Muchas mujeres que son infieles a sus parejas afirman que lo hacen porque necesitan sentirse deseadas: quieren volver a sentirse atractivas, llenar el vacío que sus parejas dejan y reafirmar su feminidad a través de su poder sexual. De esta manera, el saber que otro hombre las desea (aunque no lleguen a consumar la infidelidad) hace que recuperen la chispa perdida y que sientan más ganas de reavivar su matrimonio.
Pero el sentirse deseado o deseada tiene muchas ventajas para las personas que están emparejadas y todavía no han llegado a ese punto e, incluso, para las que están solteras. ¿Quieres saber cuáles son? ¡Aquí las tienes!
- Mejora tu autoestima. Esto es obvio, ¿no? Saber que otras personas te desean es un chute de moral que te hará moverte por la vida de otra forma, hará que te sientas más atractivo o atractiva.
- Te hace ver las cosas de una forma más positiva. Muy en línea con el punto anterior, sentirte deseado y, por tanto, con una autoestima más alta hará que te tomes el mundo con más optimismo: no es que vayas a verlo todo de color rosa porque alguien te manifieste su deseo pero, desde luego, lo verás desde otra perspectiva.
- Mejora tu vida sexual. Sentirte sexy y atractivo o atractiva hará que tengas más ganas de sexo y, además, que te sueltes más durante las relaciones para probar nuevas técnicas.
- Si tienes pareja, vuestra relación será más intensa. La rutina es un peligroso enemigo para las parejas, así que saber que tu pareja sigue deseándote después de tanto tiempo juntos (o demostrarle tú a tu pareja que todavía la deseas) será un punto clave para mantener la salud de la relación durante mucho, mucho tiempo.
- Te animará a cuidarte más. Saber que otras personas te desean te motivará a cuidar más tu cuerpo: ejercicio, cuidados de la piel… Ya sabes, por eso de quererse uno mismo antes que los demás.
Estas son solo algunas de las 5 ventajas de sentirse deseado o de hacer sentir deseada a tu pareja pero, sin duda alguna, hay muchas más: ¿se te ocurren? ¡Nos encantará que nos lo expliques! Así que ya sabes, a partir de hoy, dile cuánto te gusta y lo caliente que te pone, ¡ya verás qué diferencia!
