Si bien es cierto que es una de las posturas más sencillas de todas las que propone el Kamasutra (y de las que nuestro físico nos permite realizar), la postura del perrito es mucho más versátil de lo que podemos imaginar. De hecho, ponerla en práctica sin ningún tipo de esfuerzo puede conducir a errores fatales como que, según la posición, el pene no alcance a rozar el punto g femenino y no sea posible alcanzar el orgasmo.
Si te estás preguntando qué es lo que has estado haciendo mal, tenemos buenas noticias para ti: mejorarla es cuestión de pequeños ajustes y con un poco de ingenio es posible follar cómodamente y con la promesa de un orgasmo en el horizonte. De hecho, es muy frecuente que esta posición no funcione para todos. ¿Cómo puedes darle la vuelta a esta situación?
La inclinación: clave en la postura del perrito
Para lograr la postura básica del perrito, la mujer debe estar a cuatro patas, apoyada en sus propias manos, y el hombre detrás de ella, con sus caderas a la altura de su vagina para llevar a cabo la penetración. Aunque parece ser bastante efectiva, la forma del pene puede dificultar la estimulación correcta, algo que puedes solucionar inclinándote un poco. Para ello, puedes levantar el torso apoyándote con los codos en lugar de descargar todo tu peso corporal en la espalda. Esta ligera variación te permitirá controlar la situación y guiar a tu pareja con tus movimientos para ayudarlo así a estimular tu punto g con su pene.
Involucra a tus manos en el juego
En dinámicas sexuales heterosexuales, lo más común es que el hombre esté tan enfocado en que la penetración te cause tanto placer como a él, olvidándose de estimular tu clítoris. Esto no sería un problema si el clítoris no fuera un punto hipersensible a la estimulación manual, así que, si este es el caso, no dudes en poner a trabajar tus manos en pro de tu propio placer. Además, ver a una mujer masturbándose durante el sexo es algo que, además, pone a los hombres a cien. ¿A qué esperas?
Busca la comodidad
Si bien es cierto que es una postura cómoda, dependiendo de la intensidad de la actividad sexual tus manos pueden cansarse o tus rodillas pueden quedar doloridas si estás apoyada en una superficie dura. Por eso es importante buscar la comodidad en esta y en todas las posturas, ya que permitirá que tu mente se concentre únicamente en el placer.
Para una postura del perrito más cómoda, lo ideal es hacerla en la cama o en una superficie blanda. Otra buena opción es colocar una o varias almohadas debajo de tus caderas, de manera que queden elevadas naturalmente y puedas descargar tu peso sobre estas sin perder el ángulo de inclinación.
Usa más lubricante del habitual
La postura del perrito no es para todo el mundo; de hecho, puede resultar incómoda cuando el pene del hombre es demasiado largo o si la actividad sexual es muy intensa, ya que la mujer puede sentir dolor en el vientre y no disfrutar en absoluto. Teniendo estos dos factores en cuenta, no escatimes en lubricante cuando vayas a follar en esta postura, pues facilitará mucho las cosas y reducirá al máximo las posibilidades de sentir dolor.