Justo eso es lo que no puedes decir. Pronunciar esa frase: “tengo un amor secreto”, es lo que haría que tu amor por esa otra persona dejara de ser secreto. Tener un amor secreto se disfruta y se sufre en silencio, al igual que una infidelidad. Aunque está por ver si sufrimiento y placer son a partes iguales. Amar a otro sin que el otro lo sepa es un placer doloroso. En el mundo de los sentimientos querer o amar genera muchísimas sensaciones buenas. No ser correspondido genera dolor, pero no ser correspondido porque el otro ignora nuestro amor, es de las sensaciones que más incertidumbre generan. Y todo porque el paso de la intriga a conocer la verdad es sencillo y peligroso a la vez.
¿Se lo digo? ¿no se lo digo? Amores secretos sufridos
Esa quizá es la duda que más nos corroe cuando amamos en secreto. La lucha interior por despejar la incógnita es enorme. Nuestra mente y nuestro corazón se revelan porque quieren saber. Nos piden que se lo digamos ya. Nos exigen que hagamos públicos nuestros sentimientos. Pero el miedo al fracaso nos frena. ¿Y si no somos correspondidos?
Estamos ansiosos por saber qué opina nuestro amor secreto de nuestros sentimientos hacia él/ella pero no sabemos si nuestro corazón tolerará un fracaso. Estos son los amores secretos más sufridos, los que lo son porque no nos atrevemos a hacerlos públicos.
Esa es quizá la primera incógnita que debes despejar, saber si tu amor secreto lo es porque tú no te atreves a hacerlo público. Si así fuera, debes armarte de valor y despejar esa duda, busca consejos para declarar tu amor y aclara la incógnita. No te lances a tumba abierta a por el amor secreto. Si hasta hoy no ha habido prisa, no debe de haberla después de leer este artículo. Prisas nunca, pero sí determinación para tomar las riendas de tu vida y de tu amor. Medita tus pasos, valora las consecuencias, diseña tu estrategia, atrévete a decirlo. Este paso implica asumir lo que llegue: el éxito o el fracaso, pero también aclarar tus dudas y sacar tu sentimiento de amor de esa vía muerta en la que se halla ahora.
Un amor secreto sufrido puede convertirse en un camino hacia ningún sitio. Sufrir por amor es bonito en las películas, pero en la vida real conviene despejar esas dudas cuanto antes. Siempre, claro está, que ese sufrimiento sea porque te falta valor para dar el paso de decírselo. Hay otros casos en los que el amor debe de ser secreto, o tú eliges que es mejor que sea secreto. En esos otros casos, de los que enseguida hablaremos, es entendible que optes por mantener tu amor oculto. Pero si tu amor secreto lo es porque no te atreves a hacerlo público, o no sabes cómo despejar la duda, lo mejor es que te atrevas a aclararlo. No es sencillo, no te engañes, pero tampoco es imposible. Busca el camino, que lo hay, y despeja tu duda.
Una vez dado el paso, puedes ser correspondido o no. Si lo eres, ¡enhorabuena! Disfruta esa otra fase del amor, la del amor correspondido. Entrégate al otro y haz real todo ese amor y pasión que imaginaste cuando tenías un amor secreto. Si tu amor no es correspondido, sufrirás, pero por un tiempo limitado. Amar sin ser amado duele, pero el tiempo todo lo cura. Ya sabes que tu amor, el que era secreto, no es correspondido, pues cura tu corazón, sana tu amor y verás como pronto surge otro nuevo amor que llene, de nuevo, de sentimientos tu alma y tu corazón.
Nunca lo sabrás: amores secretos para siempre
Son los también conocidos como amores imposibles. Es el amor que no se puede confesar. Nuestra pasión y nuestro deseo hacia esa otra persona son inconfesables. Bien porque, por ejemplo, esa otra persona tiene otra pareja y nosotros no queremos ser los culpables de su ruptura. Cargar sobre tu espalda el fracaso de otra pareja no es fácil. O bien porque, por ejemplo, nosotros somos los que tenemos pareja y no queremos alterar ese estado. Nos gusta la vida que llevamos, incluso amamos a nuestra pareja, pero nuestro corazón se vuelve loco con esa tercera persona. No lo podemos evitar. La situación nos obliga a mantener nuestro amor en secreto.
Pero no podemos frenarlo, nuestro corazón siente por esa persona, nuestro cuerpo irradia sentimientos por ese otro ser. Nuestro amor secreto nos trae locos/as. Es verlo y nuestro cuerpo tiembla. Reconocemos la pasión en cada poro de nuestra piel. No es un amor platónico inalcanzable, es un amor alcanzable pero no queremos alcanzarlo porque implica cambios en nuestra situación o en la de otras personas, que no estamos dispuestos a asumir. Tenemos que mantener nuestro amor en secreto.
Este amor secreto es asumido. Nosotros hemos decidido que sea así, pero eso no quiere decir que no lo suframos. Lo sentimos y lo sufrimos. Lo sentimos en nuestra piel imaginaria, nos ruboriza como si fuera real, nos erotiza al imaginarlo pero lo sufrimos porque no es real. No podemos alcanzarlo. No podemos convertir en reales esas caricias intensas que sentimos en nuestra imaginación. No podemos tocar con la misma intensidad que en nuestros sueños, por eso nuestro amor secreto es sufrido y asumido, porque sabemos que sería secreto para siempre. Lo sabemos y, aunque nuestra ansia luche para hacerlo real, dejamos que la cabeza mande sobre los sentimientos. No sabemos si es la mejor opción, eso lo tienes que decidir tú.
Los amores secretos lo son porque tú lo decides, bien porque no te atreves o bien porque no quieres. Tienes que saber cuál es tu caso. Si has tomado la decisión, disfruta de tu pasión a escondidas, pero disfrútala solo/a. Aunque eres tú quién tiene en su mano convertir el amor secreto en un amor prohibido, que es otro tipo de amor también con sus virtudes y sus inconvenientes. Si, por el contrario, sueñas con que tu amor deje de ser secreto, atrévete y da el paso.