Bien es sabido que el sexo requiere práctica y por tanto, mucha cama. Tener orgasmos más intensos y placenteros es algo que todos deseamos entre las sábanas, pero no siempre conseguimos alcanzarlos. ¿El motivo principal? Nuestra propia obsesión.
El placer sexual no solo se produce con la estimulación genital, sino más bien con la cerebral. Por ello, si nos obsesionamos con alcanzar nuestro propio orgasmo o el de nuestra pareja en lugar de relajarnos y disfrutar del sexo plenamente, será más probable que no podamos lograrlo.
¿Cómo es posible tener orgasmos más intensos?
Por ello, el primer y mejor consejo que os podemos dar para tener orgasmos más intensos es dejar de pensar en el orgasmo y concentraros en buscar la conexión y el placer sexual de todas las formas posibles. Por lo menos esto es lo que propone el sexo tántrico, la práctica milenaria con la se han alcanzado orgasmos muy intensos y mucho más duraderos.
En esta práctica se adoptan técnicas de meditación de manera que aprendemos a controlar y estimular mejor cada uno de nuestros sentidos al mismo tiempo que buscamos conectar a un mayor nivel con nuestra pareja. Se trata de disfrutar del sexo poco a poco para sentir cada parte de nuestro cuerpo y fortaleciendo el vínculo especial con nuestra pareja.
En definitiva, entender el sexo como un conjunto del que se disfruta de principio a fin y no solo del orgasmo. Si queréis disfrutar de orgasmos más intensos debéis entregaros al máximo en cada uno de los siguientes procesos:
- Atención de las zonas erógenas
Uno de los errores que suelen cometer muchos hombres y mujeres en el momento de disfrutar del sexo es olvidarse de algunas zonas erógenas. Ir directos al grano, obviando los juegos previos o incrementar la excitación puede estar bien cuando no disponemos de mucho tiempo y buscamos más un aquí te pillo aquí te mato. Pero, cuando lo que anhelamos es tener un orgasmo épico debemos dedicarle tiempo y mucha dedicación.
Con lo cual, es imprescindible estimular las diferentes zonas erógenas de nuestra pareja. Por ejemplo, los hombres disfrutan de orgasmos mucho más intensos si, durante la penetración, se les estimula también algunas zonas erógenas como los testículos o el perineo. Por no hablar de los mordisquitos en el lóbulo de la oreja o en el cuello.
Por su parte, una mujer es capaz de alcanzar el clímax solo con la estimulación de sus pezones. Por ello no obvies tampoco sus zonas más sensibles como los pechos, los glúteos, el cuello… Así como de la estrella de la fiesta: el clítoris.
- Preliminares
Nunca se ha de subestimar la importancia de los juegos previos. La mayoría de las mujeres encuentran necesarios y vitales unos buenos preliminares para poder alcanzar el orgasmo. Es fundamental trabajar varias posiciones y juegos. Podéis probar con masajes eróticos, la masturbación, algo de sexo oral previo a la penetración, incluir algún juguete erótico, etc. Lo mejor es que vayáis variando y estimuléis cada zona sin prisa.
- Estimulación del punto G
El punto G puede tener el secreto de los orgasmos más intensos, tanto para él como para ella. El punto G femenino es el eje de una importante red de nervios que una vez estimulada puede llevar a una excitación sexual muy fuerte, a poderosos orgasmos e incluso a la eyaculación femenina. Casi nada.
Mientras que el punto G masculino, a pesar de estar todavía sujeto a una gran cantidad de prejuicios y tabúes debido a su localización, es el único capaz de proporcionar una explosión de sensaciones orgásmicas.
Las mejores posturas sexuales para disfrutar de mayor placer
Existen una serie de posturas que nos facilitan alcanzar orgasmos más placenteros:
1. La vaquera invertida
Tanto si escogéis la vaquera, la vaquera invertida o incluso la flor de loto, cualquier posición en la que la mujer se sitúa encima y lleva el control de la penetración se traduce en orgasmos muy intensos. Si queréis buscar la estimulación del punto G podéis probar la posición de la vaquera invertida lateral. En esta postura, el hombre se acuesta boca arriba con las rodillas dobladas y las piernas un poco abiertas mientras que ella se se sienta encima de espaldas, con una de sus piernas entre la pierna de él, con una mano en su pecho y la otra en su espinilla.
2. El perrito
Por algo es una de las posiciones preferidas de hombres y mujeres. El perrito es muy recomendada si se busca una penetración profunda y la estimulación del punto G. Además, permite que ella controle la penetración moviendo sus caderas. Podéis probar también una versión alternativa en la que la mujer se acuesta boca abajo y levanta el trasero buscando la penetración. El roce del clítoris con la sábana durante la acción le dará un gran placer.
3. El misionero con las piernas en alto
En esta postura la mujer ha de recostarse con las piernas en alto sobre los hombros de su pareja. Es recomendable colocar una almohada debajo de la espalda para elevar un poco sus caderas. Mientras, el hombre se arrodilla y la penetra empujando ligeramente las piernas de ella hacia su cabeza. Así se consigue una penetración profunda y, por tanto, un gran orgasmo para los dos.
4. De pie
Esta es una postura algo más complicada pero que puede ser muy placentera. Para ello es recomendable buscar un punto de apoyo como por ejemplo una silla o la pared, o realizar algunos cambios como levantar solo una pierna para equilibrar el peso.
5. La carretilla
Es posible que la carretilla no parezca la postura más cómoda y sencilla pero el placer que proporciona merece el esfuerzo con creces. ¿Recordáis las carreras de carretilla de cuando eráis pequeños? Es algo similar. El hombre, de pie, sostiene a la mujer por los muslos mientras ella apoya las manos en el suelo con los brazos estirados. La penetración será trasera y muy profunda.