Eliminar a una persona de nuestras redes sociales puede ser incluso más difícil que borrarlo de nuestra vida. Estamos rodeados de dispositivos, aplicaciones y toda clase de relaciones por vía cibernética hasta el punto de que, en muchas ocasiones, el problema de acabar con una relación es la ruptura digital. Podemos encontrarnos con nuestro o nuestra ‘ex’ casi en cualquier sitio cuando nos conectamos a Internet.
¿Quieres olvidarle de tu novio e Internet no te deja?
Te ha dejado, vale. Empieza una nueva vida para ti, con lo emocionante y positivo que puede llegar a ser eso. Pero a veces no es fácil. Antes os comunicabais por WhatsApp o Instagram; veías todas sus publicaciones de Facebook o Twiter, incluso en Youtube. Bien, es fácil bloquear todos sus contenidos o posibles comunicaciones. Además, si realmente te duele demasiado verle, entonces te conviene hacerlo. En todos tus dispositivos. Si te obsesionas e intentas controlar todos sus movimientos puede llegar a ser peligroso para ti y te costará mucho más aceptar la ruptura, el duelo se alargará y te será más difícil seguir adelante. Deberías, del mismo modo, no recrearte mirando vuestras fotos del pasado o los archivos compartidos o intentar comunicarte con excusas cuando ya te dejó claro que no deseaba más contacto contigo.
- Borra su número de tu móvil, evitarás tentaciones de hacer llamadas y mirar su estado (constantemente), tanto en WhatsApp como en otras redes. Si es necesario, desvincúlatede amigos o familiares comunes, así dejarás de ver sus fiestas, salidas o nuevas amistades. Puede que esta decisión te parezca un poco drástica pero piensa que evitarás situaciones desagradables. Después de un tiempo, cuando te encuentres mejor emocionalmente, puedes volver a retomar el contacto con esos amigos.
- Por supuesto, no involucres a nadie en vuestra ruptura. Si envías mensajes velados a través de una tercera persona solo estarás fomentando que se creen malentendidos entre vosotros (entre los tres). Y no te olvides que lo que se pone en Internet no se borra y dentro de un tiempo puedes arrepentirte de tus comentarios. No olvides que está permitido que compartas sus datos sin su consentimiento, pues en Internet también existe el derecho a la intimidad. Tampoco es conveniente que escribas en tu ‘estado’ mensajes crípticos que den a entender tu situación sentimental y estado de ánimo, estarán a la vista de todo el mundo, y sinceramente, se trata de cosas personales que no conviene airear. Del mismo modo, no te lances a publicar toda clase de fotografías, comentarios, estados… que den a entender una nueva vida loca, encuentros sexuales que hayas tenido o momentos donde ha corrido el alcohol; por un lado, te pondrás en evidencia y por otro, te puede perjudicar en el futuro. Lo mejor es ser una persona discreta.
- Por otro lado, si la ruptura no ha sido muy dolorosa y estáis dispuestos a mantener vuestra amistad, es bueno tener a tu expareja en tus redes sociales. Podéis llegar a tener un tipo de relación completamente distinta a la anterior y puede que resulte muy interesante y enriquecedora. Podrás apoyarte en esa persona que tanto te conoce. Eso sí, trátala como un amigo/a más. No deberías sentir más vínculo que cuando estabais juntos ni pasarte la noche en vela en conversaciones online solucionando sus problemas. Encuentra el límite de manera madura y responsable.
¿Tu ex te agobia por Internet?
Aquí nos encontramos con el caso contrario. Tu ex tiene una puerta de acceso para conectarte y ya no sabes qué hacer. Lo primero, sé claro. Dile lo más tranquilamente posible y de forma adecuada que lo mejor es que no tengáis contacto online. Quizás se enfade pero, si realmente te incomoda esa situación, acaba con ella. No entres en el juego de contestar comentarios intencionados para hacerte saltar, ni atiendas ningún tipo de contacto que creas fuera de lugar (llamadas nocturnas, opiniones sobre familiares o amigos, insultos…).
Bloquea si es necesario y actualiza tu nueva situación sentimental en redes, ello le hará darse cuenta de la realidad. Comenta con tus amigos cibernéticos que no deseas saber información alguna de esta persona. E incluso desvincúlate de otros que creas que le estén pasando información tuya. Por supuesto, abstente de comentar sus entradas o salidas en Internet, darle a ‘me gusta’ o subir fotos en las que aún estabais juntos; aunque te parezca algo inocente, cualquier comentario puede hacer saltar la chispa.
Al igual que en el caso anterior, no es conveniente involucrar a terceras personas. Con la mejor de las intenciones se puede hacer daño y crear un problema donde no lo había. Habla directamente con tu ex todo lo que quieras tratar, no lo dejes en manos de otros. No olvides que tienes tus derechos y si la situación ya se pasa de castaño oscuro no dudes en consultar a un experto para saber si se ha llegado a cometer un delito. Como ya hemos señalado más arriba, no debe compartir nada tuyo sin tu consentimiento.
Muchas veces el problema está, simplemente, en que pasamos tanto tiempo en Internet a lo largo del día que (ya sea intencionadamente o no) nos podemos encontrar con información de antiguas parejas. Estamos de acuerdo en que puede ser inevitable, pero no demonicemos el ciberespacio. Si no puedes con el enemigo, únete a él. Utiliza páginas, herramientas, aplicaciones y dispositivos (todo lo que sea necesario) para conocer a nueva gente. Visita webs y foros donde contar tu problema. Usa Internet para entretenerte e incluso para empezar una nueva vida. Contacta con antiguos amigos o suscríbete a una página de contactos en España y otros países como Fuegodevida. También es una buena idea tener amigos solo para Internet, por ejemplo, conocer gente en tu ciudad, practicar idiomas…
De esta manera no tendrás que tirar tu móvil, tablet, portátil u ordenador a la basura o desvincularte drásticamente de Internet. Puedes entrar en la red pero con fines distintos a los de saber qué hace tu ex. Ponte objetivos: bloquea, navega por motivos concretos, conoce gente nueva y procura no hacer a los demás lo que no te gustaría que te hicieran a ti. Lo primero es el respeto.