Durante la pubertad los hombres suelen tener los conocidos como ‘sueños húmedos’, una serie de sueños eróticos que terminan con una breve eyaculación. Son comunes durante la adolescencia, pero en la edad adulta también pueden presentarse descargas espontáneas de semen durante el sueño; algunos hombres se despiertan cuando la están viviendo, mientras que otros solo se dan cuenta de que lo han vivido al despertarse y comprobar que la ropa interior tiene manchas de semen.
A estas descargas espontáneas se les conoce como ‘polución nocturna’, y ocurre cuando no se ha eyaculado en mucho tiempo o cuando el subconsciente sugestiona involuntariamente al cuerpo para que libere energía sexual durante el sueño. En ese momento de reposo, el cerebro deja de pensar y los sueños eróticos quedan libres para hacer de las suyas.
Es importante establecer la diferencia entre eyaculación y polución nocturna, pues la primera es producto de un orgasmo mientras que la segunda es la pérdida de semen por un mecanismo fisiológico de descarga de los genitales. La polución nocturna tampoco es dependiente de los sueños eróticos, ni siquiera en adolescentes: si bien es cierto que suelen tener mayor cantidad de sueños eróticos por la cantidad de hormonas que segregan, la mayoría de poluciones que tienen se deben a causas fisiológicas.
La polución nocturna es común entre los adolescentes que empiezan a experimentar su vida sexual mientras que, en la edad adulta, es más frecuente en personas con una escasa vida sexual.
¿Cómo se desarrolla la polución nocturna?
Es normal despertarse con una erección matutina, ¿pero cómo se desarrolla esta manifestación sexual durante las horas de reposo? Al igual que los orgasmos que pueden tener las mujeres mientras duermen, la polución nocturna se origina durante la fase de sueño REM (movimiento ocular rápido), que ocurre aproximadamente 90 minutos después de quedarnos dormidos.
Durante esta fase, el sistema simpático que controla los músculos del pene se relaja y puede llegar a causar una erección y una subsecuente eyaculación, con una cantidad semen inferior a la que usualmente se expulsa durante un orgasmo buscado. Este fenómeno es menos frecuente en personas que se masturban o que tienen sexo constantemente, pues la actividad sexual reduce las posibilidades de que el cuerpo deba encontrar otras formas de descarga.
También debes saber que la polución nocturna es producto de una dilatación del sistema nervioso, lo que permite la liberación de los espermatozoides restantes que produce tu cuerpo, y que no es indicativo de ninguna enfermedad.
Consejos para manejar poluciones nocturnas no deseadas
La experiencia del sueño mejora si duermes en la parte más dura del colchón, preferentemente con sábanas limpias y en una habitación ventilada. Las poluciones nocturnas son un problema que se origina en el sistema nervioso, por lo que crear un ambiente de relajación para conciliar el sueño es uno de los mejores métodos para una noche sin manchas en las sábanas.
Por otro lado, las poluciones nocturnas se originan porque el cuerpo necesita deshacerse del contenido seminal extra, así que la masturbación es el remedio más efectivo para evitar estas descargas involuntarias. Si el problema es de disminución o falta de libido, es importante que busques ayuda psicológica para trabajar en aquellos factores que están impidiendo el desarrollo normal de tu vida sexual.