El proceso de experimentar la sexualidad a veces nos lleva a sumergirnos en todo tipo de juegos sexuales con todo tipo de accesorios y prácticas alternativas que pueden hacernos olvidar otras maneras más simples, pero ancestrales, para alcanzar orgasmos intensos.
Hoy traemos una técnica milenaria, nacida en la India y desarrollada en el Asia Oriental, el “beso de Singapur”, conocida también como pompoir (“chupadora” en francés) o kabazza (en árabe). Esta práctica, como su nombre indica, es una técnica de sexo oral en la que, sin embargo, no interviene la boca. ¿Qué es el “beso de Singapur” entonces? Básicamente se trata de que la mujer utilice la musculatura vaginal con el pene del hombre dentro, provocando un efecto de succión cercano al que se produce durante el sexo oral pero que, en este caso, implicará a las dos partes activamente, ayudando a que ambos miembros alcancen superorgasmos.
El “beso de Singapur. Cómo se hace
En realidad, la teoría es sencilla, aunque es cierto que a unas mujeres les puede costar más que a otras (aquellas que practiquen yoga o pilates con regularidad lo tendrán más fácil ya que los músculos que se trabajan en esta técnica también se ejercitan en estas otras actividades). Para hacer estos “besos” intensos la chica deberá colocarse en una posición en la que ella domine (puede ser ella encima, pero no existe una postura exacta para esta práctica). Tras introducir el pene en la vagina, se deberán dejar quietas las caderas durante unos segundos centrando la atención en mover únicamente el músculo pubocoxígeo, contrayéndolo de manera rítmica e intensa. Y no, el placer no está reservado solo a ellos, ambos tendrán orgasmos muy intensos ya que durante el “beso de Singapur” la vágina y el clítoris son estimuladas y trabajan conjuntamente.
Ejercicios para reforzar la musculatura
Visto cómo hacer el “beso de Singapur”, ya hemos aclarado que algunas mujeres podrán hacer este movimiento muscular con menos dificultad que otras. No obstante, como lo que queremos es que todos podáis probar estos “besos” tan placenteros, aquí van unos consejos para ejercitar los músculos que entran en juego en esta práctica.
Los ejercicios que proponemos se llaman “terapia de Kegel” y es una actividad que pueden realizar tanto mujeres como hombres. Consiste, en el caso de la mujer, en buscar una posición cómoda para después contraer la vagina entre 3 y 5 segundos en series de 10 repeticiones cada una. Se aconseja hacer 3 series de 20 repeticiones a lo largo del día. Conforme se vayan ejercitando los músculos lo ideal es profundizar en estas contracciones, intentando realizar más repeticiones y mantener más tiempo contraída la vagina.
Otra manera de ejercitar es en el baño mientras se está miccionando. La idea consiste en cortar el flujo de la orina y mantenerlo interrumpido durante unos segundos e ir repitiendo esta acción varias veces.
El “beso de Singapur” es una buena manera de poner en práctica un sexo oral distinto, en el que los genitales de hombre y mujer entran en acción, ideal para sesiones de sexo tranquilas pero intensas. Es una técnica fantástica para luchar contra la eyaculación precoz o la disfunción eréctil en el hombre y para resolver esos problemas de libido que pueda tener cualquier miembro de la pareja. Lo que sí es seguro es que provocará un orgasmo muy especial.