Desde hace ya unos años, la revolución en el diseño de algunos vibradores y la aparición de nuevos juguetes sexuales, como el succionador de clítoris, han diversificado notablemente la forma en la cual algunas mujeres se dan placer a sí mismas en la intimidad.
A pesar de que, por fortuna, cada vez más mujeres están dispuestas a explorarse en solitario para conocer mejor su cuerpo, saber qué las excita y cómo pedir a sus parejas ser amadas en la cama, aún hay muchas dudas, temores y mitos en torno al uso de ciertos artilugios sexuales.
¿El uso de un succionador femenino causa lesiones?
No. Esto es completamente falso. Los juguetes sexuales que se encuentran disponibles en el mercado están diseñados de forma ergonómica y segura para evitar lesiones, traumas y otras irregularidades en los genitales de quien los usa.
La revista Journal of Sexual Medicine reveló en un estudio que más del 70% de las mujeres que han hecho uso del conocido succionador clitoriano y otros juguetes sexuales, aseguraron que jamás habían experimentado efectos secundarios despuñes de su sesión de autoerotismo.
Solo un 16% reveló que experimentó un entumecimiento vaginal que se prolongó durante algunos minutos y una mínima parte (apenas un 0.5% de las encuestadas) reconoció que la molestia se mantuvo hasta el día siguiente, para luego desaparecer.
Esta sensación de entumecimiento es perfectamente normal y está vinculada a ciertas cosas, como la intensidad del orgasmo alcanzado o cuánto tiempo se estuvo estimulando una misma zona hasta llegar al clímax. Para evitar este tipo de molestias, es recomendable explorar.
En la vagina hay muchas zonas que proporcionan un placer único, solo basta con tomarse el tiempo de descubrirlas paso a paso, sin recurrir siempre al mismo punto.
¿El succionador sexual crea adicción?
No. Este también es un mito muy difundido y algunos especialistas creen que es consecuencia del afán por estigmatizar el placer en las mujeres.
Está demostrado que el uso de succionadores vaginales o vibradores no tiene por qué repercutir en la diversidad con la cual una mujer disfruta de su sexualidad.
La masturbación o el autoerotismo es una práctica tan válida como el sexo en pareja, por lo que el secreto está en saber diferenciar las cosas y comprender qué beneficios se obtienen de cada opción, entendiendo que una no anula a la otra.
Algunos hábitos que podrían manifestarse
Lo que menos debería preocuparnos del uso de ciertos juguetes sexuales es la adicción. En todo caso, donde debemos poner nuestra principal atención para evitar inconvenientes es en la llamada fijación de método.
La fijación de método no es otra cosa que acostumbrarse a alcanzar el clímax recurriendo siempre a la misma alternativa, hábito que con vibrador o sin él, podría acarrear algunos inconvenientes durante el acto sexual.
Es normal que el uso frecuente de ciertos juguetes sexuales tergiverse un poco las expectativas de algunas mujeres en torno al tiempo que les toma alcanzar el orgasmo, por ejemplo.
Mientras que en la masturbación el tiempo de espera es más corto, podría pasar que el clímax se postergue durante un encuentro sexual con otra persona, aunque la estimulación se produzca con los dedos, mediante el sexo oral o la penetración.
En este caso, es importante aprender a diferenciar las cosas, comprender que durante la masturbación sabemos exactamente a qué zonas recurrir y con qué intensidad, por eso los resultados se producen más rápido.
Sin embargo, al hacer el amor con nuestra pareja podemos entregarnos plenamente al disfrute, postergar más la excitación e incluso comunicarnos sin tabú con esa persona, para indicarle lo que tiene que hacer y cómo debe hacerlo, hasta lograr los mejores resultados.
Otro inconveniente que podría surgir del uso frecuente de succionadores de clítoris o de otros implementos sexuales es crear el hábito de alcanzar el orgasmo siempre en la misma postura o recurriendo a las mismas alternativas.
En este caso, lo que recomiendan los especialistas es siempre recurrir a la creatividad, incluso durante la masturbación.
No solo ayudará a conocerse mejor en la faceta sexual, también hará que la experiencia sea más intensa y atrevida, buscando diversos factores de estímulo y variando en cuanto a posturas, técnicas e implementos.
¡A veces podrías dejar el juguete sexual en su caja y recurrir simplemente a la magia de tus dedos!
Cuidado con los vínculos psicológicos
Quizás uno de los verdaderos peligros después del uso de ciertos juguetes sexuales, no es la adicción a ellos o la posibilidad de que algunas mujeres rehúyan estar con otras personas, así como acceder a otras prácticas sexuales; quizás el verdadero riesgo es el vínculo psicológico.
Las mujeres que recurren al vibrador o al succionador clitoriano no solo para masturbarse, también cuando están con su pareja, podrían llegar a creer que sin el artefacto no conseguirán el orgasmo.
Es importante sostener un sano equilibrio entre el uso de los juguetes o no, prestar mucha atención a la creatividad, abrir la mente a nuevas posturas, situaciones y experiencias y estar en permanente comunicación con la pareja.