La mayoría de nosotros ha pasado por una época en la que sentíamos que no encajamos con nadie y estábamos solos. Unas personas lo llevan mejor que otras y es normal, ni todos somos iguales ni todos reaccionamos igual ante las circunstancias de la vida.
Es lógico que ante una situación de aislamiento social nos sintamos peor con nosotros mismos y un poco desorientados. Por eso es aconsejable revertir la situación, buscar una solución lo antes posible y conseguir ser felices con nuestras vidas.
Encontremos la causa
La famosa frase “no tengo amigos” viene normalmente dada por una serie de circunstancias que nos han empujado hacia esta posición y que pueden ser muy variadas.
Si abandonamos a nuestras antiguas amistades por una relación absorbente que luego no funcionó o tal vez lo que nos absorbe es el trabajo o nuestras obligaciones con algún familiar o con los hijos, si se dio el caso de que nos mudamos a una ciudad nueva o que tuvo lugar un enfrentamiento con personas que creíamos nuestros amigos, es importante reflexionar y poner nombre al problema. Cuando tengas localizado el problema te resultará más fácil encontrarle una solución.
Hay personas que sencillamente no son tan amigables como otras o les cuesta más abrirse a personas que acaban de conocer. Y eso está bien, pues cada persona tiene su propia forma de ser y en la variedad está el gusto. Pero también es cierto que si realmente estamos hartos de la soledad, debemos esforzarnos un poco en abrirnos al mundo. Podemos hacerlo respetándonos a nosotros mismos, de modo que así nos sentiremos más cómodos y seguros.
Busquemos la solución
- ¿Piensas que eres el único que sufre soledad? Ni por asomo. Ahí fuera hay millones de personas que creen que no pueden hacer amigos o que nunca podrán conocer gente agradable con la que pasar un rato. Tan equivocados están ellos como tú. Aunque ahora te parezca estar en un pozo sin salida y te veas incapaz de encontrar la solución, lo mejor es que mantengas la calma y pienses: si me atreviese a conocer gente… ¿qué es lo peor que me podría pasar? Si te gustasen ciertas personas solucionarías tu problema y si no, te quedarías tal y como estás. Quizás los aspectos negativos no sean tan malos como piensas.
- Si ya has identificado tu problema y se trata de que te has alejado de tus amigos, podrías probar a buscar otra vez su compañía. Tal vez siga habiendo buen rollo entre vosotros y acercarte poco a poco a ellos no resultará violento. Si ya habéis sido amigos, seguro que te guardan cariño y tienen ganas de volver a saber de ti. Hazles saber que te equivocaste y te centraste en quien no debías. Si merecen la pena lo entenderán.
- Si en cambio tuviste algún problema con unos amigos y quieres solucionarlo, lo mejor es que hables con esas personas en concreto y le expliques cómo lo viviste tú. Escucha su punto de vista y explícales tu versión de la mejor manera que puedas. Perdonar y ser perdonado es de las mejores cosas que pueden ocurrirte.
- Por otra parte, quizás sientas que todos esos antiguos amigos no merecen la pena o ya las cosas han cambiado. Bien, es importante saber lo que uno quiere en su vida y saber eliminar a las personas negativas de su camino. Una vez decidido esto podemos centrarnos en conocer nuevas personas.
Otra de las mejores maneras para hacer buenos amigos es buscarlos en aquellas actividades que a ti te encante realizar, pues así será más fácil que compaginéis. Si te gusta estudiar idiomas, apúntate a clases o aventúrate a darlas tú; si te apasiona un deporte, descárgate alguna aplicación que otros apasionados usen o algún sitio web donde puedas contactar con ellos y hacer deporte juntos. Igual si te gusta escribir, dibujar cómics, bailar o el doblaje. Seguro que en tu ciudad existen muchos talleres o cursos donde se lleven a cabo esas actividades y tú puedas disfrutarlas mientras conoces gente.
En tu trabajo, tu universidad o tu gimnasio seguro que encuentras otras opciones en las que hablar con gente que comparta tus gustos, como el grupo de debate, un curso de formación o una clase de boxeo.
Si eres más atrevido también existe la posibilidad de acercarte directamente a la gente. En cualquier bar, pub, parque o centro comercial, no importa el lugar, lo importante es que te lances y te presentes. No temas mostrarte tal y como eres, existen muchas personas que estarán dispuestas a conocerte y a darte una oportunidad. Nunca somos del todo conscientes del poder que tenemos. Muéstrate confiado y abierto y la gente te responderá igual. ¡Lánzate a la piscina!
Siempre es buena idea pedir ayuda. Si tienes algún primo/a, algún amigo/a o compañero/a con el que exista cierta amistad o afinidad, puedes pedirle que te presente a amigos suyos o proponerles quedar un día para tomar un café o ir al teatro, algo que os guste a la mayoría. Puede ser una buena oportunidad para hacerse un hueco en algún grupo.
Muévete, deja los complejos debajo de la cama y sal a comerte el mundo. Olvida el “no tengo amigos”. Todos tenemos cosas buenas que ofrecer, recuérdalo cada día, a ti mismo y a los demás.