Cuando hablamos del himen todo el mundo lo relaciona con la virginidad, cayendo en muchos mitos y errores. Y es que el himen es todavía en nuestros días un tema tabú y muchas culturas utilizan la vinculación himen-virginidad como señal de pureza sin atender a las verdaderas razones. Porque ¿sabemos realmente qué es el himen? ¿Es verdad que el himen solo se rompe cuando perdemos la virginidad? ¿Solo sangramos cuando se rompe? Son muchas las preguntas que nos hacemos al respecto pero pocas las respuestas que son verdad.
De este modo, conocernos a nosotras mismas y saber cómo funciona nuestro cuerpo nos ayudará a comprender mejor nuestra sexualidad y explorar en mayor medida nuestro placer. Así que atenta.
¿Qué es el himen?
La definición académica del himen nos dice que es una membrana pequeña y delgada que podemos encontrar entre el conducto vaginal y la vulva, cubriendo así la abertura de la vagina. Además que es muy frágil, por lo que con los años se desgasta reduciendo todavía más su grueso. Y en cuanto a su forma, puede adoptar diferentes según cada mujer, siendo la más común la de media luna; aunque si quieres saber exactamente cómo es tu himen necesitará que te lo chequee un médico.
Eso sí, olvídate de la imagen que tenemos todas las mujeres del himen al principio, porque aunque creemos que es una pared lisa, realmente es una membrana con muchos agujeros. De lo contrario no sería posible que las mujeres vírgenes tuvieran la menstruación pues no dejaría pasar la sangre hacia el exterior.
¿Quiénes tienen himen?
Contrariamente a lo que podamos creer, no todas las mujeres nacen con himen, aunque su porcentaje es bastante bajo. Pero además, el himen también puede desaparecer por sí mismo sin necesidad de mantener relaciones sexuales. De hecho, es tan frágil que cualquier esfuerzo físico o practicar deportes como ir en bici o montar a caballo podrían romperlo. Y además, también depende de cada mujer ya que la elasticidad entre unas y otras varía por lo que su rotura es diferente.
Tipos de himen
Cada mujer es un mundo, pero a grandes rasgos podemos identificar 4 tipos de himen.
Himen normal
Es el más común y tiene forma de media luna, de modo que cubre parcialmente la vagina, facilitando esto el sangrado durante la menstruación.
Himen microperforado
Este se compone de una membrana delgada que alcanza por completo la abertura de la vagina dificultando así el sangrado durante la menstruación. Pese a que dispone de una apertura esta es demasiado pequeña como para que la sangre menstrual pueda fluir libremente hacia el exterior de la vagina, con sus correspondientes consecuencias sobre el bienestar de la mujer durante los días de regla. De hecho, podría llegar a interferir en el uso de tampones.
Himen septado o tabicado
Además de la membrana delgada que compone habitualmente el himen, este tiene una tira de tejido extra en el medio dando lugar a dos aberturas vaginales en lugar de una. Así, el himen septado podría provocar cierto malestar, sobre todo en asolescentes, a la hora de ponerse un tampón por lo que podría ser necesaría una pequeña cirugía que solucione el problema.
Himen imperforado
Si bien el himen imperforado puede diagnosticarse justo en el nacimiento, también es habitual hacerlo durante la adolescencia debido a sus síntomas, ya que si la membrana que forma el himen ocupa por completo la abertura de la vagina será imposible que la menstruación fluya hacia el exterior. Cuando esto sucede, la sangre se ve obligada a deshacer el camino, subiendo por la vagina y posándose en el abdomen causando fuertes dolores. Por lo tanto, si es tu caso podrías necesitar practicarte una pequeña cirugía que perfore la membrana para quitar el tejido que sobra y crear una abertura vaginal norma para así permitir que la sangre fluya.
¿Qué tipos de cirugías existen?
De esta forma sobre el himen se pueden realizar básicamente dos tipos de cirugía que actuan en sentido inverso:
- Himenectomía: Es la cirugía que se realiza sobre el himen imperforado, septado o microperforado para facilitar el proceso de la menstruación y evitar las molestias que podrían derivarse de esta.
- Himenoplastia: Se realiza para reconstruir el himen, es decir, que repara el himen que ha sido roto. De esta forma se consigue que la membrana vuelva a su posición inicial reiniciando el proceso por el cual cuando se mantengan de nuevo relaciones sexuales o cualquier otra práctica pueda volver a romperse. Quienes recurren a este tipo de cirugías lo hacen por diferentes motivos personales.
Relación himen-virginidad
De este modo como hemos señalado, aunque sí hay cierta vinculación entre el himen y la virginidad, entre ellos no existe necesariamente una relación de causa-efecto. Es decir, la rotura del himen no implica la pérdida de la virginidad ni la pérdida de la virginidad implica la rotura del himen, ya que puede romperse por muchos otros motivos, nacer sin himen, o porque durante las primeras relaciones sexuales simplemente no se ha roto porque es muy elástico.
Aun así, frente a toda la diversidad de posibilidades todavía hay culturas que utilizan relacionan la rotura del himen con la virginidad, incluso castigando a las mujeres que no sangran durante sus primeras relaciones sexuales aunque el motivo pueda ser muy diferente al que creen.
¿Se puede sangrar con el himen roto?
Pese a que el sangrado por la rotura del himen es el más conocido, hay otros muchos factores que podrían llevarte a sangrar durante tus relaciones sexuales. Por ejemplo, si no lubricas lo suficiente durante la penetración la fricción del pene sobre tu vagina podría provocarte cierta abrasión y una hemorragia. O también, a causa de enfermedades transmisión sexual.
