Todos, absolutamente todos nos hemos enamorado una o varias veces en nuestra vida. Niños y ancianos, el amor puede llegarnos a cualquier edad. Ricos y pobres, profesionales y gente sin estudios, el amor irrumpe en nuestras vidas, como suele decirse, sin previo aviso y sin dar importancia a nuestra clase social, económica, religiosa y cultural ni tampoco a nuestra edad o nuestro físico. No importa que seamos correspondidos o no, todas y cada una de las personas saben lo que es amar y quienes no lo sepan tienen una terrible enfermedad. Los síntomas de estar enamorados, más o menos todos los conocemos. Pero si te pones a definir que es el amor, seguramente te pierdas en metáforas y más metáforas sin saber bien de qué manera enlazar tus ideas y describir en qué consiste ese mágico y, a fin de cuentas, químico o biológico sentimiento. Te contamos todo, tanto lo que ya sabes como lo que no, acerca del amor.
Hablemos de amor
En lo que todo tipo de especialistas coinciden es en que no debemos confundir el amor con otros sentimientos menores aunque muy similares, como es el hecho de que alguien nos guste. La atracción física o sexual es un fenómeno muy común, sin embargo el amor no lo es tanto. De hecho podemos sentir atracción sexual varias veces al día, pero cuando la avispa del amor nos inocula su veneno, estaremos enganchados a él por bastante tiempo y a la misma persona mientras nos duren sus efectos románticos y amorosos.
Otro dato digno de tener en cuenta es que mientras que en el amor puede haber atracción física con frecuencia, por el contrario en la atracción física no es tan frecuente el amor. Es decir, que pueden confluir uno y otro, pero mientras es muy cotidiano que nos guste alguien, el amor es un sentimiento mucho más profundo, especial e intenso. Va más allá. En la atracción física hay sexo, ya sea real o al menos deseado, mientras que en el amor no necesariamente tiene por qué darse y, de hecho, hay parejas que no tienen sexo por variadas razones, ya sea porque así lo han acordado o que alguna condición física o relacionada con la salud se lo impide.
En el amor se dan 3 elementos característicos:
- Intimidad: no se trata de desnudarse y jugar con el cuerpo desnudo. Llamamos intimidad a establecer una conexión íntima con otra persona. No se trata de compartir solo sexo, sino confidencias, sueños, deseos, experiencias, proyectos, inquietudes, preocupaciones... En resumen, tiene que darse una gran confianza con el otro, de modo que le cuentes aquellos aspectos de ti que el resto del mundo desconoce. Debéis tener la suficiente confianza para que en situaciones en las cuales estarías especialmente vulnerable, confíes en que tu pareja nunca te va a hacer daño aun teniendo herramientas para hacerlo al saberlo todo de ti, incluyendo tus puntos débiles.
- Pasión: hemos dicho antes que el sexo no tiene por qué conllevar amor. Pero esto no quiere decir que en el amor no haya sexo. Evidentemente es importante que exista la llama de la pasión. Esto enriquece mucho la relación de pareja. Cuando amas a alguien sientes deseos de poseer su cuerpo y de dejarte poseer por él, pero no nos referimos al sexo del tipo “aquí te pillo y aquí te mato”, sino a tomarse su tiempo y a querer pasar más tiempo con tu pareja y conocerse más en profundidad.
- Compromiso: normalmente en la atracción física sin amor, una vez satisfecha la apetencia sexual, ya no esperas más. Por el contrario, en el amor, la necesidad de poseer al otro no termina tras un encuentro sexual, sino que quieres pasar con esa persona más tiempo y establecer vínculos estables a largo plazo. Aunque esto suponga ceder ante el otro y establecer pactos para lograr una buena convivencia y supervivencia en el tiempo.
Las fases o tipos del amor
El amor se puede clasificar en 3 tipos, que no son más que etapas o fases por las cuales atraviesa una relación o sentimiento amoroso. Todas las relaciones pasan por estas fases, aunque en muchos casos, solo se vive la primera sin llegar a más.
1.Amor apasionado: cuando entre dos personas hay pasión, quiere decir que el sentimiento es más profundo que una mera atracción física. Sin embargo, este amor apasionado no garantiza el éxito ni la durabilidad de una relación amorosa. Muchas parejas no pasan de esta etapa. Se adoran y se necesitan, pero sofocada su necesidad más inmediata, la llama se apaga. Es frecuente en las parejas que se casan demasiado pronto. No se trata de un calentón que se calma con un encuentro sexual, sino de una especie de adicción del uno por el otro y una felicidad que les embarga, pero sin vínculos duraderos porque se basan exclusivamente en la pasión y no hay proyectos en común ni confianza ni intenciones de ceder.
2.Amor romántico: aquí la pareja ya se conoce más. Hay necesidad de intimidad y de establecer más vínculos. Ya hay mayor confianza y una voluntad de intentar una relación más sólida y prolongada. Todavía permanece muy viva la pasión, aunque ya mezclada con intimidad.
3.Amor consumado: llega una vez que la pasión comienza a extinguirse, lo cual no significa que desaparezca del todo, pero hay una voluntad de estar con esa persona en los buenos y malos momentos y formar un proyecto de vida en común, tener hijos y asumir compromisos que incluyan obligaciones y responsabilidades, como la paternidad, por ejemplo.
Ahora ya sabes que es el amor y estás listo para diferenciar cuándo una persona te gusta y te incita a vivir una aventura o quieres que sea tu media naranja, alma gemela o, en definitiva, el amor de tu vida. Lo ideal es que existan los 3 componentes que hemos visto en tu relación. Ya que solamente con la presencia de estos 3 componentes estaremos ante el amor pleno. En otros casos, solo será pasión, amor engañoso o amor vacío. Y tú, ¿ante qué tipo de amor estás? Ama y déjate amar.