Para la mayoría de los humanos, estar enamorado es algo completamente maravilloso. Sin embargo, para una parte de la población, una relación romántica puede llegar a convertirse en una auténtica tortura y todo ello debido al efecto nocivo que los celos pueden llegar a causar en uno o en ambos miembros de la pareja.
Unos celos enfermizos e irracionales podrían acabar con los nervios del más pintado, por mucha manga ancha que se quiera dar al celoso. Lo cierto es que en una relación intoxicada por la aparición de los celos, ambas personas sufren y, por ello, no viene mal aportar algunos consejos sobre cómo superar los celos en tu relación.
Los celos pueden considerarse algo así como la manifestación de un instinto básico. En este caso y olvidándonos de la memorable película protagonizada por Sharon Stone y Michael Douglas, lo cierto es que los celos podrían definirse como una forma de prevención contra el robo de la pareja.
Evidentemente, ya nos podemos imaginar que estamos llegando a esta conclusión al equiparar “instinto básico” con un verdadero “instinto primitivo”, una secuela de nuestro ser “primario”.
En realidad sería una respuesta del yo ancestral, cuando el sexo no era más que una forma animal de asegurar la perpetuación de la especie y, como tal, la pareja ejercía un efecto dominante para evitar que otros pudieran destronarnos y difundir su simiente y, por tanto, su estirpe en lugar de la nuestra.
Con el paso de los siglos, el ser humano ha podido llegar a racionalizar estos sentimientos que en una parte de la población, y a veces promovido por un concepto erróneo de educación, religiosidad o bagaje cultural, se han visto reforzados hasta convertirse en un estigma que ahoga a la pareja del celoso y estresa a quien lo padece.
Llegados a este punto, los celos no solo pueden causar malestar psíquico, inquietud, nerviosismo, estrés, ansiedad o depresión; también pueden llevarse a un extremo en el que las personas experimentan ira y, en algunos casos, desgraciadamente conducen a la violencia doméstica con terribles consecuencias conocidas suficientemente por todos.
Cómo detectar el demonio de los celos
Por lo general todo comienza con una desconfianza infundada hacia la otra persona y a la vez un miedo irracional a perderla. La comunión de estos dos factores desencadena una desestabilización emocional que, en mayor o menor medida, puede acabar con cualquier relación y que suele llevar apareadas algunas señales que nos permiten detectar el demonio de los celos:
Falta de confianza. El celoso no confía en la persona a la que ama y cree de manera irreal que esa persona intentará a la mínima de cambio engañarle con otra u otras personas.
Limitación del entorno. Esa falta de confianza le incitará a procurar que el entorno en el que se mueva la pareja sea lo más limitado posible, en el convencimiento de que cuantas menos personas convivan alrededor, menos posibilidades de infidelidad.
Peleas y desencuentros. La falta de diálogo se hace patente, ya que tantas situaciones imaginarias y estresantes acaban por desgastar la comunicación, quedando reducida a peleas y faltas de acuerdos.
El ‘síndrome del detective’. El celoso no puede dejar de vigilar a su pareja, con la esperanza de poder “descubrir” cuándo, dónde y con quién le engaña. La privacidad de la otra persona se ve completamente invadida y son frecuentes situaciones como que le espíen el móvil, le miren el bolso, los bolsillos, los cajones, los tickets de restaurantes… En definitiva, se acaba desencadenando un proceso paranoico que termina por arrastrar a ambas partes.
Ira y violencia. El malestar en el celoso llega a ser tan grave que pierde cualquier atisbo de cordura, llegando incluso a desencadenar su ira contra la persona amada y protagonizar episodios violentos.
Consejos sobre cómo superar los celos en tu relación
Sin embargo, es importante saber que los celos se pueden tratar y superar por completo. Evidentemente, llegados a cierto extremo deberá ser un especialista quien se encargue de reconducir el comportamiento del celoso. No obstante, aquí van algunos consejos que nos enseñan cómo superar los celos:
Aumenta tu autoestima. Los celos infundados suelen esconder nuestros propios miedos y temores. Detrás de un comportamiento celoso y posesivo podemos estar tratando de camuflar nuestros propios complejos. Es importante que te fijes en qué le gusta a la otra persona de ti y te convenzas de cómo te prefiere a otras personas. Procura no compararte con otros.
Trabaja la confianza. Procura llevar una relación sana, donde la confianza mutua sea la base sobre la cual construir una relación sólida y duradera.
Respeta los espacios. No asfixies a tu pareja. Aprended a disfrutar en común, juntos y también por separado. Respetar los espacios personales es vital para toda relación romántica.
No utilices los celos. “Jugar” a poner celosa a la otra persona puede ser una actividad muy peligrosa, que destruya la confianza del otro en sí mismo y en su pareja. Evita emplear los celos como un modo de estimular el interés de la otra persona hacia ti.
Basa la relación en el respeto a la dignidad. Nunca, bajo ningún concepto, te permitas perder los papeles hasta el extremo de faltar al respeto a la otra persona, menoscabar su dignidad o emplear la violencia.
Pide ayuda. Si percibes que no sabes cómo superar los celos por ti mismo, no tengas ningún problema en pedir ayuda. Primero a tu pareja, para que pueda mostrarse comprensiva y darte todo su apoyo y, luego, a un profesional que te ayude a canalizar tus sentimientos obsesivos.
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