Las relaciones a distancia ponen a prueba a la pareja. Indefectiblemente, hacen resaltar las fortalezas y, mal que les pese a los amantes involucrados, también las debilidades del vínculo. Pero pon atención: los kilómetros no pueden separar lo que el amor ha unido. De eso no hay dudas.
En la sociedad del siglo XXI (al menos, en Occidente), los trabajos nos pueden pillar muy lejos de casa, por lo que, muchas veces, nos vemos obligados a cambiar de sitio, con tal de mantener un puesto laboral o continuar ascendiendo y haciendo carrera profesional, dentro de una gran empresa multinacional. En ese contexto, a no pocas parejas en las que ambos miembros trabajan se les presenta el irremediable inconveniente de tener que continuar con la relación sentimental, a miles de kilómetros y alejados por días, meses o, incluso, años y con la probabilidad de verse cada tanto tiempo.
La distancia es, verdaderamente, una prueba de fuego, en el campo de los afectos. Saber que el otro está a cuatro horas de autobús o dos vuelos combinados de avión es duro. Porque hay que decirlo con honestidad: aunque Internet y su sinfín de aplicaciones hayan borrado para siempre las fronteras de las naciones y hoy nos hagan sentir seguros de que, en este planeta, todos estamos conectados, el trecho que separa a un miembro de la pareja del otro es real y concreto. Tan real como que no se puede abrazar y besar a la compañera o al compañero ni sentir su cuerpo caliente en la cama. Por ello, para salir triunfante de esta circunstancia adversa (es decir, padecerla lo menos posible), ambos deben estar preparados para soportar, con altura, la ausencia del otro e imposibilidad del contacto físico, que es lo que más se echa de menos.
Tips para sobrellevar el tiempo separados
Las relaciones a distancia ponen a prueba a la pareja y, simultáneamente, la refuerzan. Más allá de que no existen recetas mágicas para continuar un vínculo sentimental a cientos o miles de kilómetros, sí hay algunos consejos que pueden ser de utilidad para no sufrir con la situación y gozar, al menos, de las ventajas (que las tiene, entérate) que esta conlleva.
Mantener una comunicación fluida en todo momento. No compartir el mismo techo no implica dejar de verse y hablarse a diario, varias veces al día. Para permanecer en verdaderos contacto e intimidad, a pesar de estar lejos, es preciso chatear con frecuencia, participar videoconferencias siempre que puedas y hablar por teléfono. Todo lo que consideréis necesario. Con sinceridad y sin vueltas, os recomendamos que ambos miembros de la pareja compartáis los sentimientos que la distancia os despierta, y proyectéis, en todo momento, vuestro próximo encuentro. Eso mantendrá la expectativa vigente y el deseo de veros lo antes posible vivo y latiendo.
Mantener alta la autoestima. Estar distanciados no debería generar emociones negativas. Menos aún, llevar a alguno de los dos a descuidaros o sentiros inseguros, en lo personal. Es una circunstancia más de las tantas que deberéis enfrentar como pareja, si continuáis siéndolo. La autoestima siempre debe permanecer en alto y a salvo. Lo externo no tiene por qué amenazar y malograr el vínculo de pareja ni robar fuerza y entusiasmo a los proyectos y planes que tenéis en el futuro.
No dejar a un lado el sexo. El sexo es primordial en la pareja y debe mantenerse, aunque sus miembros se encuentren en lugares distintos. Debes preservar y conservar la intimidad como un bien preciado, como un tesoro. Habrás de dejar los tabúes y prejuicios de lado y animarte a probar cosas nuevas, dentro de todas las posibilidades que te ofrece la sexualidad. Los juguetes eróticos pueden resultar de ayuda. Cada cual, desde su sitio o la vía telefónica o por Internet, en vivo y en directo, podrá disfrutar de su cuerpo, con la ayuda de la voz y mirada del otro. Es un recurso muy importante a la hora de mantener encendida la llama de la pasión.
Echarse de menos no es un pecado. Tendrás que conectarte con los sentimientos, los miedos y las emociones que despiertan la soledad y el aislamiento. La incertidumbre acecha, cuando se pone en duda el vínculo de pareja, que, aunque cueste aceptarlo, se encuentra amenazado y en estado de vulnerabilidad. No tiene por qué reinar la vacilación: echarse de menos es normal y la distancia, si se supera, también podrá fortalecer a la pareja, que, en adelante, estará en buenas condiciones emocionales de sortear las adversidades que se le presenten. Entérate: será difícil estar separados, pero podrás vencer esta pequeña batalla del destino.
Internet y sus aplicaciones: grandes aliados de las relaciones a distancia
El mundo se ha vuelto un sitio pequeño, en el que todo parece estar a la vuelta de la esquina y cerca a través de las comunicaciones. Intenta, sobre todas las cosas, servirte de ellas para hacer, de los obstáculos, trampolines que ayuden a lanzarte a lo nuevo, con la esperanza de aprender algo de todo aquello. Utiliza las redes sociales y cada una de las aplicaciones del móvil para contactar a diario con tu pareja, mantener viva la pasión, salvar las distancias y sentirse más cerca, a pesar de los kilómetros que os aíslan.
Otra alternativa es el uso de tu webcam, para verte, en vivo y en directo, con tu pareja, poder conversar más a gusto, compartir momentos (aunque no estéis juntos) e, incluso, hacer sesiones de sexo virtual, con el fin de pasarlo bien de la manera que, en este momento, es posible.
Y, por último, recuerda: cuando hay amor, la distancia y el tiempo no importan; lo que importa es cuánto estás dispuesto a soportar su ausencia para esperar su presencia (frase de Carlos de Jesús). Si bien es cierto que la distancia es un obstáculo ineludible para algunas parejas, no es menos cierto que, si lo sorteáis airosos, tendréis en el futuro más posibilidades de perdurar en el tiempo, afianzar la relación y aprender a afrontar situaciones conflictivas entre dos personas que os queréis mucho.
