Es bastante común que cualquier persona con experiencia lleve a sus espaldas más de una relación amorosa. En realidad, es poco común que a lo largo de la vida solo hayas tenido una pareja, la actual. Y todavía más improbable es que ambas partes de una pareja sean, al mismo tiempo, la primera pareja del otro. Casi todo el mundo tiene un historial amoroso, más o menos extenso y más o menos positivo y agradable. Y todos los que tienen un historial amoroso tienen un recuerdo sobre sus exparejas y una larga serie de anécdotas sobre esa relación pasada.
Ahora bien, ese recuerdo, ¿qué importancia guarda en el presente? Cada uno de nosotros lo valoramos de manera distinta. Pero si estamos en una relación con alguien nuevo en nuestras vidas, ¿hasta qué punto debemos traer ese pasado al presente? ¿Cuándo es saludable hablar del pasado y cuándo puede ser dañino para la relación actual y para la nueva pareja?
En este asunto no hay una solución perfecta. Cada persona es un mundo y cada pareja vive lo suyo a su manera. Lo que vale para unos, no sirve para otros. Pero sí que hay unas pautas comunes que se podrían encontrar en todo el mundo. Vamos a ver cómo llevar adelante el tema del historial amoroso.
El historial amoroso, un asunto delicado
Tanto si estás empezando con una nueva pareja, que podría convertirse en la definitiva, como si se trata de una relación de larga trayectoria en la que ambos os conocéis perfectamente, el asunto de las exparejas puede ser peliagudo dependiendo de cómo haya sido esa relación, cómo la traigas del pasado y cómo sea la personalidad de la otra parte. Algo que debes tener en cuenta es el momento de hablar. ¿Cuándo sacar a colación el nombre de tus exparejas?
- En el caso de una nueva pareja, con la que llevas saliendo poco tiempo, puede ser especialmente molesto. Puedes dar la impresión de llevar arrastrando algo que todavía no has dejado completamente atrás y tu nueva pareja podría, incluso, sentirse comparada y analizada. Como si no fuera suficiente o estuviera siendo puesta a prueba, en lo bueno y en lo malo. No es una buena manera de llevar adelante una relación. Si tu pareja te pregunta y crees que no estás en el mejor momento para hablar de algo reciente, no dudes en decirle que es un poco pronto para tratarlo. Debes actuar con diplomacia y cortesía, dejando claro que es un tema del que podéis hablar, pero mejor más adelante, cuando lo vuestro esté más afianzado y la relación sea más fuerte.
- Quizá la mejor recomendación es que no hables de tu historial amoroso por costumbre ni lo saques a la luz continuamente. Tampoco es necesario que lo escondas y mientas sobre él. Simplemente aplica esta norma: si el tema sale de manera natural y espontánea, tratadlo, pero con cuidado. No querrás ofender a tu pareja, ni darle mala imagen de ti. Porque hablar mal de otras personas no dice nada bueno de ti y puede llevar a tu pareja a pensar “¿y si acabamos cortando hablará así de mí?”. Eso no es positivo ni para tu pareja ni para tu ex ni para ti. Puede que tu relación con tu expareja acabara mal y sufrieras, pero ¿es necesario regodearse en ello y hablar con rencor?
- ¿Hablar mucho o poco? No es lo mismo comentar “yo cené aquí una vez con Susana, mi ex”, que sacar a colación a la tal Susana cada dos por tres. Tampoco es lo mismo comentar una o dos cosas de una o dos exparejas que hacer un recital de todo tu historial amoroso de cinco novios, un matrimonio y doce rolletes de una noche. Simplemente, trátalo con naturalidad y siendo consciente de que el pasado te ha hecho como eres, pero que no hay que traerlo continuamente al presente. Si te aferras siempre al pasado y a tus experiencias con tus exparejas, ¿qué vas a dejar para experimentar el presente con tu nueva relación? Céntrate en el hoy con tu nuevo amor, mirando al futuro y respetando al pasado.
- Sé natural. Si el tema sale, no ocultes ni mientas, pues podría parecer que estás ocultando algo, pero tampoco cuentes todo. Deja algo para la privacidad de tu expareja. Piensa: ¿te gustaría que tu ex estuviera continuamente hablando de ti a otras personas (para lo bueno y para lo malo)? Una buena manera de caminar por este sendero es no hacer lo que no te gustaría que te hicieran. Deja que el tiempo cure las heridas, es mejor que traerlo siempre al presente y seguir haciéndose daño. Algo que también dañaría a tu nueva pareja.
- Respeta a tus exparejas y también a tu pareja actual. No le ocultes tu pasado, pero trátalo con sensibilidad y sensatez, de manera que ambos podáis continuar vuestro presente sin ningún tipo de lastre. La expareja queda atrás, como amigos o no, pero el presente y el futuro están con tu pareja de ahora.
Cómo contar nuestras antiguas relaciones
Como hemos dicho más arriba, la pareja actual podría sentirse comparada con tus exparejas y eso es muy incómodo. Tu ex, como cualquier persona, tendrá virtudes y defectos, cosas de las que sentirse orgulloso y otras no tanto. Pero si hablas continuamente de tu pasado con esa persona maravillosa, tu pareja actual se sentirá en inferioridad ante un modelo con el que no puede competir. También se preguntará en qué situación sentimental estás tú con tu expareja, ya que tanto la tienes presente. Nadie quiere estar emparejado con alguien que todavía está enamorado de su ex.
Un tipo de comparación especialmente dañina puede ser la sexual. Hablar de tus experiencias de cama, con nombres y apellidos, y compararlas con tu situación actual puede ser algo vergonzoso y agresivo para tu pareja. Deja que tu experiencia sexual hable por ti, pero no hables tú por ella. Además, hablar de tu actividad sexual pasada puede poner en peligro la intimidad de terceros. ¿De verdad necesitas contar lo que hiciste con Susana o con Mario, sin que ellos te den permiso para hacerlo?
