¿Te obsesiona la penetración y cada vez que tienes la oportunidad de protagonizar un excitante encuentro sexual deseas que las cosas se encaminen lo más pronto posible a ese momento? Lo cierto es que podrías estar perdiéndote de un placer indescriptible al no explorar tus zonas erógenas.
¿Te has preguntado por qué las mujeres prefieren invertir la mayor parte del tiempo en la cama en los juegos previos? Porque son verdaderamente fascinantes y no necesitas ir directamente a sus genitales para provocarle placer y disfrutar del momento junto a tu pareja.
Dejando de lado sus partes más íntimas (que sí, que son sumamente importantes, pero no los únicos) hagamos un pequeño recorrido por esas zonas erógenas que os sorprenderán a ambos.
Zonas erógenas: significado y cómo sacarles provecho en la cama
Básicamente son aquellas partes de tu cuerpo que pueden causar estímulos muy poderosos, en especial porque en ellas se encuentran muchas terminaciones nerviosas.
Cuando se trata del sexo, muchas personas se lo toman un poco literal. Creen que ese viaje íntimo solo debe llevarlos a la fuente misma del placer, sin pensar que en ese viaje sensorial puede haber escalas muy estimulantes.
El cuello, los senos y la parte interna de los muslos, son algunas zonas erógenas de la mujer que no deberías despreciar; mientras que las orejas, los pezones y los abdominales bajos son esas zonas erógenas del hombre que podrían llevarte a vivir una experiencia alucinante, mucho antes de llegar al pene.
¿Cuánta atención dedicas a los pies?
Si eres un fetichista de pies es bastante probable que esta sea una de tus predilecciones cuando se trata de hacer el amor, pero para las personas que no dan mayor importancia a esta parte del cuerpo, están despreciando una zona erógena más que estimulante.
Los pies no solo están allí para sostener todo el peso de tu cuerpo, también tienen terminaciones nerviosas que repercuten sobre otras zonas de tu anatomía, como los genitales.
¿Qué te parece un buen masaje en ellos como parte del juego previo? No olvides pedirle a tu pareja que haga singular presión en esa zona que conecta con tu sexo.
De paseo por el ombligo
Siempre tan ignorado cuando se trata de un encuentro íntimo, tanto hombres como mujeres desconocen todo el placer que este maravilloso orificio les puede proporcionar. Si te atreves a intentarlo, pide a tu pareja que masajee con suavidad su interior con la punta de sus dedos… ¡Incluso con la lengua!
Los movimientos envolventes de su lengua dentro del ombligo podrían ser una de las experiencias más fantásticas que podrías vivir mientras te encaminas al gran desenlace de esa noche de pasión.
Estimula sus manos
Es bien sabido que las manos juegan un papel fundamental en los encuentros íntimos. No solo son la principal fuente de las caricias (aunque tratándose de acariciar, tú pones el límite: para rozarte con la persona que amas, tienes a tu disposición la piel de todo tu cuerpo), también una zona erógena que muchos pasan por alto.
Muerde, lame o succiona sus dedos mientras hacen el amor, este tipo de iniciativas podrían ser verdaderamente estimulantes.
El cuello no solo funciona con ellas
¿Sabías que una correcta estimulación en la parte baja del cuello envía mensajes a tu sistema nervioso y hace que el flujo sanguíneo aumente? ¡Pero no solo es la circulación de tu sangre lo que se eleva, también lo hace el placer y la temperatura!
No, el cuello no es solo una zona erógena de ellas, también da muy buenos resultados en los hombres y quizás te estás perdiendo un verdadero viaje sensorial al subestimar esta alternativa.
Deja que los juegos previos se caractericen por besos y caricias intensos en esta zona de tu cuerpo, ella amará estas iniciativas y tú también agradecerás esta merecida estimulación.
De viaje por el perineo
Sí, seguramente te resultará excitante gracias a que esta zona está bastante próxima a tus genitales, pero antes de precipitarte en su pene o en su vagina, un merecido viaje por los alrededores, no estará nada mal.
El recorrido podría comenzar por el pubis o los muslos y de allí viajar a zonas un poco más íntimas y excitantes, como el ano. No te prives del derecho de que esta parte de tu cuerpo sea estimulada merecidamente solo por los prejuicios o las ideas erróneas que la sociedad tiene al respecto del sexo anal.
Los plugs anales, los masajes y otros contactos con esta sensible zona de tu cuerpo, podrían marcar la diferencia en un encuentro íntimo original y sin precedentes.
No olvides la espalda
Es una zona erógena que pocos consideran, especialmente en el área lumbar. Un masaje excitante en esta parte de tu cuerpo podrá ser muy bien recibido tanto por ella, como por él. ¡Tómate tu tiempo y descubre a tu pareja!