Las relaciones son una odisea, una montaña rusa de emociones donde todo se vive con gran intensidad. Y cómo no, no podían ser menos las rupturas. Muchas parejas siguen juntas por rutina, por no saber cómo dejar la relación o porque temen estar solas, y esto solo puede traerles sinsabores.
Si es tu caso, seguramente estarás temiendo hacerle daño a tu pareja y cómo se lo tomará. El cariño y el tiempo que habéis compartido ha hecho que vuestros lazos se unan y, más allá de si os seguís queriendo como pareja o no, existe el respeto y el sentimiento de protección sobre el otro. Por ello una ruptura puede ser un duro trance al que no te atrevas a enfrentarte. Pero mantén la calma. Antes de conoceros érais felices así que podréis serlo en un futuro por separado. Solo necesitáis daros el tiempo necesario para superarlo, y quién sabe, quizás algún día podáis ser amigos.
Lo que no debéis hacer es seguir juntos si la relación no funciona, a la larga os podríais estar haciendo mucho daño. De modo que, pese a lo duro que pueda parecerte, ármate de valor y aclara las cosas con tu pareja. Os lo debéis por todos los buenos momentos.
Pasos para terminar una relación de forma saludable
1. Organiza tus sentimientos: Cuando te plantees verdaderamente dejar la relación te vas a dar cuenta de la cantidad de sentimientos encontrados que tienes. Seguramente todavía quieres a tu pareja pero necesitas descubrir de qué forma. Puede que solo la veas como una amistad, como alguien que te produce mucha ternura o a quien tienes mucho cariño, o alguien a quien quieres mucho pero donde los buenos momentos no compensan los malos. Por ello, necesitas saber qué sientes para poder hacérselo saber o de lo contrario le generarás muchas dudas.
2. Encuentra el momento adecuado: Después de todo el tiempo que habéis compartido juntos seguro que conoces a tu pareja lo suficiente como para saber si está bien o está mal. Si crees que está pasando un mal momento ayúdala a solucionarlo primero. Encontrar un momento en el que se encuentre bien anímicamente hará que lo afronte con mucha más fuerza y predisposición a salir adelante.
3. Ante todo sincérate: Para no herir a tu pareja lo mejor es que le digas las cosas con tacto pero sin caer en las mentiras con tal de no hacerle daño. La sinceridad va a ser muy importante para que comprenda realmente qué ha ido mal en vuestra relación y en qué punto estáis. Más vale que le duela ahora un poquito a que no pueda superarlo por no ser claros.
4. No culpes a tu pareja de todo: Si haces que todos los motivos recaigan en tu pareja únicamente lo que vas a conseguir es hacerla polvo sin razón. Una pareja es un equipo y si habéis llegado a este extremo normalmente es porque ambos habéis cometido fallos. Asume tú también tus errores y no tires balones fuera, a la larga te sentirás mejor.
5. Mantén la calma durante las discusiones: Si pensabas que iba a ser fácil te darás cuenta muy pronto de que has sido bastante iluso. Si eres el único de la relación que estaba pensando en dejarlo las discrepancias y los reproches van a surgir y es que las rupturas suelen ser momentos bastante tentos. No obstante, no te dejes llevar por los nervios del momento o la situación irá a peor.
6. Ofrécele tu amistad: Si antes de ser pareja habíais sido amigos intenta no perder esto de vista. Al principio suele ser algo complicado, sobre todo mientras las heridas todavía no han cicatrizado. Pero demuéstrale que en cuanto se recupere vas a estar ahí para ayudar a tu pareja en lo que sea. Así le harás saber que de verdad ha formado y forma una parte importante en tu vida y se sentirá valorada.
7. Evita las idas y venidas: Son muy frecuentes debido a que las parejas se echan de menos tras la ruptura. Así, tienden a reconciliarse momentaneamente hasta que se dan cuenta de nuevo de que están mejor separados, y con esto solo consiguen alargar el proceso que necesitan para superar la relación. Sé fuerte y mantente firme, si lo habéis dejado es por algo y aprenderéis a vivir separados.
Razones para terminar una relación
También puede ser que estés en el dilema de si merece la pena seguir luchando por tu relación o si bien ya te has cansado y no tienes más fuerzas. Y es que nunca es fácil atreverse a pasar página. Pero, hay circunstancias en las que créenos, lo mejor para ti y en cierta manera también para tu pareja es dejarlo. A continuación te presentamos algunas de las situaciones más comunes. Si te identificas con alguna ya sabes, lo mejor es terminar con tu relación.
1. No lo quieres de la misma forma: Antes lo vuestro era pasión y deseo y ahora es cariño y ternura. Las relaciones van evolucionando y puede ser que la vuestra se haya transformado en una bonita amistad sin que os déis cuenta. Si sientes que ya no te remueve lo mismo que te removía antes cada vez que lo veías es que se os ha apagado la llama y lo mejor será que continuéis pero como amigos.
2. No te permite realizarte: Todos tenemos sueños y aspiraciones, tanto profesionales como personales, que nos gustaría alcanzar algún día. Y nuestra pareja debería ser la persona que nos motivase a conseguirlas puesto que se supone que quiere siempre lo mejor para nosotros. No obstante, si sientes que te limita y que no te permite disfrutar de aquellas cosas que te hacen feliz lo mejor será que te alejes.
3. Está siendo demasiado celoso, mentiroso o egoísta: Estos tres defectos pueden mermar una relación hasta el punto de acabar con todo lo que habíais construido. Las parejas están para apoyarse, confiar y construir un proyecto de vida juntos, así que si sientes que no te lo puede aportar y que lo único que tenéis son problemas por su comportamiento déjalo, seguro encuentras algo mejor o estás mejor por tu cuenta.