Cuando se trata de seducir a tu pareja y subirle un poco la temperatura a ese encuentro íntimo inolvidable, todo, absolutamente todo está permitido. ¿Por qué no poner en práctica algunos bailes eróticos, acompañados de una música estimulante?
Lo primero que debes entender es que no necesitas tener una figura “perfecta” para enloquecer a tu pareja con un buen baile erótico que encienda el ambiente. Muchos de nosotros creemos que no podremos entusiasmar a nuestros amantes con una iniciativa como esta, sin imaginar todo el poder que se oculta detrás de un juego así.
Mostrar sin mostrar, rozarse de una forma enloquecedora, irse quitando poco a poco la ropa y poner al alcance de la persona que deseas algunas zonas de tu cuerpo para que las acaricie por instantes, son solo algunas de las cosas que podrías lograr con algo tan sencillo como el baile y una canción de fondo que te inspire.
Algunos consejos antes de empezar
Si deseas sorprenderlo o sorprenderla con algunos bailes sexuales previos al encuentro íntimo, deberás seguir algunos consejos que te hagan sentir un poco más confiado y cómodo.
En primer lugar, intenta escoger ropa cómoda para la ocasión, que te siente bien y con la cual te veas atractivo o atractiva. Otro punto importante a considerar es que es muy probable que en algún momento de la velada tú mismo (o tu pareja), quieras quitarte la ropa mientras bailas, así que escoge prendas que sean sencillas de quitar.
En segundo lugar, escoge muy bien la canción. Recuerda que la intención de la música es acompañarla con un baile sensual, estimulante, atrayente. Posiblemente los géneros bailables o muy estridentes no se ajusten bien a la ocasión.
Acompaña tu danza erótica con un tema lento, ingenioso, que puedas acompañar con movimientos suaves, sinuosos y con otros juegos sexuales que vuelvan loca a tu pareja.
En tercer lugar, ¡déjate llevar! En ningún momento te cuestiones lo que estás haciendo, y mucho menos te detengas a pensar en cómo bailas o si se te ve ridículo o no… ¡Esos pensamientos solo arruinarán un instante como pocos hay en la vida! ¡No pienses, solo siente!
Empieza con el Chair Dance
Si deseas avanzar progresivamente con tus bailes eróticos para seducir o sorprender a tu pareja, o si deseas optar por uno de ellos para calentar un poco las cosas antes del acto íntimo, a continuación, te compartiremos tres estilos, muy populares y sumamente sensuales.
El Chair Dance es un clásico de los años 40 y fue precisamente el Burlesque de algunos cabarets de Europa lo que lo transformó en una rutina más que atrevida. Como su nombre lo indica, se necesita una silla para sacarle provecho a esta alternativa.
Escoge una silla liviana, sin reposabrazos, que puedas manipular a tu antojo si lo deseas y que sea lo suficientemente firme para soportar cosas como que desees agacharte sobre ella o subirte de algún modo sobre el mueble.
Trata de hacer movimientos lentos y avanzar progresivamente con la coreografía para que no ocurran lesiones o errores que te hagan sentir torpe. ¡Avanza seguro hacia una seducción como pocas hay en la vida!
Llega la hora de acercarse con el Lap Dance
¿Quién dice que eres el único que tendrá que usar una silla?
Muy probablemente esa misma silla que te sirvió de cómplice para tu primer baile puedas usarla ahora con tu pareja. Invítalo o invítala a sentarse en ella y usa toda tu creatividad.
Podrías incluso poner en práctica uno que otro nudo al estilo bondage, por si le quieres subir la temperatura aún más a la velada. El Lap Dance se hizo muy popular en los locales nocturnos de Las Vegas y consiste en la provocación.
Podrás aproximarte a la persona que está sentada, rozarla, permitir que te toque, que te quite algunas de las prendas que llevas, sentarte sobre ella y hacer algunos movimientos estimulantes… ¡Ustedes imponen las normas de ese momento alucinante!
Por último, un buen Striptease
Desde luego, no podía faltar el Striptease cuando de bailes eróticos se trata. Si has decidido tomarte las cosas paso a paso, nada mejor que comenzar a desnudarte después de un Lap Dance.
Tomando en consideración que en la coreografía anterior empezaron las caricias y las aproximaciones, quizás ha llegado la hora de darle cierre a la música y a la danza, de la forma más atrevida posible, deshaciéndote de tu ropa y de la de tu pareja.
Hazlo con ritmo, sin apresurarte e imprimiéndole picardía, sensualidad y erotismo a todo lo que haces. Podrías permitir, al ritmo de la música, que sea tu propia pareja la que te ayude con algunas cosas como desabrochar uno que otro botón, bajar la cremallera o quitarte algo de ropa.
Lo que suceda a continuación, estará en vuestras manos y podríais dejar que la música os siga acompañando en ese encuentro sexual lleno de ritmo. Prepara para ello una lista de canciones realmente estimulante, porque es casi seguro que muy probablemente no olvides esa experiencia o quieras repetirla.