Por mucho que queramos omitirlo, la realidad es que el punto G de tu chico (y de todos los chicos del mundo) está en el interior del recto, a unos 5 cm. del ano y en la pared que limita con la vejiga. Esto ha generado toda una serie de tabúes y confusiones, pero la realidad es que estimular el ano durante el sexo puede ayudarlo a alcanzar orgasmos bestiales que no le restan masculinidad. Por el contrario, el autoconocimiento en pareja es una de las prácticas más sanas que se pueden cultivar y en esa línea os animamos a probar, o al menos a hablar del pegging.
¿De qué trata esta práctica?
El pegging es la actividad sexual que consiste en penetrar a un hombre con la ayuda de un dildo, strap on o arnés con pene vibrador, con el fin de estimular al máximo el punto g masculino. Debido a los tabúes que existen en torno a esta práctica y a los roles pre-establecidos que tenemos, sugerirla y atreverse a probarla requiere de confianza entre ambas partes y de una comunicación fluida durante todo el proceso.
Puede plantearse como una fantasía sexual o como un paso más hacia la experimentación sexual entre ambos: el hombre obtiene un tipo de placer que aún no conoce y la mujer cumple su deseo de ser quien domina la situación. Para ello se requiere preparación y la estimulación adecuada, sobre todo si sois novatos en el tema y aún no habéis aprendido a manejar el arnés con soltura ni a controlar los músculos del esfínter anal. Recordad que esta es una práctica que busca el placer sexual, por más que pueda ser dolorosa e incómoda al principio, es importante evitar haceros daño.
¿Cómo elegir el strap on correcto?
El strap on es una especie de arnés que se sujeta a la pelvis a modo de ropa interior; en el centro tiene un agujero donde se instala cualquier tipo de dildo o vibrador que se pueda ajustar (algunos ya lo traen incorporado). Normalmente se relaciona con las relaciones lésbicas, pero nada más lejos de la realidad, pues el strap on es un juguete perfectamente apto para todo tipo de parejas.
Lo ideal es que elijáis el modelo juntos, buscando el tamaño que a ambos os parezca adecuado (con dos penes, sin correas, funciones vibradoras…), que os haga sentir cómodos. También os recomendamos el uso de plugs anales, preferentemente días antes de hacerlo con strap on; de esta manera el ano de tu chico se irá dilatando, favoreciendo la penetración y reduciendo los dolores.
Consejos para empezar a practicar el pegging
1. Al tratarse de sexo anal, los accidentes están a la orden del día y la idea de que ocurran en pleno acto sexual puede jugar en vuestra contra a la hora de relajarse. Pídele o enséñale a hacerse lavados rectales para preparar la zona antes de la penetración.
2. Usa el plug anal como una manera de erotizar el momento con días de antelación y hacerle saber a tu chico que tiene tu entera confianza. También existen kits de entrenamiento anal con plugs de diferentes tamaños para ir aumentando la dilatación del ano y hacer más sencilla la penetración.
3. Busca maneras de estimular su ano con tus dedos, con tu lengua y, por supuesto, con lubricante, preferiblemente a base de agua. También tendrás que aplicar una gran cantidad en el dildo hasta que logres introducirlo sin hacer demasiada fuerza.
Como ya hemos destacado en el apartado anterior, el pegging es una práctica que requiere paciencia y comunicación. Ve probando la capacidad de resistencia de tu pareja y si no lo lográis al primer intento, no pasa nada. Para disfrutar del sexo anal de manera saludable se necesita mucha constancia… Pero os aseguramos que los resultados valen la pena.