La higiene sexual y la protección deberían ser tus prioridades si estás pensando en disfrutar de un momento íntimo con una persona a la que conoces poco o con un follamigo. Es cierto que en la cama las posibilidades son ilimitadas.
También es verdad que el disfrute del sexo muchas veces va de la mano con la variedad. Dependiendo de las cosas que desees vivir y explorar, la experiencia puede tornarse verdaderamente fascinante para ti y tu pareja, sin embargo, este deseo de entregarse sin límites tiene sus riesgos.
Durante el encuentro sexual no solo se intercambian fluidos. Tratándose de un episodio íntimo donde la penetración tenga una participación importante, tenemos que añadir detalles como el impacto que el roce tiene sobre los genitales, especialmente los femeninos.
El roce provoca irritación y de alguna forma los genitales se encuentran más vulnerables a las bacterias, especialmente en la zona que corresponde a la uretra. Si deseas que los efectos del sexo, antes y después de hacerlo, sean verdaderamente placenteros, considera estas medidas de higiene sexual.
Toma precauciones, especialmente tratándose de la penetración
El sexo o la penetración anal pueden estar presentes durante el encuentro, sin que esto te lleve a descartar otras alternativas, como la penetración vaginal. Al utilizar diversas vías para el disfrute, debes ser doblemente cuidadoso con la higiene.
Muchas veces nos dejamos llevar y olvidamos que el pH de nuestras zonas íntimas es distinto, así como las bacterias que naturalmente habitan en uno o el otro. Cuando hay penetración vaginal (ya sea con el pene o con juguetes sexuales) y luego se practica la anal, o viceversa, hay que hacer un alto.
No es aconsejable que el mismo juguete que introduces en la vagina vaya luego al ano o viceversa. Se recomienda usar accesorios distintos para un canal o el otro, al menos contar con una alternativa que te permita controlar el intercambio de fluidos y de este modo evitar las molestias de las infecciones.
Si la penetración se realiza con el pene por una vía u otra, lo ideal es cambiar el preservativo.
Limpia adecuadamente tus juguetes
Una de las principales razones por las que ocurren infecciones o contagio de enfermedades de transmisión sexual después del coito es el uso indebido de juguetes sexuales. Ten en consideración que la higiene de estos juguetes debe ser minuciosa, independientemente de que los uses solo tu o lo compartas con una pareja.
Antes de emplearlos, asegúrate de que se encuentran efectivamente limpios. Podrías incluso recubrirlos con un condón o preservativo, en especial si los usarás para dar placer a alguien más que no seas tú.
El preservativo te ayudará a evitar los contagios, te ahorrará tiempo y esfuerzo en la limpieza de tus juguetes sexuales y hará que todo sea más seguro para ambas personas.
Una vez hayas disfrutado de tus juguetes sexuales en solitario o acompañado de alguien más, asegúrate de limpiarlos correctamente, siguiendo siempre las instrucciones que el fabricante sugiere y evitando usar sustancias que puedan dañar tus implementos sexuales.
Conserva una buena higiene de los órganos sexuales, antes y después
No basta con ser minucioso en la limpieza de tus genitales después del encuentro sexual, también hay que conservar la misma rigurosidad antes de ese momento. Esto hará que la experiencia sea definitivamente mucho más segura y placentera para todos los implicados.
En el caso de las mujeres, la ducha vaginal es una alternativa más que aconsejable después de tener un encuentro íntimo, independientemente de que se lleve a cabo con otra mujer o con un hombre.
Muchas veces la flora vaginal es muy sensible, sufre alteraciones y eso podría ocasionar trastornos muy molestos que ocasionan ardor, escozor e irritación. No olvides asear muy bien tus zonas íntimas tras una noche de sexo.
Los hombres también deben ser precavidos con la correcta higiene de su miembro, especialmente en lo que corresponde a la zona del glande, sobre todo si hay exceso de piel allí.
Orina al terminar el encuentro
Tratándose de la higiene sexual antes y después del sexo, la sugerencia de orinar después del acto siempre será una buena opción.
Gracias a la micción, limpias la uretra y evitas que las bacterias se queden que hayan ingresado a ella durante el acto sexual se queden allí, ocasionando infecciones. Esta es una práctica bastante saludable que no solo es aconsejable en ellas, también en ellos.
Recuerda que el disfrute del sexo no sucede solo durante el encuentro íntimo. Tu salud y la de tu pareja también tiene mucho que ver con el placer de la experiencia, en especial porque sabrás que te mantienes saludable, evitando el contagio innecesario de enfermedades de transmisión sexual.
