Dentro de la exploración de las dinámicas BDSM, existen diferentes tipos de roles que los participantes pueden asumir para que la experiencia resulte positiva para todas las partes. Estos roles se basan en nuestros gustos y preferencias particulares, específicamente en si nos gusta dominar o preferimos ser dominados. Si te estás iniciando en el sadomasoquismo, este artículo sobre los ocho roles dentro de las dinámicas BDSM te dejará las cosas un poco más claras.
En este blog hemos hablado bastante sobre BDSM: cómo disfrutar algunas de sus técnicas sin salir lastimado, cómo practicar la dominación y la sumisión de manera segura y cómo dar unos buenos azotes. Hoy queremos ahondar más en los tres roles dentro de las dinámicas BDSM: el dominante, el sumiso y el switch. ¿Te suenan? Estos han sido los tres roles tradicionales dentro del sadomasoquismo, aunque cada vez hay más personas que sienten no encajar en ninguno de esos tres roles y se definen como sádicos si les gusta infligir dolor sin recibirlo o masoquistas sin llegar a ser sumisos.
Más roles de BDSM de los que crees
El siglo XXI ha significado una era de apertura en todo lo referente al entendimiento de la sexualidad individual y los diferentes roles que interpretamos en la nuestra. Actualmente, podemos identificar hasta ocho roles dentro de las dinámicas BDSM:
● Dominante: es aquella persona que tiene el control de la situación y de todo lo que hace sobre la persona sumisa de la dinámica. Disfruta estando en posición de poder e infligiendo dolor desde allí.
● Sumiso: es la persona que prefiere someterse al control de la parte dominante, recibir órdenes, castigos y acciones que le generen dolor porque en él encuentra placer.
● Switch: es aquella persona que se siente cómoda alternando entre el rol dominante y el sumiso, y puede adaptarse a cualquiera de las dos situaciones.
● Bondager: se define como bondager aquel individuo al que le gusta atar a su pareja, pero sin dar órdenes, controlar la situación o infligir dolor.
● Bondangee: a su vez, el bondagee es aquella persona a la que le gusta que la aten, pero sin recibir órdenes, ser controlada o recibir dolor por parte de la persona que la ata.
● Sádico: el rol de sádico lo asume aquella persona que siente placer infringiendo dolor, pero sin controlar u ordenar.
● Kinky: es el nombre que reciben todas aquellas personas que encuentran placer en las prácticas BDSM, cualesquiera que sean, pero que no sienten interés en mantener una dinámica de poder-sumisión,y que tampoco se consideran sádicos o masoquistas. Se trata de personas que incorporan practicas BDSM a sus relaciones eróticas sin llegar a convertirlo en un estilo de vida sexual.
Dentro del mundo del BDSM, lo importante es sentirse cómodo dentro del rol que se asume o que se explora; salvo los kinkys, todos los roles se pueden interconectar en algún punto, una combinación que resulta muy enriquecedora en las relaciones sexuales de quienes se atrevan a explorar todos los gustos y prácticas.