Siempre se ha dicho que “la primavera la sangre altera” pero lo cierto es que la actividad sexual durante esta estación aumenta de manera considerable. Sociólogos y psicólogos han estudiado la influencia de las estaciones en la conducta humana y llegan a conclusiones como éstas: durante los meses cálidos la gente está de mejor ánimo, más dispuesta a llevar a cabo proyectos con mayor predisposición, positivismo, y, por el contrario los períodos de frío aumentan la pereza, la nostalgia y el deseo de descansar, influyendo en las emociones y agudizando algunos trastornos como la depresión.
Pero entonces, ¿por qué nos apetece más tener sexo en primavera? La ecuación es simple: con la llegada del calor y los días más largos la vida social es más activa, hay más salidas de copas con los amigos, cenas, paseos por la playa, y otras muchas actividades.
No podemos dejar de lado, la influencia de la ropa porque al disminuir de tamaño se vuelve más ligera e insinuante y el clima es perfecto para hacer ejercicio al aire libre lo que influye directamente en nuestro humor aumentando la producción de endorfinas, en el flujo sanguíneo mejorándolo notablemente lo que produce buenas erecciones. Así que, cuanto más ejercicio, más testosterona segregamos y, por ende, más deseo sexual. El resultado es obvio, si todos los patrones se cumplen la libido subirá.
Asociada con la estación del amor, solemos sentirnos como cuando éramos más jóvenes o adolescentes. Es más, nuestra memoria emotiva suele acariciarnos todos los sentidos con sensaciones, olores y un aire más puro y de suave fragancia.
La primavera nos genera un campo propicio, pero somos nosotros quienes tenemos que deshojar las flores, las sábanas y demás y conseguir un "quiero o quiero mucho"..
Ya que se nos despiertan las ganas de cuidar el cuerpo, por vernos bien y gustarle también a los otros, tenemos poner la energía en nosotros mismos, en mejorar y en cuidarnos más.
Ve animándote que la primavera está a la vuelta de la esquina, así que empieza a hacer contactos nuevos.