En el sueño de casi cualquier persona, existe la relación perfecta, aquella donde no suelen aparecer situaciones de conflicto, la confianza reina, no se falta al respeto y se intenta siempre apoyar y comprender a la otra persona. Sin embargo, en muchas ocasiones, la elección de la pareja no nos lleva a este escenario, sino a otro bien distinto: el de las relaciones tóxicas.
¿Cómo se define una relación tóxica?
Para saber si tu relación es tóxica, debes preguntarte:
- ¿Esta relación te ayuda a crecer como persona?
Una característica básica de las relaciones sanas es que ofrecen un refugio para el crecimiento personal. La pareja es una persona con la que se tiene un nivel de intimidad bastante superior al que puedes tener con otras personas cercanas a ti, por lo que te conoce muy bien. Si conociéndote, te ayuda a ser mejor, es una relación sana. Cuando sientes que la relación te produce felicidad, durante la mayor parte del tiempo, y paz, entonces, no se trata de una relación tóxica.
- ¿Existe maltrato?
El maltrato en la pareja puede tomar muchas formas. No se trata, simplemente, de golpes, ya que el maltrato psicológico es también una forma de hacer daño. Las personas que viven en relaciones tóxicas, sienten el maltrato de manera continua: discusiones fuera de tono, gritos, insultos e, incluso, daños físicos. Todos estos signos son claros síntomas de que la relación es tóxica.
- ¿Sueles sentirte culpable de todo lo que sucede en la relación?
Si la respuesta es sí, podemos pensar que estás en una relación tóxica, pues una de sus manifestaciones es, justamente, esta. La pareja debe siempre defender al otro y no hacerle sentir culpable por cada cosa que sucede. Si ella o él no te hace sentir comprendido, y, en cambio, te culpa de todos sus enojos o sentimientos negativos, es casi seguro que se trata de una relación tóxica.
- ¿Quieres cambiar a tu pareja?
Si la respuesta es sí, es posible que la relación sea tóxica. El amor se sustenta en la aceptación de la otra persona tal y como es, sin deseos de cambiarla, para que se acomode mejor a tu forma de ser o pensar.
- ¿Justificas a tu pareja por sus errores ante los demás?
Las relaciones insanas están llenas de negatividad y, a veces, consiguen sacar a la luz las peores partes de cada uno. Es más común de lo que crees encontrar parejas que viven en constantes humillaciones, críticas duras e insultos. Pero lo más curioso de todo es que, ante los demás, todo este abuso emocional se justifica. Muchas personas, al contar a amigos o familiares alguna situación vivida con su pareja, pierden la noción de la cordura y justifican el comportamiento equivocado de esta e, incluso, aunque otros llamen su atención con consejos, estos no consiguen solucionar nada. Si este es tu caso, debes intentar entender que nada justifica un maltrato: ni su mal carácter, ni sus problemas sin resolver ni tampoco la falta de cariño que marcó su infancia o las situaciones difíciles.
Cómo salir de una relación tóxica
Los problemas en la pareja son comunes, pero existe una gran diferencia entre las parejas sanas y tóxicas: la comunicación funciona. Una pareja que se esfuerza por comprenderse y crecer de la mano debe mantenerse unida, pero una que está basada en la necesidad y hace sufrir de manera constante debe considerar la separación.
En algunos casos, es posible que, aún teniendo deseos de dejar la relación, no se consiga. Esto sucede muy a menudo y tiene que ver con el apego que se crea en la dinámica de pareja. Por lo general, las personas que experimentan relaciones tóxicas no saben estar solas o tienen problemas sin resolver. Buscan inconscientemente a una persona que les "salve" de aquellos problemas porque no saben cómo enfrentarse a ellos por sí mismos y van creando una unión basada en la necesidad y no en el amor.
Es fácil confundir la necesidad con el amor, pero, una vez que se comprenden las bases sobre las que se está construyendo, empieza a ser más sencillo acabar con el vínculo tóxico. En algunos casos, podría ser conveniente no dejar a la pareja de un momento a otro, sino dedicar un tiempo a meditar sobre ello, para evitar, de esta manera, las comunes recaídas que terminan siendo muy dolorosas.
Cómo y en quién apoyarse
Las personas que caen en relaciones tóxicas suelen hacerlo más de una vez. Es muy común que estas personas se den cuenta de lo que sucede, pero algo más fuerte que ellas, en su interior, les impide salir de la relación. A veces, la idea es el temor al fracaso o la dificultad de encontrar a otra persona con quien ser feliz. En cualquier caso, estar en una relación tóxica es tan duro como salir de ella y, a veces, ni los amigos ni los familiares son capaces de dar el soporte necesario para dar un paso hacia adelante.
Al vivir en una relación tóxica conviene evaluar acceder a un apoyo psicológico. Un especialista en relaciones de pareja, dependencia emocional y trastornos de la personalidad puede ser un excelente medio para decidir, por fin, abandonar una relación que no da frutos, sino que da problemas.
Actualmente, existe la posibilidad de acceder a una gran variedad de bibliografía especializada en este tipo de casos, que, como ya hemos comentado, son bastante comunes. Empezar a investigar sobre el tema puede ser un camino largo, pero bastante eficaz, para dejar atrás ese tipo de relaciones y empezar a vivir el amor como toca: con alegría y pocos dolores de cabeza.
En general, la relación tóxica basada en el apego se puede empezar a abandonar cuando ambas personas toman consciencia de los problemas existentes e inician un proceso de autoliberación. Presta atención al aumento de la autoestima y a los propios logros y virtudes y ama cada vez más a tu pareja, pues es posible encontrar la solución a este tipo de casos.
