El juego del muelle es una práctica sexual que se hizo muy popular entre los jóvenes de Colombia y desde ahí se ha extendido a otros países del mundo. Su práctica involucra a varias personas y, aunque a simple vista parece muy excitante, los riesgos que comporta son numerosos.
Además de ser conocido como juego del muelle, también se hace referencia a él como la ruleta sexual, el carrusel del sexo o sencillamente el carrusel. Las variaciones involucran encuentros heterosexuales o exclusivamente homosexuales.
La dinámica consiste en un grupo de hombres, erectos, que se sientan en círculo. Una mujer va pasando de compañero en compañero, sentándose sobre ellos y siendo penetrada. Debe disfrutar del encuentro con cada participante alrededor de 30 segundos. El jugador que pierde es aquél que eyacule.
Hay variaciones en las cuales un grupo de mujeres se reúnen para disfrutar del encuentro con un solo hombre, o en los cuales solo intervienen en el juego del muelle varones. La práctica se ha hecho muy común entre el público joven y varios especialistas advierten sobre sus riesgos.
Debido a que el juego del muelle se practica, en la mayoría de los casos, bajos los efectos de la droga o el alcohol, las probabilidades de que no se tomen las medidas preventivas necesarias son mucho mayores.
En primer lugar, la mujer que participa de la dinámica no cuenta con la estimulación previa necesaria, por lo cual podría ser víctima del conocido vaginismo, que no es otra cosa que ser penetrada sin la debida excitación, haciendo que la experiencia sea desagradable y dolorosa, debido a ciertas contracciones involuntarias. Esto imposibilita el orgasmo y el disfrute.
Los riesgos de embarazo durante el juego del muelle son mayores, ya que algunos de los participantes no usan los métodos anticonceptivos básicos antes de jugar, pero lo más grave de todo es el alto riesgo que existe de contraer enfermedades de transmisión sexual.
El carrusel del sexo puede acarrear la transmisión de enfermedades como VIH o VPH, especialmente porque el intercambio de fluidos es muy alto, siendo una de las principales personas afectadas la mujer o el hombre que recibe las penetraciones.
Algunos especialistas han hecho todo lo posible por difundir información, así como sus debidas advertencias sobre esta práctica. Al ser los practicantes en su mayoría gente joven, no son del todo conscientes de los riesgos que corren al formar parte de este tipo de dinámicas sexuales grupales.
La ruleta del sexo se ha extendido de América Latina a España y las cifras de jóvenes que han sufrido las consecuencias de su imprudencia mediante el contagio de enfermedades, así como de embarazos no deseados, es verdaderamente alarmante.
También hay una gran preocupación por el rango de edad de las participantes, siendo en su mayoría chicas adolescentes. El primer caso registrado de este curioso juego sexual se produjo en Medellín y la joven involucrada tenía solo 14 años. El rango de edad es preocupantemente bajo y salvo muy pocos casos, apenas supera los 19 años.
