Cuando le echamos un vistazo al legendario Kamasutra, es probable que algunas de sus posturas nos intimiden un poco, mientras que otras quizás nos parezcan relativamente irrelevantes.
Ya sea que estés empezando a andar un camino en el fascinante mundo de las relaciones sexuales o que desees imprimirle un poco de creatividad a tu vida sexual, el Kamasutra es un aliado ideal cuando se trata de encontrar nuevas y excitantes opciones.
No, no todas las posturas parecen sacadas de un manual de acrobacia. De hecho, hay unas perfectas para principiantes que no solo te resultarán muy sencillas de recrear, también se caracterizan por sus electrizantes sensaciones y por el profundo placer que transmiten.
A continuación, conocerás un poco más del Kamasutra y algunas de sus posturas sencillas para sorprender a tu amante en la cama.
Vista Espectacular: para las que aman la penetración posterior
Esta es una postura sencillamente fantástica y muy fácil de ejecutar. Él solo tiene que sentarse en la cama o en el suelo con las piernas extendidas. Ella se coloca de espaldas a él, abre sus piernas, las deja caer alrededor de los costados de su amante y se deja penetrar.
Para hacer más profunda la penetración y el placer, bastará con dejarse caer sobre el cuerpo de él y extender todas las piernas hacia atrás. Así mismo ella podría moverse para imprimirle ritmo y placer al encuentro.
La Estrella: uno de los clásicos del Kamasutra
Esta postura no solo es ideal para las parejas heterosexuales, también ha ganado mucha popularidad dentro del sexo lésbico. Uno de los integrantes de la pareja se deja caer sobre la cama boca arriba, extendiendo una pierna y flexionando la otra.
Sentada sobre él o sobre ella, la otra persona introduce su pierna por debajo de la que su pareja tiene flexionada y se apoya de la extremidad extendida con su brazo, hasta que el contacto de ambos genitales sea máximo. A algunas personas les parece un poco agotadora, pero La Estrella es verdaderamente excitante.
La Montaña Mágica, para un encuentro muy especial
Es considerada una de las posturas más tiernas o románticas del Kamasutra, por lo que podrías incluirla en tu lista de sexo con amor. Para llevarla a cabo necesitarás almohadas o cojines sobre los cuales ella pueda recostar el torso, mientras la parte baja de su cuerpo permanece en contacto con el suelo, de rodillas.
La otra persona se coloca detrás de ella, para poder de ese modo penetrarla despacio, además de abrazarla.
La Siesta, perfecta para recobrar el aliento, sin aminorar la pasión
Esta es una postura ideal si has tenido un encuentro sexual muy intenso, pero aún quedan ganas de seguir disfrutando de las aproximaciones. Él puede tenderse sobre su costado mientras ella, frente a él, lo rodea con las piernas para permitir la penetración.
Ambos estarán relativamente en reposo y además podrán mirarse a los ojos mientras continúan haciéndose el amor.
La Carretilla, un poco de adrenalina
Puede que sea una alternativa un poco agotadora, pero si gozas de entusiasmo y energía, no la descartes por ningún motivo. Ella se tiende boca abajo sobre la cama, pero sus piernas quedan fuera del lecho.
Una vez allí, ella se puede apoyar de sus codos mientras su pareja la toma de las caderas, eleva sus piernas, se mete dentro de ellas y la penetra.
La Tortilla Francesa, ideal para las mujeres que les gusta imponer su ritmo
Esta postura del Kamasutra es muy similar a la primera que compartimos: Vista Espectacular. El hombre, como en el caso anterior, se sienta sobre la cama o en el suelo con las piernas extendidas y ella, en lugar de reclinarse sobre él, permanece a gatas, apoyada de sus rodillas y de sus manos.
Esta postura le permitirá a ella llevar el ritmo y la intensidad de la penetración, mientras su pareja la acaricia con sus manos.
Ascensión a la Lujuria, una postura que le hace mérito a su nombre
Al igual que la anterior, es una posición que requiere un buen esfuerzo físico, pero no es imposible de lograr, mucho menos de ejecutar. La persona que penetra deberá estar de pie, con una posición firme.
Ella se deja cargar por él, lo rodea con sus piernas y se produce la penetración. Para disminuir el esfuerzo causado por el peso, ella podría poner sus pies sobre la cama o sobre otro mueble, para impulsarse un poco con ellos y hacer contrapeso. En esta postura el contacto es intenso y profundo.
El Balancín, una alternativa sencilla y excitante
La persona que penetra se sienta en el suelo con las piernas cruzadas y sobre ella, su pareja, con las piernas abiertas, de frente a su amante.
La persona que permanece abajo, puede echarse un poco hacia atrás, apoyándose de sus manos, y hacer un ligero movimiento para estimular no solo la penetración, también la profundidad y el ritmo de la misma.
¿Cuál de estas alternativas pondrás en práctica en tu próximo encuentro sexual? Las opciones son múltiples: desde las posturas más tiernas, hasta las peripecias más atléticas y excitantes. Tú decides cómo deseas hacerlo.
