¿La monotonía ha llegado a tu vida? ¿A tu pareja? ¿Ya no sabes cómo romper con la rutina sexual? ¿Te diviertes más mirando una película porno que protagonizándola en tu habitación? No permitas que esta situación vaya más lejos. En esta nota, algunos trucos para sorprender a tu pareja en la cama y disfrutar de los resultados.
Una pareja de novios que lleva algunos años de relación o un matrimonio de cinco a diez años en adelante tienen algo en común: indefectiblemente, han caído en la monotonía que impone la rutina. Como si fuese poco, el trabajo, la casa, quizá los niños y un extenso etcétera suman estrés al día a día y hacen que los miembros de la pareja, al llegar a la cama, no tengan muchos deseos de innovar y buscar la novedad.
Si te identificas con algo de esto, es hora de que te pongas manos a la obra y te dispongas a mejorar la intimidad, dentro de tu pareja. Es posible y tú lo sabes.
Romper con la rutina también en la cama
Tener buen sexo depende de ti. No es una tarea imposible. No has de ser un experto para lograrlo. Solo es cuestión de que, junto a tu pareja, dediques un poco de tu tiempo, todos los días, y pongas, al servicio de tu bienestar, toda tu creatividad e imaginación, grandes aliadas a la hora del sexo. Si lo que buscas es cumplir alguna fantasía, renovar tus gustos eróticos y sorprender a tu partenaire (compañero o compañera) sexual en la cama, hay algunos trucos que pueden, como por arte de magia, reemplazar a la rutina por la grata novedad.
Cómo sorprender sexualmente a tu pareja
Novedad corporal. Si crees que, al desnudarte, ya no puedes sorprender ni despertar la curiosidad de tu pareja, hay algo que puedes hacer. Si eres mujer, depilarte de una manera sensual y original al ciento por ciento. Si eres varón, puedes optar por un tatuaje de fantasía (no permanente) que robe las miradas de tu chica. Como sea, el objetivo es escapar de lo acostumbrado y disfrutar como nunca.
Underwear para la ocasión. En plan de romper con lo habitual, puedes usar ropa interior (un babydoll o calzoncillos) curiosa y sexy. Nada de minimalismos. Usa colores sensuales, como el negro y rojo; y texturas románticas, como la seda y el encaje. Tu pareja lo agradecerá.
Cena: antesala de una noche de sexo. Una cena romántica es una alternativa válida, si deseas algo distinto. Prepara un exquisito plato, con una bebida espirituosa, y disponte a terminar abrazados en la cama. Recuerda usar música lenta, que acompañe la sesión de buen sexo, y desnúdate en cuerpo y alma.
No en casa. Puedes alquilar un cuarto de hotel o preparar un rincón íntimo del jardín, para tener intimidad a la luz de la luna. Tú eliges. Recuerda que la cama de siempre, en la habitación de siempre, es más de lo mismo. Anímate a desestructurar la escena y gozar al máximo.
Disfraces y juguetes. Para hacer más osado el encuentro sexual, puedes alquilar un disfraz o comprar algún elemento o juguete erótico, de modo que sorprenderás al máximo. Será una noche divertida, ante todo.
Anticipo de una noche genial. Durante el día previo al encuentro, envía mensajes de WhatsApp o correos electrónicos y anticipa a tu pareja lo que le harás en la cama o lo que le pedirás que te haga. Esto encenderá la llama de la pasión y calentará motores, para arrancar una noche al límite.
Sexo diferente. Nada de posiciones sexuales tradicionales. Anímate a innovar y sorprender. Usa tu creatividad y ponla al servicio de tu sexualidad. En lo diverso está el gusto. Y recuerda: de ti depende el goce.
Juego de roles. En el momento de intimidad, asigna un rol a tu pareja, de modo que interpretéis juntos una dupla sensual: el Lobo y Caperucita, el Príncipe y la Cenicienta, el esclavo y el carcelero... Las opciones son múltiples. De tu creatividad dependerá el éxito de este "juego" sexy.
Los niños, fuera. Si tenéis hijos, es el momento de llevarlos a casa de una abuela o tía. Cuando tu pareja llegue del trabajo, sorprende con la gran noticia: "tenemos la noche para nosotros". Y, a partir de entonces, a disfrutar se ha dicho.
GPS en la intimidad. Indica a tu compañero o compañera que hoy tú pondrás las reglas. Indícale dónde tocar, qué chupar o acariciar y señálale tus zonas erógenas, para que las haga estallar de placer. Excitará mucho al otro, que se pondrá a tus órdenes, con tal de oírte gritar de placer. Solo uno sabe qué quiere en la cama. Por eso, señálale al otro tus puntos más débiles, esos que te desarman.
Masturbación: hoy, permitida. Desinhibirte es tu tarea. Masturbarte a la vista del otro, moja a la mujer y deja erecto el pene masculino. Es un método infalible. Ver al otro hacer de las suyas, sin hacer intervención alguna, levanta la temperatura y promete una sesión de sexo al límite, durante toda la noche y más allá de la mañana. Solo tienes que predisponerte al goce, sin importar el qué dirán. Sin prejuicios y yendo "al grano", también en el disfrute, alcanzarás niveles de satisfacción quizá desconocidos, que te harán sentir el gustito al cambio y apostar siempre por él. ¡No te arrepentirás!
Como en "Nueve semanas y media". Aunque no sois Kim Basinger y Mickey Rourke, podéis hacer un striptease y disfrutar de la mirada del otro recorriéndote de pies a cabeza. Desnudarte a plazos alimenta el deseo sexual. Ir poco a poco, al compás de la música e incluso, diciendo cosas pícaras y "sucias", puede encender todavía más la llama de la pasión. A partir de eso, todo será placer y erotismo.
Si sigues, al pie de la letra, cada uno de estos consejos, podrás disfrutar al máximo de tu intimidad, y de los ratos de erotismo junto a tu pareja. Vive a pleno la sensualidad compartida, y prepárate para gozar de tu clímax sexual en la cama.
