Cuando queremos aprender inglés, nos apuntamos a cursos de idiomas. Cuando queremos aprender a bailar, nos matriculamos a clases de baile, igual que nos matriculamos en cursos de fotografía, dibujo o informática. A las personas que disfrutan comiendo, les suelen gustar unirse para realizar talleres de cocina. Cuando queremos mejorar nuestro estado emocional o superar algún trauma, acudimos a un psicólogo. Si queremos ponernos en forma, nos apuntamos a un gimnasio. ¿Y qué sucede cuando lo que queremos mejorar es nuestra vida sexual? ¿Nunca se te ha ocurrido? A mucha gente le apasiona comer. Pero a todos nos gusta el sexo. Entonces, ¿por qué no plantearse la posibilidad de tomar cursos que nos ayuden a mejorar nuestras habilidades en la cama y nuestras relaciones de pareja? La opción la tienes. Y se llama sex coaching o coach sexual. El sexcoaching es una nueva tendencia que mucha gente ya está probando y con resultados más que prometedores.
A todos nos gusta comer rico. Esto lo admitimos. ¿Para qué negar entonces que también nos gusta tener sexo rico? Aunque te parezca rocambolesco, lo cierto es que hay profesionales que pueden ayudarnos a mejorar nuestra vida sexual. No hablamos de acudir a un sexólogo al uso, algo que ya de por sí, tradicionalmente nos resulta algo violento, aunque no tendría por qué ser así. En la actualidad contamos con una especialidad bastante atractiva incluso de nombre que se llama sexcoaching. Cuando el coach está tan de moda, es vital que una parcela tan íntima y esencial de nuestra vida también encuentre su rincón en el cual crecer y desarrollarse para hacernos más felices. Y es que el sexo sí da la felicidad.
Los problemas sexuales ocasionan muchos dramas. Hablando en plata, seguro que alguna que otra vez has escuchado de tal persona que es una “mal follada” porque tiene un carácter agrio y está, digamos, amargada. La ciencia afirma que cuando acabamos de tener relaciones sexuales, nuestro cuerpo lo nota y nos sentimos plenamente felices. Las personas que se entienden en la cama se llevan mejor y conviven con más armonía, complicidad y comprensión. ¿Te sigue pareciendo una banalidad la importancia de tener buen sexo cuando llegamos a casa?
El sexcoaching: ¿qué es?
Conocemos la figura del asesor personal que nos aconseja a la hora de cambiar nuestra imagen personal o nuestro look: la ropa que mejor nos va, el peinado, el maquillaje o el estilo. También es recurrente solicitar un entrenador personal que nos estimule y oriente si practicamos ejercicio físico o queremos seguir un plan de entrenamiento para mejorar nuestra forma física. Igual ocurre en personas que necesitan superar miedos o potenciar sus habilidades profesionales. El sex coaching vendría a ser un asesor sexual que asiste a parejas de manera personalizada, ayudando a las personas a conocerse mejor a sí mismas en el terreno sexual y sacar ese lado picante que, de acuerdo con nuestra personalidad, en cada uno de nosotros es único, todo ello para ayudarnos a disfrutar más con el sexo.
El coach sexual ofrece consejos acerca de qué debemos hacer y qué cosas debemos evitar cuando estamos en la cama con el fin de potenciar nuestras virtudes, eliminar nuestras debilidades o suplir nuestras carencias sexuales. Es una persona dispuesta a aprovechar su sexualidad y a disfrutar de su cuerpo recibiendo y dando placer, lo cual repercute muy positivamente en la pareja o matrimonio.
Aunque cualquier persona puede acudir y beneficiarse de los servicios de un sexcoaching, el perfil de los clientes suele ser el de mujeres entre 30 y 40 años. Las mujeres buscan sentirse más sexys, mientras que los hombres son más reacios a acudir a estos servicios por pudor, aunque también lo hacen, en su caso motivados por el deseo de satisfacer mejor a sus parejas, optando la mayoría de las veces por el aprendizaje mediante videoconferencia o a distancia.
La confianza: factor esencial del sexcoaching
Es importante, a la hora de contratar un asesor sexual, escoger bien al profesional. Lo preferible es que sea una persona con la cual tengamos confianza, ya que estará presente durante nuestro entrenamiento, puesto que sus clases no son exclusivamente teóricas sino también prácticas. A mucha gente puede darle pudor tener una persona presente mientras está teniendo sexo con su pareja. Por eso, el sexcoaching debe tener, además de experiencia demostrada, la facultad de resultar amistoso y ganarse la confianza de sus clientes.
No debemos perder de vista unas precauciones lógicas si queremos contratar los servicios de un asesor sexual, como tampoco el hecho de verificar que posee la titulación exigida, que es una persona que se dedica profesionalmente a ello y que goza de buena reputación. Es decir, debemos asegurarnos de que contratamos a un profesional que nos ayude y no a un mirón que quiera ver un espectáculo de sexo a nuestra costa.
El sexcoaching nace con la vocación de ofrecer una visión positiva del sexo. Busca eliminar tabúes y ofrecernos las herramientas necesarias para disfrutar plenamente de nuestra sexualidad. Ganar experiencia, explorar deseos ocultos, conocer mejor los deseos de nuestra pareja, aprender a comunicar nuestros deseos y frustraciones con nuestra sexualidad y frente a nuestra pareja sexual, mejorar la autoestima, eliminar complejos y mejorar nuestra salud psíquica, gracias al aumento y mejora de las relaciones sexuales son algunos de los beneficios que podemos tener si decidimos acudir a un asesor sexual.
Si bien es cierto que el asunto puede resultar algo intimidante, pues está claro que nos van a observar practicando sexo o que van a realizarnos preguntas muy íntimas, hay que reconocer que, por otro lado, son más los beneficios que los contras para probar esta experiencia. Y es que ya lo dice el refrán: “más vale una vez colorado que cien veces amarillo”. O lo que es lo mismo: mejor echar fuera la vergüenza y gozar el resto de nuestros años de una vida sexual plena y satisfactoria.
Quienes lo han probado cada vez son más numerosos. Y están encantados. El sexcoaching es una tendencia al alza, con cada vez más clientes dispuestos a dejarse asesorar.