La postura del 69 no es la única forma de disfrutar al máximo, aunque es una alternativa que cuenta con miles de adeptos y que se practica en la cama desde hace muchísimo tiempo. Basta restarle uno a la conocida cifra para descubrir todo el placer que se encuentra detrás del 68.
Efectivamente, la postura 68 es una de las alternativas sexuales de la que más se habla en los últimos tiempos y, aunque en este caso el placer solo lo recibe una persona, las posibilidades son tan amplias que es difícil resistirse.
Las parejas jóvenes están cada vez más dispuestas a experimentar nuevas posturas en lo que respecta al sexo. Si bien es cierto que el Kamasutra puso a nuestra disposición, hace siglos, casi 60 opciones para disfrutar del arte amatorio de modo creativo, interesante y verdaderamente placentero, también lo es que esto no entra en contradicción con las nuevas aportaciones.
El 68 es una postura que se encuentra en la lista de muchas personas. Los que ya la han puesto en práctica no pueden dejar de repetirla y aquellos que aún no han experimentado el placer que genera, se mueren de ganas por sacar sus propias conclusiones.
Si te encuentras en el segundo grupo y te pica la curiosidad, te contamos de qué va esta aventura fascinante y cómo vivirla la próxima vez que tengas sexo con tu pareja o tu follamigo.
En primer lugar, debes saber que el 68 es una postura que se compone de una persona activa y otra pasiva. Sabemos de sobra que el 69 supera con creces este punto del disfrute compartido, pero de vez en cuando también es importante ser el protagonista del placer en la cama, ¿no es cierto?
En segundo lugar, el 68 es perfecto para todos los gustos, así que cualquier pareja sacará un partido increíble de este encuentro, en el que el sexo oral sin limitaciones, así como las caricias creativas, se imponen.
La persona que va a ejercer el rol de activo se tumba boca arriba sobre la cama, flexionando un poco sus piernas y abriéndolas ligeramente. Ten en cuenta que la persona que recibe tus atenciones usará tu pubis para recostar su cabeza y muy probablemente, cuando esté en medio de esa fascinante oleada de placer, hasta querrá aferrarse a tus piernas.
La persona que será el centro de atención se acostará, también boca arriba, sobre el torso de su compañero. Entre sus piernas, en este caso también ligeramente flexionadas, se colocará la cabeza de su amante y en su boca, literalmente, su zona genital.
La ventaja del 68 es que permite vivir todas las posibilidades del sexo oral, desde el anilingus, hasta la felación o el cunilingus. A esto debes sumar que las manos del miembro activo se encuentran en completa libertad para recorrer las piernas y el torso del amante, de tal manera que podrá ofrecerle más de una caricia ardiente y creativa, mientras le brinda una grata experiencia sexual.
El único factor para tener en cuenta, además de la protección que implica el sexo oral por sí mismo, es el peso de la persona que yacerá arriba. En caso de que supere en gran medida al miembro activo, se recomienda usar los codos o antebrazos como apoyo para así conseguir mitigar un poco el peso.