La fimosis es una patología propia del pene que impide el correcto descubrimiento de la cabeza y el glande por una deficiencia en la piel del prepucio. Cuando el recién nacido es niño, una de las primeras pruebas que realiza el pediatra es, justamente, retraer el prepucio del pene para saber si la cabeza y el glande quedan completamente descubiertos; en caso de que esto no ocurra porque la apertura del prepucio es demasiado estrecha, se diagnostica un caso de fimosis. Esta revisión forma parte de la rutina pediátrica en niños varones hasta los 5 años.
Puede ser un problema congénito o aparecer en edad adulta. En este último caso, las causas pueden ser varias, desde inflamaciones del glande y del prepucio por el uso de productos íntimos muy agresivos, hasta infecciones, falta de higiene o traumatismos en el pene. También puede tratarse de fimosis infantil que no haya sido tratada apropiadamente y que haya empeorado con los años.
En el caso de los niños menores de 5 años, suelen tener una adherencia entre el prepucio y el glande durante toda su etapa infantil, pero lo normal es que entre los 12 y los 14 años el prepucio ya pueda retraerse tanto en estado de flacidez como en estado de erección.
Tipos de fimosis
- Puntiforme: cuando el estrechamiento del prepucio ocurre en el orificio y el resto de la piel tiene un aspecto normal. Este tipo de fimosis puede dificultar la acción de orinar.
- Cicatricial: cuando la parte exterior de la piel que recubre el orificio del prepucio se endurece o aumenta su grosor, usualmente como consecuencia de problemas previos de inflamación del glande y el prepucio (balanopostitis).
Síntomas de la fimosis
Algunos de los síntomas más comunes de la fimosis además de la dificultad de retraer el prepucio, es presentar dolor durante la micción, durante las erecciones o durante el coito. También puede presentarse inflamación en el glande por el esfuerzo que hace el pene al intentar retraer el prepucio (parafimosis).
La fimosis puede ser clasificada en 5 grados, aunque estos no tienen demasiada incidencia sobre el tratamiento a seguir, pues se ve más determinado por la edad del individuo.
Tratamientos para la fimosis
Existen varios tratamientos para afrontar un diagnóstico de fimosis. En el caso de los niños, suelen emplearse corticoides para que la piel se separe poco a poco del glande en tratamientos cortos. Si la piel no muestra signos de mejoría, es necesario acudir nuevamente al pediatra para obtener indicaciones sobre los pasos a seguir.
En el caso de los niños mayores de 5 años, se pueden realizar ejercicios para retraer el prepucio gradualmente y con mucho cuidado, sin causar demasiado dolor, utilizando pomadas y cremas altas en corticoides. De esta manera es posible promover la exposición del glande de manera gradual, sin causar cicatrices o nuevas adherencias.
Si se está ya en edad adulta, el tratamiento a seguir será la circuncisión, una cirugía menor que solo requiere anestesia local, con muy pocos índices de complicaciones y de media hora aproximada de duración. Este procedimiento debe ser determinado por el cirujano tomando en cuenta la edad de la persona, el grado de fimosis y otros factores médicos que apliquen.