Lo cierto es que los seres humanos somos animales sociales generadores de cultura; nos relacionamos con nuestros semejantes siguiendo un pudor social que organiza también nuestra vida sexual. Nuestros instintos más innatos se ven, de algún modo, relegados a nuestra educación y cultura. Conocer el origen de nuestras decisiones respecto a la sexualidad puede ayudarnos a sentirnos más libres y despojarnos de posibles barreras que no son más que prejuicios jugando en nuestra contra.
Sin embargo, no debemos forzarnos a mantener sexo cuando verdaderamente no estamos listos, y tenemos que respetar nuestra propia idiosincrasia en lo que a nuestra intimidad se refiere. Practicar sexo en la primera cita, no es bueno ni malo en términos absolutos. Es simplemente una decisión personal que debe ser tomada desde la intimidad individual de cada partner.
Una buena cena de charlas impacientes a golpe de vino, un paseo y un fin de noche que augura un final feliz; todo parece perfecto y tus instintos más sexuales se abren paso... Sin embargo, en esos momentos en el que deseas a alguien sin apenas conocerlo, te preguntas si sería correcto llegar a las sábanas. Tener o no tener sexo. Esa es la cuestión. Para muchos hombres y mujeres acabar en la cama tras un primer encuentro puede ser deseable pero poco apropiado. Otros no le ven ningún problema al asunto y, si se han sentido cómodos durante el encuentro, propician abiertamente el planteamiento de esta posibilidad. Por el contrario, para otros tantos el sexo tras una primera cita es impensable y un símbolo de libertinaje casual que no preludia una relación a largo plazo. Así somos, diferentes y únicos. Y como tales, debemos respetarnos.
Las cosas son más simples de lo que parecen. Lo cierto es que, únicamente, aquello que hacemos desde la firme convicción de estar haciendo lo correcto, es lo que nos hace sentir bien. Por ello, ten muy claro que tener sexo con alguien tras una primera cita debe ser una decisión que respete tu bienestar. Por el contrario, practicarlo no te hará sentir mejor y lo único que conseguirás es reforzar tu inseguridad respecto a tu sexualidad. Si no eres del tipo de persona a la que le satisface el sexo casual, no te sientas obligado a meterte en la cama con la persona que tienes delante, ¿quién ha dicho que sea necesario? Tú eres el protagonista, tú decides. Asegúrate de ver el sexo esporádico y/o espontáneo como algo positivo antes de desnudarte y ponte en marcha únicamente cuando te sientas seguro.
¿Por qué las mujeres suelen ser más reacias a tener relaciones sexuales en la primera cita?
Lo cierto es que todavía existen muchos prejuicios en lo que a la sexualidad femenina se refiere. Llevamos siglos aceptando el origen primitivo del hombre y desprestigiando a las mujeres que se atreven a disfrutar del sexo 'porque sí'. Puede que nos encontremos en el siglo XXI, pero todavía son algunos los que, de algún modo, siguen conviviendo con esta concepción machista de las relaciones entre dos seres humanos. ¿Nuestro consejo? Abstenerse de mantener cualquier tipo de relación con personas que limitan su sexualidad a condicionamientos sociales tan pasados de moda.
La buena noticia es que, según diferentes encuestas y estudios, la mayoría de hombres aprueban que las mujeres se animen a practicar sexo directo. Estas investigaciones acaban con el anticuado mito de 'las mujeres fáciles' y abre paso a una nueva realidad en la que la libertad individual es el único factor a tener en cuenta.
De hecho, muchas mujeres desisten de acostarse con alguien de manera casual por miedo 'al qué dirán'. La mayoría de nosotros estamos de acuerdo en que esta postura es retrógrada y que es muy injusto que una mujer sea juzgada por querer mantener relaciones sexuales por mero placer físico. Y lo que es todavía más rocambolesco es que la misma mujer se juzgue a sí misma por haberlo hecho. De algún modo, el sexo femenino debe independizarse de estos prejuicios y vivir su sexualidad libremente... Sin tabús que se adueñen de sus verdaderos deseos.
¿Sexo en la primera cita? ¿Por qué no?
Como hemos dicho, practicar sexo tras un primer encuentro debe ser una decisión muy personal. Sin embargo, desde aquí os queremos hablar de algunos de los beneficios que, siendo responsables, puede traernos acabar en la cama cuando alguien nos atrae. ¿Qué puede tener de malo aliviar la tensión sexual entre dos adultos que eligen besarse, acariciarse y compartir su deseo?
En primer lugar, si te acuestas con alguien que te atrae desde el primer instante, tendrás la oportunidad de saber cuanto antes si también sois afines en el sexo. Este dato completará tu elenco de variables a tener en cuenta antes de saber si verdaderamente es una persona que quieres volver a ver íntimamente. ¿Cuántas veces has oído hablar de parejas que ponen fin a su relación por no llevarse bien en la cama? Es muy importante saber lo antes posible qué tenéis en común en la cama y disfrutar de ello, o quizás, dejar de intimar a tiempo ante una posible incompatibilidad sexual.
Por otro lado, la adrenalina del momento puede llevarte a vivir una experiencia rica y placentera que te hará sentirte más seguro en futuros encuentros. Tu autoestima y autoconfianza podrán verse reforzadas al sentirte deseado y, el intrigante desconocimiento mutuo, puede hacer del encuentro una situación morbosa y divertida.
En definitiva, no hay nada de malo en acabar en la cama con tu acompañante tras la primera cita, ni tampoco nada bueno. El carácter positivo o negativo de vuestro encuentro será definido por como tú te sientas. La clave está en disfrutar del momento y no esperar nada cambio, hacerlo por plena convicción y disfrute personal deben ser los motivos por los que acabes acostándote con alguien. Crearte expectativas falsas puede hacer que, algo que pudo ser muy gratificante, se convierta en un problema. Si no quiere volver a verte es asunto suyo; pues tu decidiste tener sexo con esa persona y, por tanto, disfrutaste del momento.
