Este sábado tuviste tu primera cita con la persona de tus sueños, y claro, tienes ganas de más. Entonces empiezas a pensar en cuándo y cómo proponerle una segunda cita pero tienes dudas, miedos, y hasta te planteas si es mejor esperar a que sea ella quien lo proponga o que, si al final te lanzas y lo propones tú, te diga que no. Sabemos que la segunda cita es tan importante y definitoria como la primera pero, ¿sabemos cómo hacer para conseguir volver a ver a esa persona?
Si quieres evitar que las inseguridades te bloqueen a la hora de proponer la segunda cita, lo más importante es hacer revisar a fondo cómo fue la primera. Es decir: qué sensaciones te transmitió la otra persona, qué tal fue la conversación, cuántas ganas tienes de seguir conociendo a esa persona, y, quién sabe, tal vez si dejas volar la imaginación puedas pensar en si ves un futuro al lado de esa persona. En cualquier caso, seguro que al recordar esa primera cita te das cuenta de que ella ya te mandó señales de que quiere verte otra vez.
Entonces, ¿cuándo tenemos que proponer la segunda cita? Las estadísticas quizás nos puedan ayudar. Un estudio dice que solo el 16% de las mujeres esperan entre dos y seis días para volver a quedar, mientras que un 42% espera más de dos semanas. También el mismo estudio dice que el 97% de las mujeres consideran que el primer paso debe darlo el hombre. Teniendo esto presente, parece que la pelota cae en el lado masculino. Sin embargo, no desfallezcas, lo más importante a la hora de proponer una segunda cita no es tanto el momento de pedirla sino que se haga de forma natural. Para ello, aquí van unas propuestas de cuándo proponer una segunda cita para que esta se haga realidad:
Durante la primera cita
¿Quién dijo que era obligatorio esperar para proponer una segunda cita? Hoy día vivimos en la era de la información y de la comunicación, estamos acostumbrados a un ritmo de vida más acelerado, ¿por qué tendríamos que esperar cuando ya estamos sintiendo esa conexión con la otra persona? Insistimos, lo importante es que surja de forma natural. Si estamos hablando de algún gusto en común (el cine, los libros, el arte, la música, etc.), tal vez sea un buen momento para proponer esa segunda cita.
Al final de la primera cita
Pero si los nervios han podido con nosotros o no nos hemos visto capaces de expresarlo en el momento, tampoco hay que dudar en proponer volver a vernos al final de la cita. Si todo ha ido bien, nos hemos sentido cómodos, hemos visto que la conversación fluía, hemos sentido esa atracción tan especial… ¿qué puede salir mal?
Al día siguiente
Si durante la cita fue imposible, no es buena idea que le escribamos a la otra persona al llegar a casa. Esto puede hacernos parecer demasiado seguros o demasiado necesitados. Por eso, dependiendo de cómo concertáramos la primera cita y lo que sucediera en esta, una buena idea sería contactar al día siguiente con la otra persona. Si antes de vernos nos hemos estado comunicando por mensajes con frecuencia, y si disfrutamos mucho esa primera vez, un mensaje al día siguiente explicando que lo pasamos muy bien y que queremos volver a quedar es una forma perfecta de conseguir esa segunda cita.
La regla del jueves
Y si nada de esto nos hace sentir seguros, existe la conocida regla del jueves. Esta regla consiste en que, si tuvimos la cita en el fin de semana, esperemos hasta el jueves para contactar con la otra persona. De esta forma le hacemos saber que tenemos interés en ella y le damos tiempo suficiente a organizarse el fin de semana para que pueda quedar con nosotros si el interés es recíproco.
Ahora que hemos conseguido una segunda cita, es importante prepararnos para que todo salga bien. Solo habremos de seguir unos sencillos pasos:
1. No presionarnos, es mejor dejar que todo fluya.
2. Hacer algo distinto de lo que hicimos en la primera cita, tal vez teniendo en cuenta esos gustos en común.
3. Prohibido prestar atención al teléfono y hablar de los ex.
4. Buscar buenas conversaciones que nos ayuden a conocernos mejor.
5. Aunque suene obvio, es importante ser nosotros mismos, la ficción es mejor dejarla para los libros.
Durante esta segunda cita la atracción se hará más evidente, y habrá más oportunidades de lanzarnos a dar el primer paso. Pero, para los que no lo ven claro, es bueno recordar que siempre hay señales que nos ayudan a discernir si hay o no hay ese feeling.