preocupa que tus relaciones sexuales ocasionales se conviertan en esa misma rutina que llevas con tu pareja estable, y con ese temor, te atreves a preguntarte: ¿vale la pena ser infiel pasado un tiempo? ¿volveré a caer en la misma depresión que inhibe mis placeres por rutina?
Evitar ese desencanto es el que mueve a millones de personas que como tú buscan constantemente una pareja ideal, y al no hallarla, acuden a las citas ocasionales con contactos eróticos para revivir la ilusión del cuerpo en un encuentro sexual apasionado. Pero, ¿variar cómo?, ¿cambiando siempre por una pareja distinta? Puede ser, pero también puede que te conviertas en un Don Juan sin sentimientos, que ya no puede estar feliz si no es de flor en flor. Si ese es tu estilo, vale, no lo puedes evitar, pero quizás no seas así y lo que busques es variar en el sexo para que esos momentos sean excitantes y cada día innovadores.
Para cambiar en el sexo, lo importante es que sepas que la postura del misionero es la más realizada y sin dudas, muy disfrutada, pero se peca en ella por aburrimiento. En Europa y Alemania la consideran la mejor manera de estar en pareja, cuando el hombre se coloca sobre la mujer en sentido horizontal y los cuerpos se rozan plenamente. Esta posición es fantástica, excitante sin dudas, pero, ¡entérate!, las mujeres se aburren también cuando te tienen encima todo el tiempo. Por eso, sin dejar de hacer el misionero, opta por otras posturas.
El estilo griego se ha difundido mucho últimamente, no sé si por esa vuelta a los antiguos o porque la mujer se ha liberado de tabúes, pero que la penetres por detrás está gustando mucho más que hace 30 años. Esta forma de tener relaciones sexuales, te será atrevida, y te llevará a gustar más el cuerpo de la mujer, porque al sostenerla por detrás tocas partes muy sensibles como sus senos en plena estimulación, y el que roces sus nalgas con tus genitales les produce un placer ardiente que los dos sentirán a plenitud.
Otra de las posturas sexuales muy manejada actualmente entre las parejas y que puedes probar es el estilo inglés, en que uno de los miembros de la pareja actúa como dominante y el otro se deja dominar. Por cierto, en eso de que la mujer siempre se ha considerado sexo débil, son ellas las que hoy quieren cambiar el papel y asumen la parte fuerte de este estilo. Por eso, no te sorprendas si la chica te amarra a la cama, venda tus ojos, o echa sobre tu cuerpo sustancias comestibles agradables para saborear tu cuerpo inerte. Te aseguro que de tan excitante, querrás repetir a cada rato.
Y entre otras formas de hacer el amor que te separará de la rutina del estilo misionero, está la podofilia, práctica sexual muy excitante, en la utilizas los pies para excitar a la mujer. Sentados o acostados uno frente al otro, con los dedos plantales tocas y acaricias las partes más suaves de su vagina, así como sus pechos y aquello puede convertirse una experiencia sexual tan apasionada que no olvidarás fácilmente. Ver a la mujer retorcerse de placer es lo que buscas y ahí tienes una manera de lograrlo. Una vez excitada a cien, sabrás de lo que es capaz una mujer bien excitada.
Estos son solo algunos casos de estilos sexuales, en otro momento te daremos sugerencias sobre cómo lograr que tus relaciones de pareja no sean aburridas y cada día traigan más placer a tus sentidos.