El sexo anal es una actividad sexual a la que se le tiene mucho miedo. Para hombres y mujeres es un tabú y a veces es complicado lanzarse a su práctica. Sin embargo, aunque pueda parecer doloroso (y puede serlo si no se practica de manera adecuada), aquí tienes unos pasos sobre cómo empezar en el sexo anal que eliminarán todas tus dudas.
El sexo anal puede ser muy placentero ya que es una zona llena de terminaciones nerviosas, tanto en mujeres como en hombres. A los hombres les produce una enorme estimulación ya que el ano, al ser más estrecho, produce más fricción que la vagina. Por otro lado, el punto G masculino está en el ano, por lo que la penetración anal también les produce placer y es aquí donde los tabúes suelen atacar, pues los hombres heterosexuales son más reticentes a probarlo o a hablar al respecto con sus parejas. Desde aquí te animamos a que rompas los tabúes: tu vida sexual puede dar un giro de 360º con estos consejos que pueden ayudarte a conocerte a ti mismo mucho mejor y lograr que tus relaciones sexuales alcancen otro nivel.
Higiene
Antes de comenzar cualquier práctica anal es importante que el esfínter esté vacío y limpio. Para ello puedes lavar tu ano con agua caliente y jabón, eliminando cualquier resto que quede. Es importante que la práctica anal se haga siempre con preservativo para evitar el contagio de ETS y, en el caso de relaciones heterosexuales, no pasar del ano a la vagina sin limpiar el objeto que se haya utilizado o cambiar de preservativo, pues el traspaso sin protección puede ocasionar infecciones vaginales.
Relájate
La relajación es otro punto clave a la hora de practicar sexo anal, aunque no siempre sea fácil. Dado que el esfínter es un músculo de apertura y cierre, si intentamos forzarlo la práctica puede ser desde casi imposible a extremadamente dolorosa. ¿Cómo dilatar el ano para mantener relaciones? Al comienzo ve poco a poco, acariciando la zona, lamiéndola y estimulando el resto del cuerpo para que los músculos se relajen. También puedes probar con unas nalgadas para ir calentando el ambiente.
Lubricación
Cuando te lances a esta práctica con tu pareja ten en cuenta que la lubricación es algo básico. El ano no cuenta con lubricación natural y aunque hayas trabajado la zona con tu lengua, e incluso te ayudes de los flujos vaginales, es importante contar con mucho lubricante para que la práctica sea fluida y lo más indolora posible. Atento al tipo de lubricante que utilizas, ya que no todos funcionan igual (por ejemplo, en la ducha no utilices uno con base de agua y ten cuidado con los calientes, pues pueden causar reacciones adversas).
Preparación
Antes de pasar a la penetración, ya sea con juguetes sexuales o con el pene, es necesario que tu pareja tenga el ano dilatado. Para ello, una vez has humedecido la zona y la has estimulado, puedes probar a introducirle poco a poco un dedo o utilizar algún dilatador anal que os ayude, suavemente, a ir preparando la zona para el último paso.
Penetración
Antes que nada, no te preocupes si en el primer encuentro no consigues llegar a la penetración. Cada cuerpo es diferente y quizás tú o tu pareja tenéis una piel y unos músculos más sensibles. Sed pacientes; si has seguido todos estos consejos sobre cómo empezar en el sexo anal ya sabrás que la relajación es lo principal por lo que no intentes penetrar rápido ni de manera brusca. Lo mejor es introducir la punta del pene (o del juguete sexual) primero, y comenzar con un ritmo lento para que la práctica vaya fluyendo. Esto, sumado al lubricante, hará que la penetración vaya siendo cada vez más profunda y te permitirá aumentar el ritmo poco a poco.
Ya estás listo para probar el sexo anal con tu pareja. De nuevo recuerda que la relajación y la confianza en el otro son clave para disfrutar de esta práctica, solo así conseguirás que sea, además de indolora, muy placentera.