Todos, padezcamos alguna o no, hemos escuchado hablar de las fobias. Estas son un tipo de transtorno de ansiedad que se da en forma de miedo irracional ante una situación, criatura, animal o cosa, que provoca una angustia irrefrenable. Tanto es así que de encontrarse con el foco de su miedo, una persona podría llegar a tener un ataque de pánico.
De hecho, hay distintos tipos de fobia dependiendo por ejemplo de la frecuencia de contacto. Por ejemplo, las personas que tienen fobia a las serpientes o a las arañas no es demasiado frecuente que se encuentre con una. Sin embargo, también existen fobias por las que las personas tienen la necesidad de organizar su vida entono a ellas para evitar enfrentarse a la causa de su miedo. Es el caso de fobias muy complejas como la agorafobia o la fobia social. En cuanto a la primera, las personas que la sufren tienen miedo a salir de casa o a lugares públicos; y en cuanto a la segunda, el miedo aparece cuando se encuentra entre un grupo de personas muy nombroso.
Pero, si algo define a todas las fobias es que el miedo irracional que se siente ante cualquier elemento que lo provoque es siempre mayor al peligro real. En un episodio de fobia la imaginación juega un papel muy importante a la hora de disparar los nervios de quien lo sufre. La cabeza de quien lo sufre empieza a especular y a anticipar hechos que posiblemente nunca ocurran agravando así la ansiedad.
Ahora bien, ahora que sabemos cómo actuan las fobias, del mismo modo que existen fobias como las que hemos mencionado, existen otras un tanto más peculiares. Es el caso de la filofobia.
¿Qué es la filofobia?
La Filofobia no es más que el miedo al amor. Si bien en el resto de fobias mencionadas encontrábamos un detonante físico como lo son un animal, la calle o un grupo de personas, la Filofobia se basa en un conjunto de ideas abstractas y sentimientos. Así, una persona que padece de Filofobia va a tener serias dificultades para encontrar pareja, algo que le será imposible a menos que decida enfrentarse a ello y superarlo, e incluso también para conocer gente nueva. Teniendo en cuenta el papel que juega la imaginación dentro del mundo de las fobias, una persona con Filofobia temerá conocer gente nueva porque aumentarán sus posibilidades de enamorarse, una versión elaborada por su imaginación.
Así, existen varias teorías sobre el origen de la filofobia aunque ninguna ha sido probada:
- Miedo al fracaso amoroso: Hay quienes apuntan a que la filofobia nace a partir de un fracaso en una relación pasada. Una mala experiencia propia o también de seres muy queridos como el caso del divorcio de los padres.
- Miedo al rechazo: Tienen miedo a sentirse vulnerables si se muestran como son por lo que se ponen una coraza e incluso mantienen relaciones simultáneas con el fin de no ser abandonados.
Síntomas de la filofobia
- A nivel psicológico: Son incapaces de involucrarse en una relación y tienden a huir y desaparecer cuando sienten que la relación está yendo a más. Evitan mostrarse tal como son para no ser heridos y difícilmente consiguen coger confianza con alguien. Se sienten más protegidos manteniendo sus relaciones en el plano de lo superficial. Sufren muchos altibajos y cuando empiezan a tener sentimientos por la otra persona pueden llegar a adoptar muy mala actitud.
- A nivel físico: Son comunes y frecuentes los estados de ansiedad, pudiendo derivar estos en ataques de pánico. Algunos ejemplos de síntomas físicos experimentados son los desórdenes gastrointestinales, arrítmias en los latidos del corazón, dificultades para mantener una respiración regular, sudoripación y necesidad de huir del lugar.
Cómo enfrentarse a ella
Superar una fobia es un proceso complicado pero no imposible. De hecho, en su cura hay más de voluntad propia que de terapia de modo que tú mismo eres quien puede ayudarte a superarla. Sin embargo, siempre puedes recurrir a un terapeuta que trate tu caso de forma individualizada para acelerar los resultados. Consultar con un especialista siempre es lo más recomendable y la filofobia presenta síntomas que debes tener en cuenta y que pueden afectar gravemente a tu día a día. La incapacidad a causa del miedo para enamorarse, y la predisposición al aislamiento social pueden producir muchos momentos de tensión y tristeza que es preferible tratar. Pero mientras, si crees que es tu caso y que padeces de filofobia, siempre puedes poner el práctica los siguientes consejos que mejorarán tus relaciones y te ayudarán a superar tus miedos.
Consejos para superarla
- Enfréntate al miedo: Como hemos señalado, en las fobias la imaginación juega un papel muy importante y muchas veces el miedo nace más de la anticipación de posibles peligros que del peligro real. Por ello, exponerte al miedo será una terapia de choque para demostrarte que gran parte de tu temor es solo parte de tu imaginación y que en realidad no tienes nada de qué preocuparte. Eso sí, en terapias relacionadas con el amor es mucho más complicado. Cuando se trata de la exposición a animales por ejemplo se pueden controlar los tiempos. Pero, cuando se trata de conceptos abstractos como el amor tu exposición al miedo depende en parte de la otra persona por lo que más vale que lo hables con ella para que pueda ayudarte.
- Expresa tu miedo: La comunicación es clave para que tu entorno y sobre todo la persona con quien estás iniciando una relación te comprendan y te ayuden. Cuéntales cómo te sientes y qué desencadena tu ansiedad para que puedan actuar en consecuencia frente a tus reacciones. Así aliviarás parte de tu nerviosismo.
- Vive el día a día: No intentes anticipar qué pasará pues aparecerán tus miedos y empezarás a crearte falsas expectativas. Tampoco te centres en estar recordar los malos momentos porque te harán sentir más vulnerable.
- Tómate tu tiempo: No quieras superar tus problemas de filofobia en un día. Es mejor que vayas poco a poco y con paso firme. De lo contrario te agobiarás si no empiezas a notar resultados y empeorará tu nerviosismo.