Está demostrado que el uso de piercings genitales no tiene únicamente una función estética, sino que es también un complemento capaz de provocar curiosidad, morbo y muchísimo placer, sobre todo para la persona que descubre su ubicación en los órganos sexuales de su pareja.
En efecto, los piercings genitales funcionan en muchos casos como las bolas chinas y otros juguetes sexuales, diseñados específicamente para estimular determinadas zonas e incrementar el placer. Sin embargo, antes de dar el paso y ofrecer a tu pareja un gran deleite, es necesario tomar algunas precauciones.
Ten en cuenta que estás colocando un piercing en una zona muy sensible de tu cuerpo, por lo que debes extremar las precauciones y tomar todas las medidas necesarias para garantizar tu salud y la de tu pareja.
Recomendaciones previas antes de decidirte por un piercing genital
Algo básico pero muy importante, si deseas colocar un piercing en alguna zona de tu vagina o tu pene, lo primero que debes hacer es contactar con una persona que tenga experiencia; y que te asegure que se van a respetar las medidas sanitarias necesarias para que el procedimiento se lleve a cabo sin riesgos y en condiciones óptimas.
En segundo lugar, debes prestar especial atención al tiempo que tu piercing tarda en cicatrizar y a las condiciones de la herida. Si se produce enrojecimiento, ardor o alguna molestia, es muy probable que no esté cicatrizando de la manera correcta, así que lo más aconsejable será hablar con un experto o someterse a una revisión médica para descartar infecciones.
Dependiendo de la zona de tus genitales en la que decidas colocar el piercing, el tiempo de recuperación varía, por lo que el proceso de recuperación puede llevar de cuatro a diez semanas. Lo más aconsejable es que durante este período evites cualquier encuentro íntimo o, al menos, tengas más cuidado del habitual para evitar riesgos.
Por último, pero no menos importante, debes preguntarte cuál es la función que quieres que cumpla el piercing en tus genitales. Lo creas o no, algunos de ellos son meramente estéticos, muy útiles para avivar el morbo o la curiosidad, mientas que otros juegan un papel fundamental para la estimulación y el placer de tu pareja.
Piercing genital femenino
Encontramos tres zonas principales en los genitales femeninos donde se puede colocar un piercing que son en el pubis, en el clítoris o en los labios vaginales.
El piercing que se coloca en el monte de venus recibe también el nombre de piercing Christina y su finalidad es meramente estética. El tiempo de cicatrización puede variar entre 3 y 9 semanas y debes tener en cuenta que su principal función es la de provocar curiosidad, incitar y avivar el morbo de tu pareja.
Los piercings para los labios genitales pueden colocarse tanto en los labios menores como en los mayores, generando un gran morbo a simple vista. Hay personas que sienten muchísimo interés por estos complementos, así que, si lo que si deseas dar un toque extra de picardía a tus encuentros sexuales, te resultará muy útil decidirte por esta opción. Generalmente, este tipo de piercings tardan entre 4 y 10 semanas en cicatrizar por completo.
Por último, otra interesante opción son los piercings para el clítoris, que se pueden colocar de dos maneras: en posición vertical u horizontal. El primero de ellos influye de manera muy especial en el placer sexual; y el segundo cumple una finalidad meramente estética y muy, muy explosiva a los ojos de quien lo contempla. En aproximadamente 4 u 8 semanas la herida ya debería estar completamente cerrada.
Piercing genital masculino
En lo que respecta a piercings para hombres, existen al menos cuatro zonas en las que es posible colocar este llamativo accesorio: en los testículos, en el tallo del pene, en el glande y el conocido como piercing uretral, uno de los que requieren mayor cuidado y tiempo de recuperación.
Los piercings genitales masculinos que se ubican en el escroto cumplen una función meramente estética, al igual que los ubicados en el cuello del pene. Sin embargo, dependiendo de su ubicación, estos últimos pueden facilitar un placer adicional durante la penetración.
El piercing en el glande y el piercing uretral son los que definitivamente ofrecen beneficios importantes durante cualquier encuentro íntimo, proporcionando placer adicional durante la penetración.
En el caso del piercing uretral se conocen dos tipos, el llamado piercing príncipe Alberto, caracterizado porque la perforación se hace en la uretra. El segundo de ellos es conocido como piercing Delfín, que consiste en una incisión superior o inferior en la apertura uretral.
Es importante destacar que el príncipe Alberto y el Delfín son los piercings sexuales masculinos que requieren un mayor cuidado, ya que el tiempo necesario para una recuperación completa podría extenderse durante varios meses.