Quizás te pase como me pasaba a mí. Veía como todas mis amigas (y enemigas) iban conquista tras conquista. Cuando son tus amigas, hasta te alegras, aunque sin negar que nuestra autoestima cae estrepitosamente cuando vas observando que tú te quedas atrás en el terreno sentimental. Pero si encima son tus enemigas o esas chicas que no siempre nos caen del todo bien, nuestro estado emocional no solo cae sino que se desvanece. Seguramente te habrás preguntado alguna vez por qué razón esa chica tan estúpida tiene tanto éxito entre los hombres y no sales de tu asombro, reconócelo, cuando ves a mujeres realmente feas y sin gracia a la cual los hombres las persiguen como moscas a la miel. Te contaré el secreto. Y es que la clave no está ni en ser bonita ni en tener un cuerpo 10. La respuesta se llama seducción femenina. Y es que estas mujeres dominan bien las técnicas y trucos para seducir a un hombre.
A lo largo de tu vida habrás oído hablar mucho de las “armas de mujer” a la hora de atraer al chico que te gusta, incluso es posible que te las hayan explicado. Sacar las armas de mujer es algo que se supone que todas sabemos hacer. Pero a la hora de la verdad pocas de nosotras acertamos a descubrir cuáles son. Se habla de ellas como algo que viene en nuestro equipaje femenino, algo que se nos regala al nacer como elemento esencial de nuestro neceser. Pero no es tan fácil. No todas nosotras conocemos cuáles son esas armas y cómo emplearlas. Este desconocimiento nos sitúa en una clara desventaja con otras mujeres que, inexplicablemente, se llevan a los hombres siempre que se lo proponen.
La seducción femenina se aprende
Si ves que para tu círculo de amistades femeninas ligar es un juego de niñas y tú te sientes torpe, antes que nada déjame decirte que en absoluto eres más torpe o menos interesante. Solo que ellas llevan tiempo jugando a este juego y son más expertas. Ellas saben hacerse notar y se vuelven más visibles a los varones. Simplemente conocen unas técnicas que tú desconocías, pero vas a ponerte a aprender ahora mismo.
Regla número 1: eres encantadora. Y mentalízate de esto. Créetelo. Fíjate que la mayoría, por no decir todas las mujeres exitosas con los tíos, son algo prepotentes y creídas. Por eso triunfan. Ellas no van pidiendo permiso, no se esconden, no se ocultan y no ponen en duda sus encantos. Los explotan. El secreto es convencer al chico de que eres lo máximo y no dejarle tiempo ni para dudar. Véndete bien.
Cuidado con la regla anterior. Debes creértelo pero sin ir de creída con mucho descaro. Si eres una estúpida total y desagradable de tener al lado, posiblemente hasta los hombres se espanten. Nosotras somos muy avispadas para darnos cuenta de todo y captamos mejor las intenciones de una mujer. Tú sí verás que una chica es algo creída, pero es importante que ellos no se den cuenta. Recuerda que el hombre es muy despistado. Mucho.
A los hombres les gustan las mujeres misteriosas. Misteriosas no es lo mismo que mentirosas, mucho ojo. El ocultismo provoca pavor. Simplemente, no cuentes todo de ti. Deja que el chico sienta curiosidad por preguntarte. No le cuentes tu vida de pronto. Que vea que hay aspectos y encantos que ti por descubrir.
No confundas ser misteriosa con mostrarte indiferente. Quítate de la cabeza eso de que ser indiferente ante un hombre lo vuelve loco. Porque eso solo sucede con algunos hombres. En otros casos, los espanta. Y es que si es un hombre inseguro, el miedo al rechazo o el ver claramente que no tiene posibilidades contigo puede alejarle de ti.
¿Quieres llamar su atención? Hazlo. Si no lo haces, otra lo hará por ti. Y no me digas que ya te ha pasado. Es duro ver delante de tus narices cómo otra con peores cartas que tú se lleva al chico que te gusta simplemente porque se te adelantó. Si no te ve, no tendrás opciones, por guapa y maravillosa que seas. ¿Te parece justo? Claro que no, ni por ti ni por él. Para llamar su atención, usa el lenguaje corporal: lánzale una mirada insistente. Insistente pero no abusiva. Prolongada durante unos segundos. Date la vuelta. Y 5 segundos más tarde, regresa tu mirada y repite la acción. Observa su reacción. Si lo ves desconcertado pero divertido, es decir, con buenas vibraciones, es buena señal. Sigue el juego. Esta vez acércate a él. Pero mantente en silencio, sin cotorrear. Solo mirada, silencio y sonrisas.
Una vez que has entablado conversación, jamás saques a relucir tus puntos débiles. No digo que lances faroles, tampoco hay que ser ególatra. Pero no le cuentes tus debilidades. Deja que él descubra quién y cómo eres.
Practica la seducción femenina
Aunque te hayan hecho creer lo contrario, nadie nace sabiendo. Esas chicas tan seductoras llevan años de práctica. Pero tú puedes aprender. Seducir es abrirte a los demás. Para lograrlo, tienes que abrirte a la vida. Mirar con optimismo el mundo y a tu alrededor. Ser amable, sonreír a la gente a diario te abrirá el camino no solo para ser más seductora, sino para sentirte mejor y, con ello, para ser capaz de seducir naturalmente.
Es muy importante echar fuera los miedos, complejos e inseguridades. Para ello, un pequeño psicoanálisis te vendrá genial. Tú misma puedes hacerlo:
- Recuerda 4 o 5 momentos de tu vida en los cuales te sentiste muy bien. Ahí fuiste feliz.
- Piensa cuál ha sido tu mejor relación y tu decisión más acertada.
- Piensa de qué temas o cosas hablas con más entusiasmo.
- Piensa en lo contrario, en situaciones confusas.
- Analiza qué elementos hay en tu vida, tanto positivos como negativos, que se repiten vez tras vez.
Comprobarás que cuando mejor te sientes, las cosas te salen genial. Y estarás más preparada para escoger a tu hombre, así como para ver la técnica o elementos de seducción que mejor te vienen.
