¿Cuántas veces has terminado una sesión sexual y te has preguntado si tu chica ha quedado realmente satisfecha? Unas cuantas, ¿verdad? No resulta extraño que así sea pues, ante la pregunta de si saben identificar cuándo su pareja está fingiendo un orgasmo, los hombres suelen responder con una negativa tajante aunque les haya pasado alguna vez durante su vida sexual (lo sepan o no).
Las dificultades para alcanzar el orgasmo en las mujeres son muchas y muy frecuentes porque son producto de factores personales, vivenciales y circunstanciales, que inciden en que el proceso mental detrás del orgasmo se lleve a cabo de manera satisfactoria (tener problemas de disminución en su apetito sexual, por ejemplo).
Esto ha hecho que fingir orgasmos sea una práctica relativamente común, usada por las mujeres desde hace siglos para finalizar un encuentro sexual en el que no están realmente excitadas, e intentar no hacer sentir mal a su pareja en el proceso.
Aunque es cierto que la eyaculación femenina puede ser confundida con facilidad con los propios fluidos lubricantes, el cuerpo femenino tiene otras maneras de expresar que ha llegado al orgasmo que no pueden ser fingidas. Más allá de saber leerlas desde el ego, es importante reconocer cuando tu pareja está fingiendo el placer que estás intentando darle para poder hablarlo, reconocer debilidades e intentar mejorar la experiencia en futuros encuentros.
Pistas para notar si ella finge un orgasmo
• No está húmeda: la vagina lubrica con facilidad cuando la mujer está excitada, los labios vaginales se hinchan y su humedad indica que está lista para la penetración. Muchas chicas pueden gemir y hacer un performance corporal para expresar placer, pero si notas que el pene no se desliza fácilmente cuando está dentro o que no está húmeda al tacto, lo más probable es que ese placer que está intentando demostrar sea fingido. El cuerpo no miente.
• Su respiración y su pulso están en calma: cuando una mujer está excitada su ritmo cardíaco y la presión arterial aumentan, la respiración se acelera y, después del orgasmo, se entrecorta a causa del esfuerzo físico que acaba de realizar. Por más que haga una demostración de gemidos, la respiración y el pulso cardíaco son fuertes indicadores para saber si miente o dice la verdad.
• Su energía se mantiene intacta: llegar al orgasmo requiere un esfuerzo físico y mental que suele llevar un buen rato. Si ella te apresura para que termines o si notas que su energía corporal se mantiene igual que al principio después del coito, es porque definitivamente algo no ha ido bien
Fingir orgasmos no beneficia a nadie
Aunque las razones son múltiples, fingir orgasmos no es beneficioso para ninguna de las partes: la mujer queda insatisfecha y el hombre se va pensando que lo ha hecho bien y que ha proporcionado el mismo placer que ha dado. Cuando se trata de sexo casual, el asunto puede pasar por debajo de la mesa, pero cuando se está en una relación estable lo más saludable es hablarlo de manera sincera y llegar a un consenso sobre lo que se puede hacer para que la próxima vez sea más satisfactoria.
En caso de que estés soltera y todo lo que hemos hablado en este artículo te suene, es bueno que te preguntes si hay algo mal con tu libido y busques ayuda profesional para tratarlo. Escuchar a tu cuerpo es vital para disfrutar de una vida sexual plena.