Yoga y sexo
Yoga y sexo parecen, a priori, dos conceptos algo contradictorios. Por ejemplo, imaginamos el sexo como acción, desenfreno y tensión. Mientras que el yoga parecería su antítesis: calma, pasividad y relajación. Sin embargo, ambos,yoga y sexo, tienen en común mucho más de lo que te imaginas. Tanto es así que, entre sí, se complementan y se ayudan para mejorar tu vida y salud. Tanto uno como otro producen un efecto final idéntico y es que nos dejan muy relajados y nos causan bienestar. Si eres aficionado al yoga, habrás comprobado que, tras una sesión de ejercicio, tu mente se despeja y tu cuerpo se encuentra más ágil y ligero. Cuando hemos tenido una sesión de sexo, tras el huracán del orgasmo, nuestro estado de ánimo está por las nubes, logramos descargar tensiones, los problemas parecen haber desaparecido y, en definitiva nuestra vida parece más de color de rosa. El sexo y yoga mejoran nuestra oxigenación celular y mental.
Pero el sexo y yoga no solo tienen efectos similares, sino que es posible aplicar el yoga y aprovechar la práctica de determinadas técnicas para mejorar nuestras relaciones sexuales. El yoga libera tensión sexual. Pero también prepara al cuerpo para que sea más elástico y esté más preparado para probar diferentes posturas sexuales.Si te apetece probar el Kamasutra, el yoga puede ayudarte. Por un lado, sirviéndote de inspiración; y, por otro, evitando que mueras en el intento, ya que libera tus músculos ya oxidados, para que tengan mayor elasticidad, adaptación y movimiento.
Posturas tántricas o de yoga buenas para el sexo
El sexo es lo que nos ocupa. Por eso, hablaremos del tantra yoga. Una disciplina hindú de más de 5.000 años de antigüedad, con fines curativos y que promete lograr un equilibrio entre mente, cuerpo y potencia sexual. Los beneficios derivados de su práctica son variados: la reducción del estrés, el aumento de la creatividad, combatir el mal humor y la negatividad, despertar la conciencia, aumentar la energía y mejorar la autoestima y el aprecio por nuestro cuerpo.
Eñ tantra yoga se practica de cuatro formas: la primera se lleva a cabo mediante posturas. La segunda, a través de la danza. A continuación, la meditación; y, por último, el masaje.
Posturas que benefician al sexo
Estas posturas tántricas o asanas son, básicamente, tres:
-Flexionar el cuerpo:
Abrirse de piernas y flexionar el cuerpo son acciones que estimulan nuestra libido y provocan un calentamiento general del cuerpo. Simplemente, has de sentarte en el suelo y estirar las piernas, todo lo que puedas. Has de flexionar los pies apuntando las rodillas hacia el techo y doblar las caderas hacia el pecho. Al hacer esto, nuestra circulación sanguínea revoluciona nuestra pelvis y, al mismo tiempo, la postura refuerza los músculos. Estarás encendido.
-Triángulo invertido:
Es importante estar de pie y separando y estirando al máximo las piernas. Has de girar el tronco y tocarte el lado contrario, como si la vida te fuese en ello. Hacerlo, además, mejorará tu condición física para el sexo.
Si quieres, directamente, descargar tensiones, el zapatero es perfecto,
El ejercicio perfecto, si buscas abandonar ya el terrible mundo de los mortales y lograr la inmortalidad de un buen polvo, es el zapatero. Se realiza sentándose en el suelo y con las suelas de los pies juntas y rodillas inclinadas hacia el piso. Con el fin de prevenir lesiones, procura mantener la espalda recta. En dicha postura, espera treinta segundos. Con esta postura, se estimula la circulación sanguínea, la cual favorece al corazón. Además, da energía a las piernas. La posición de caderas abiertas despierta el deseo sexual.
Practicar yoga nos ofrece una visión más abierta hacia nuevas posturas (para las cuales, además, nuestro cuerpo ya se ha ejercitado), que atraerán la atención y locura de tu pareja. Además, nos ayudarán a lograr un sexo más relajado, excitante e ingenioso.
Sería perfecto que también tu pareja hiciera yoga, ya que lograría la misma elasticidad y reforzamiento corporal que tú y, además, experimentará también el cosquilleo o aumento de la libido. Pero hay más y es que tu pareja conocerá, como tú, nuevas y sensuales posturas para tener un sexo más sugerente, creativo y enérgico.
Yoga erótico
Si echas un vistazo por la web, verás también que el yoga es usado por las actrices porno para elaborar un juego caliente y excitante. Recurre a la fantasía y conviértete en profesora o profesor de yoga para tu pareja. Adopta un rol activo y muestra a tu chica o chico las posibilidades libidinosas que tiene probar posturas de yoga para disfrutar del coito combinadas con distintas posturas que facilitan diferentes formas de penetración. Es un modo de salir de la rutina.
Abrirse de piernas ya es una invitación al sexo para mentes calenturientas. Haz memoria y recuerda tiempos de tu adolescencia, cuando, en clase de gimnasia, ya rozando la edad adulta, comenzabas a experimentar ese cosquilleo de tu cuerpo pidiendo sexo. Y es que la postura estimula a tu cerebro, para preparar tu cuerpo, de cara a ser penetrado. Recuerda que el sexo es algo absolutamente natural. El sexo es una necesidad natural que todos los seres humanos y animales tenemos y que, en cualquier momento, puede despertar.
Por otro lado, has de tener en cuenta que el yoga es una liberación de energía. ¿Qué piensas que es, a fin de cuentas, el orgasmo? El orgasmo es energía. Energía sexual, concretamente. Consideramos que la energía sexual también es capaz de despertar nuestra conciencia espiritual. Lo más positivo de todo lo que podemos obtener con el yoga, en nuestra vida sexual, será lograr sincronizar nuestra energía sexual con la energía sexual de tu pareja. Sincronizar los orgasmos es un deseo que muchas parejas persiguen sin éxito. No es fácil lograrlo. El yoga puede ser una ayuda importante en su consecución.
¿Te animas a probar el yoga, ahora que sabes que mejorará notablemente tu salud y capacidad sexual? Atrévete a explorar tu sexualidad mediante el yoga e invita a tu pareja a acompañarte. Y sino tienes pareja, en Fuego de Vida tienes una buena oportunidad de tener sexo gratis con la "excusa" de probar tus nuevas habilidades.
