Ser buen amante en la cama es una de nuestras mayores preocupaciones. Y esto consiste en saber cómo dar placer y cómo disfrutarlo. Sin embargo, mientras nos preocupamos mucho por la teoría y la práctica de las relaciones sexuales, poco nos interesa saber del momento en que ya hemos conseguido lo que queríamos. Si bien lo damos todo para conseguir ligar con esa persona que nos interesa y ponemos todo nuestro empeño en que pase la mejor noche de su vida en nuestra cama, parece que toda esta implicación se nos olvida una vez llegamos al clímax.
Y esto hace que el momento postcoito sea uno de los momentos más incómodos. Son muchos los errores que cometemos tras mantener relaciones por primera vez con alguien y esto puede jugar muy en contra de nosotros mismos si no sabemos gestionarlo. Así que si tienes la intención de volver a quedar con esa persona o simplemente quieres darle una buena impresión, ten en cuenta los siguientes consejos.
Consejos a tener en cuenta después del sexo
Quejarte si no te ha gustado
Si lo vuestro ha sido un ligue de una noche de nada sirve que empieces a quejarte y a rayarte. La química en la cama es algo que se da y que difícilmente vais a poder forzar así que más vale que lo dejes pasar. La solución es muy sencilla: NO repitas. Hablándole acto seguido de qué cosas te han gustado y cuáles no solo vas a conseguir que se ofenda. A nadie nos gusta que nos hagan sentir mal en materia de sexo.
Pedirle que se vaya
A todos nos incomoda el momento en que tras el sexo no sabes qué va a pasar. ¿Pretende quedarse a dormir? ¿Quiere marcharse y no sabe cómo? Porque seguramente tú estés deseando pedirle un taxi pero no es la manera más educada de conseguir que se vaya. Es un momento bastante delicado y vas a tener que medir tus palabras para que no se moleste.
Sácale algo de conversación, pregúntale qué planes tiene por si fueran de alguna ayuda y si no invéntate alguna excusa por la que no se pueda quedar. Que tu hermana llega pronto de visita, que tienes que salir de casa muy temprano... Incluso puedes comentárselo antes de veros. Si no te gusta dormir con nadie es mejor que dejéis las cosas claras y ya que decida si acudir al encuentro o no.
Compararlo con tu último ligue o pareja
¿Has escuchado alguna vez eso de 'las comparaciones son odiosas'? Pues multiplícalo por 3. Nada de comparar tamaños o movimientos de cadera, ni siquiera si sale ganando. El sexo no es un examen y es así como se sentirá si empiezas a comparar en sus narices. Que la comparación te sirva a ti para saber si repetir o no es una cosa, que la utilices para halagar o no su desempeño es otra muy diferente.
Preocuparte por los condones cuando ya estáis en faena
No nos cansaremos de repetírtelo. Los condones son fundamentales así que más vale que los tengas presentes antes de entrar en faena si no quieres correr el riesgo de un embarazo no deseado o contagiarte de una ETS. Nada de acordarte tarde de que no os estáis protegiendo porque justo será eso, tarde. Y además, será bastante molesto y os cortará el rollo a ambos tener que parar a mitad para buscar un condón en alguna parte.
Evitar los silencios
Hay dos tipos de silencios: los del durante y los del después. Si estáis disfrutando del sexo es prácticamente imposible que no emitáis ningún tipo de sonido. No es cuestión de que gimáis a tal volumen que os escuchen los vecinos, de hecho los hombres suelen gemir hacia el final del coito únicamente mientras que las mujeres durante toda la relación. Pero, tampoco de que parezcáis dos muñecos.
Y tampoco debéis quedaros callados tras el sexo o viviréis un momento muy incómodo y tenso. No es necesario que tengáis la conservación más trascendental del mundo pero el silencio os resultará bastante violento.
Preguntarle en qué está pensando
Así, si estáis en silencio una de las peores cosas que podrías decir y que por desgracia es bastante típica es hacerle esta pregunta. Es mejor que intentes sacarle conversación por otra parte antes que forzar a la otra persona a que te explique. Puede sentir que la estás juzgando o que le estás reprochando que no te hable.
Ponerte a mirar el móvil
Todos sabemos lo molesto que es quedar con los amigos y que cada uno esté en su propio mundo cara su smartphone en lugar de atender a quienes tienen a su alrededor. Pero, ¡incluso en la cama somos capaces de hacerlo! Si es tu caso será mejor que lo evites o la otra persona se podría sentir utilizada. Ten un poco de cortesía y educación y deja tu móvil para cuando se haya ido.
Dormirte nada más acabar
El sexo es muy útil para combatir el insomnio pues libera hormonas que favorecen el sueño. Pero, más vale que no te duermas nada más acabar o la otra persona podría molestarse. Dedícale un tiempo de caricias y besos tras llegar al clímax que os sirva a los dos para relajaros. Después de esto, si habéis acordado que se quede a dormir ya podéis caer rendidos en los brazos de Morfeo.
Preguntarle cómo se llama
Te parecerá increíble que tengamos que advertirlo pero es más común de lo que piensas y sobre todo cuando se mantienen relaciones esporádicas. Preguntarle a la otra persona cómo se llama es una falta de respeto y evidencia el poco interés que tienes más allá del sexo. Así que si te sucede alguna vez intenta buscar algún apelativo cariñoso con el que referirte.