Alcanzar el orgasmo femenino no debería ser tomado a la ligera. A veces puede resultar complicado, pero el objetivo de todo encuentro sexual debería ser que los dos miembros de la pareja lleguen al clímax. Para ello, existen varias posturas que estimulan el punto G de la mujer y que le ayudarán a alcanzar un placer extremo necesario para que la sexualidad de la pareja sea de lo más excitante. Aquí tenéis algunas de las mejores posturas para un orgasmo de película.
Alineación coital
Esta postura es una variante del conocido misionero. Sí, muchos dicen que el misionero es una de las posturas ideales para alcanzar el orgasmo femenino pero la alineación coital favorece la estimulación del clítoris durante la penetración, lo que ayudará a tener orgasmos intensos. Para realizar esta postura, la mujer se tumba con las piernas ligeramente cerradas y elevando un poco la pelvis mientras que el hombre debe sostener su cuerpo sobre los codos y mover el pene hacia arriba y hacia abajo en vez del clásico dentro-fuera.
Vaquera invertida
Ideal para el punto G de la mujer. En esta posición, el hombre está acostado y es la mujer la que se sienta sobre él dándole la espalda. El control lo tiene ella, ya que puede manejar el ritmo y la cadencia. Además,es ideal para una penetración más profunda que estimule el punto G. Esta es una de las mejores posturas para llegar al clímax.
Sentados
Otra posición ideal para el punto G femenino. El hombre se sienta, la mujer se sienta encima de él y los dos empujan hacia delante de manera que el pene consiga, a través de una potente penetración, alcanzar el punto G de la mujer para garantizar un orgasmo increíble.
Dragón
Sí, lo sé, no podía faltar una postura del Kamasutra. Aquí la mujer está tumbada (puede poner un cojín bajo el pubis) y el hombre se tumba sobre la mujer penetrándola con movimientos circulares. Esta posición estimula toda la zona de la vagina y, además, es ideal para cuando quieras una larga e intensa sesión de sexo porque retarda la eyaculación del hombre. Es, sin lugar a dudas, una posición íntima en la que él deberá trabajar el orgasmo de ella.
El maquinista
Esta posición es fantástica si os preguntáis cómo llegar al punto G a la vez que se estimula el clítoris. La mujer se tumba de lado levantando la pierna que está libre y colocándola en el costado del hombre, que se arrodilla frente a ella. Es una posición que, además, estimula el contacto visual y libera las manos para que se pueda jugar con el cuerpo del otro a través de caricias o pellizcos.
Dos consejos
Algunas posturas, como el mencionado misionero, son fáciles de modificar simplemente elevando las piernas de la mujer. Siempre que sea ella la que esté tumbada se puede probar a colocar los tobillos sobre los hombros del hombre para que la penetración sea más profunda, lo que siempre ayuda a alcanzar al punto G. Eso sí, cuidado con las acrobacias.
Por otro lado, entre las posturas de esta breve guía encontraréis más de una en las que las manos de la mujer y del hombre quedan libres. No hay que ser tímido, en estas situaciones es ideal masturbar a la mujer ya que ayudará a llegar al clímax. No solo eso, la masturbación femenina es una técnica buenísima para alcanzar orgasmos múltiples. Usad vuestras manos y veréis lo placentero y excitante que resulta.
