No solo los hombres tienen ardientes anhelos que quisieran poder recrear en la intimidad. Nunca está de más conocer las fantasías sexuales de la mujer, para poder complacer a tu amante en la cama de un modo que agradecerá para siempre.
Encuentros múltiples, romances fugaces y desenfrenados con personas prohibidas o desconocidas y aproximarse a nuevos códigos sexuales, son algunas de las aventuras o fantasías que pueden estremecer a las mujeres en la intimidad.
Dominar o someterse
Así es, a ellas también les gusta el juego de la versatilidad, así que lo más indicado en este caso es dejarse llevar e inventar nuevas normas sobre la cama. No siempre tiene que ser el hombre el que lleve las riendas del encuentro, te sorprenderá saber que tomar el control es la fantasía más común de una mujer.
Actualmente hay una gran cantidad de juguetes sexuales que les permitirá a ti y a tu pareja intercambiar los roles durante un buen rato, vivir experiencias distintas y satisfacer los anhelos de ambos. A algunas mujeres les gusta dar órdenes, jugar a que son ellas las que imponen las normas y dejarse llevar por iniciativas más atrevidas.
Desde luego, también hay muchas que sueñan con la absoluta sumisión, al punto que les encantaría ser inmovilizadas por su pareja. Ya sea que desees dominar o ser dominada, nunca es tarde para conversar con tu pareja, poner las normas del juego sobre la mesa y entregarte a tu primera experiencia de bondage… ¡No lo lamentarás!
El amante desconocido
Así es, el encuentro fugaz y desenfrenado con un hombre del cual no se sabe nada y que desaparecerá de tu vida de la misma forma en la quellegó, tiene un lugar privilegiado en la lista de fantasías de mujeres.
Desde luego algunas tienen la oportunidad de vivir este anhelo en carne propia, mientras que otras deciden recurrir a sus parejas para recrear una situación que sea lo más parecida posible a ese episodio de amor casual y descontrolado.
Si tú y tu pareja sois imaginativos y no le tenéis miedo a la innovación sobre la cama, bastará con crear una situación ardiente y divertida, en la que cada uno interprete un rol. Usar disfraces, indumentarias poco comunes y fingir que se trata de un episodio más que espontáneo, ayudará muchísimo a subirle la temperatura a ese encuentro en la intimidad.
El amante prohibido
Así es, esa fantasía de mujer que supone irse a la cama con el hombre menos pensado o menos indicado está siempre a la orden del día. De hecho, es tan común, que además es sumamente sencillo vivirla en la cotidianidad.
Muchas mujeres se imaginan teniendo un encuentro furtivo con una persona de su entorno social, laboral o familiar. Así pues, algunas fantasean con el vecino soltero de la calle o edificio de enfrente, o con alguien de la oficina al que no podrían aproximarse de ese modo ni aunque lo quisieran.
Encuentros grupales
Aunque las mujeres están menos interesadas en los tríos que los hombres, sí hay muchas de ellas que estarían dispuestas a compartir a su pareja con otra u otro, fantaseando además intensamente con esa posibilidad.
También está a la vuelta de la esquina la alternativa de hacerlo con un grupo de personas. Si existe la oportunidad de planificar, de un modo responsable y saludable para todos los involucrados, un trío o un encuentro de más personas, no estaría de más intentarlo.
En lugares públicos
A muchos de nosotros nos resulta verdaderamente excitante hacer el amor en un lugar público, en el que cualquiera podría descubrirnos. Lo creas o no, esta es una fantasía muy sencilla de cumplir, pero para ello necesitas evaluar muy bien las opciones y saber que te expones a ciertos riesgos, como ser descubiertos por una figura de la autoridad.
Precisamente, la sensación de que en cualquier momento alguien podría llegar para interrumpirlo todo, que otro podría estarnos viendo, es realmente una aventura que dispara la adrenalina a niveles extraordinarios, haciendo que ese encuentro sea una verdadera locura.
El encuentro lésbico
La posibilidad de probar el sexo en compañía de otra mujer no solo es una fantasía muy recurrente entre algunas mujeres heterosexuales, también tu pareja podría disfrutar muchísimo de esta alternativa.
Plantearse esta posibilidad como una variante del trío podría ser una experiencia como pocas. Aquí no solo entra en juego una fantasía sexual que a las mujeres suele interesar con suma frecuencia, también podría practicarse de un modo muy intenso el voyerismo si hay un tercero que observa y si se suma a la acción, todos los involucrados podrían disfrutar de un trío sin precedentes.
