La literatura erótica tiene en nuestros días una gran aceptación. Es un tipo de literatura fácil y agradable de leer tanto para hombres como para mujeres. Aunque hay algunas obras que actualmente son conocidas por casi todo el mundo, existen desde hace tiempo otras que los aficionados a laliteratura erótica no podéis dejar de leer.
Algunos clásicos imprescindibles
Comencemos por recomendar un clásico, Justine o los infortunios de la virtud, nada menos que del año 1787, pero muy bien escrita, muy erótica y divertida por otra parte. La escribió el famosísimo marqués de Sade. Cuenta la historia de Justine, una adolescente que desea preservar su virtud y pureza, pero encuentra todo lo contrario. Cuanto más quiere ser pura y virtuosa, más se ve abocada a todo tipo de peripecias sexuales. Incluso llega a un convento donde unos monjes pervertidos la someten a todo tipo de procacidades. Sin embargo, los libertinos que aparecen en la novela salen bien parados y recompensados. Tiene rasgos pornográficos y sádicos.
Otra obra clásica dentro del la literatura erótica es El amante de Lady Chatterley, del autor D. H. Lawrence. En ella, sir Clifford Chatterley, un inválido de guerra, vive con su esposa Connie de manera tranquila y plácida. Quizá demasiado, sobre todo para Connie. Pero esta monotonía va a cambiar cuando Connie conoce a Mellors, el guardabosques, y se siente atraída y fascinada por él de una manera sexual, instintiva y animal, lo que da a una relación apasionada, de tremendo erotismo e intensidad.
Quizá te sorprenda saber que el poeta Apollinaire escribió una novela que excede los límites del erotismo, se titula Las once mil vírgenes. Se trata de novela descarnada y salvaje que no se para a considerar límites morales ni de ningún otro tipo. Cuenta la vida de un auténtico libertino, el príncipe Vibescu, amante del vicecónsul de Serbia, que viaja desde Rumanía a París. El viaje es todo un catálogo de perversiones, entre las que se cuentan la coprofilia y coprofagia, el voyerismo, el sadomasoquismo en diversas variantes, y, por no faltar nada, crímenes y necrofilia.
Otra novela muy interesante y explícita en torno al sexo, incluso en ocasiones tremendamente sincera y arriesgada, es la titulada Historia del ojo, de Georges Bataille, que fue seminarista y luego pensador, filósofo y poeta francés. Esta novela cuenta la historia de Simone, una mujer extravagante y multiorgásmica, y de Marcela, que se acercará al sexo atraída por él de manera ineludible. En ella se encuentran mezclados el placer, los descubrimientos adolescentes, los viajes, el sexo y la violencia.
Los amantes de la literatura erótica disfrutarán con Fanny Hill: Memoirs of a woman of pleasure, de John Cleland. Una jovencita pueblerina llega a Londres a probar fortuna y allí cae en la prostitución. Entra como pupila en casa de la señora Brown, donde su compañera Phoebe la seducirá e iniciará en el lesbianismo y la enseñará a dar placer a los hombres. Irá pasando por diversos burdeles, disfrutando cada vez más del sexo en todas sus variedades, hasta enamorarse y casarse con un joven rico llamado Charles. Fue la primera novela a la que se le prohibió la venta. En ella se inspira la película: Los burdeles de Paprika.
El Diario de una ninfómana, de Valerie Tasso. Cuenta la vida de una mujer francesa, educada, de clase alta, licenciada en Dirección de Empresas, a través de sus múltiples relaciones sexuales con hombres de todo tipo, sepultureros, árabes, policías, desconocidos en lugares elegidos al azar. Un hombre llamado Jaime, con el que establece una relación tormentosa, le hará sufrir hasta límites extremos, lo que la llevara a prostituirse en una agencia de lujo.
Pauline Réage escribió otro de los clásicos de literatura erótica que también ha tenido su propia película. Se trata de la Historia de O, novela que cuenta la iniciación en la esclavitud sexual, cercana al sadomasoquismo de una joven que se llama O. Esta joven es llevada por su amante a un castillo, donde una sociedad secreta será la encargada de iniciarla.
Memorias de una geisha marcó un hito dentro la literatura erótica al tratar de manera real el asunto de las geishas japonesas. Su autor, Arthur Gonden, cuenta la historia de dos hermanas que son vendidas, una a un burdel y otra, Chiya, a una casa de geishas, donde va a comenzar su educación como tal y la descripción de la vida en esa casa, llena de odios, celos y también erotismo.
Otra obra de Valerie Tasso merece la pena también de ser leída. Se titula El otro lado del sexo.De manera muy explícita, la autora investiga diversa prácticas sexuales que van desde la felación y el voyerismo a las prácticas del sado. Explora también la posibilidad de la prostitución como terapia y plantea cosas como vaginas de diseño, adaptadas quirúrgicamente, para aumentar el placer.
En brazos de la mujer madura, de Stephen Vizinczey, narra las memorias de András Vajda, quien desde muy pequeño se siente atraído por mujeres mayores que él, al mismo que tiempo que él también las atrae. La novela cuenta sus diversas aventuras eróticas y sexuales con mujeres siempre maduras.
Erotismo español
Almudena Grandes escribió Las edades de Lulú, que se ha convertido en una referencia de la literatura erótica española. Lulú es la protagonista, una jovencita que se siente muy atraída por Pablo. Con él tendrá su primera experiencia sexual y vivirá un mundo propio de deseo hasta que, ya madura, decide buscar nuevos horizontes eróticos y abrirse a nuevas experiencias que la llevarán a descubrir los tríos, las orgías, el travestismo y demás variedades de relaciones sexuales.
La autora madrileña Marisa Pinta, escribió recientemente Juegos de poder olvidados, una novela todavía poco conocida pero muy interesante para quienes buscáis novedades dentro de la literatura erótica y os gusta conocer autoras españolas en este terreno. La relación tormentosa entre Mónica y César va a desembocar en una narración erótica sostenida por una intriga inquietante donde se mezclan sexo y corrupción, y que llevan de sorpresa en sorpresa a un final insospechado.
