Los senos son una de las partes del cuerpo femenino que más placer pueden proporcionar si se estimulan de la manera adecuada. Además, también son objeto indiscutible de deseo para los hombres, pues es una de las primeras partes en las que se fijan cuando ven a una mujer.
Sin embargo, muchas mujeres se quejan de que la mayoría de los hombres no saben cómo tratar sus tetas cuando mantienen relaciones sexuales: apretujar, pellizcar o morder los pezones, muchas veces puede resultar bastante molesto e incluso doloroso para la mujer. Esto pasa porque los pechos concentran una gran cantidad de terminaciones nerviosas y por eso son tan sensibles. Por lo tanto, con una buena estimulación, el placer puede ser increíble. Así que, si tienes dudas sobre cómo estimular esta zona erógena, coge papel y boli y empieza a apuntar.
Algunos consejos previos:
Se delicado
Los pezones son una de las zonas más sensibles, tanto para las mujeres como para los hombres. Si los tratas de una manera brusca, no solo no le causarás ningún placer a la mujer, sino que puede que le hagas daño. Si, en cambio, en lugar de tratar sus tetas como dos ubres que pretendes ordeñar, lo haces con cuidado, delicadeza y ternura, seguro que tu chica no permanecerá indiferente. Recuerda: despacito y con buena letra.
No estés quieto
Una cosa es que seas delicado y otra muy distinta es que seas un soso. La cuestión es estimular la zona con besos, caricias, mordisquitos, succiones... lo que más os guste. Pero lo que no debes hacer NUNCA es dejar la mano quieta como si estuvieras agarrándote de la barra del metro para no caer. Con eso seguro que no consigues excitar a tu pareja y, por lo tanto, igual te quedas sin polvo. ¡Ponte las pilas!
Innova, no seas aburrido
Mucha gente desconoce que solo con la estimulación de los senos se puede llegar al orgasmo. Lo que está claro es que esto no pasará nunca si no sabes lo que estás haciendo o si eres un aburrido. En temas de sexo, lo más divertido es innovar. Pon un poco de chocolate en los pechos de tu chica y recórrelo con tu lengua, acaríciale el cuello y los hombros con una pluma hasta llegar a sus pezones, aplica aceite frío en sus senos y hazle un masaje... ¡las posibilidades son infinitas!
Estimula a la vez otras zonas erógenas
Si masajeas su clítoris, sus labios vaginales o la entrepierna a la vez que lames sus pezones, las probabilidades de que tu chica llegue a tener un orgasmo espectacular se duplican. Puedes combinar las caricias en varias partes de su cuerpo mientras tu boca se centra en los senos. Si realmente quieres excitar a tu chica, siguiendo estos consejos verá fuegos artificiales. ¡Seguro que le encantará!
Pasos a seguir si quieres hacerlo bien:
1. Masajea los senos
El primer paso es hacerle un masaje tierno y a la vez sensual para ir calentando el ambiente. Lo mejor es que sea con las manos calientes o tibias, sino en vez de estimularla igual le das un susto. Lo mejor es que vayas con cuidado y no tengas prisa. Para ello puedes utilizar algún gel o aceite y así proporcionarle más placer a tu chica. También es recomendable ir cambiando la intensidad y los movimientos, aunque recuerda no pasarte con la fuerza o le provocarás dolor y no placer.
2. Besar y lamer, besar y lamer...
Cuando hayas acabado de masajearle las tetas, haz que tu boca entre en juego. Combina besos y caricias con la lengua. Una muy buena idea es que antes de hacer esto te pases un hielo por la boca y luego beses con dulzura sus pezones. Los pechos son una de las partes del cuerpo más susceptibles a los cambios de temperatura. Por lo tanto, si los humecedes y los calientas, tu chica se volverá loca.
3. Mueve la lengua formando círculos y después succiona
Céntrate en la punta del pezón y empieza a hacer movimientos circulares con tu lengua. Cuando notes que el entusiasmo de tu chica empieza a aumentar, aspira su pezón dulcemente y observa cuál es su reacción. Seguro que le encanta, así que continua alternando estos movimientos durante un rato.
No importa que la calentura entre vosotros esté por las nubes, hazlo suavemente y alternando ambos pechos. Con todo esto conseguirás que se le erice la piel. Y si además utilizas tus manos para acariciarle el clítoris... seguro que comienza a excitarse y te pide más.
4. Dale mordisquitos
Los mordiscos están permitidos pero siempre y cuando sean delicados y no provoquen dolor. A no ser que a tu chica le ponga sentir daño, en ese caso adelante. Lo mejor es combinarlos con los movimientos que hemos visto en los puntos anteriores, para que no se haga monótono. Por ejemplo, puedes jugar con tu lengua haciendo movimientos circulares, luego succionar su pezón, otra vez círculos y después un mordisco.
5. Intensifica el movimiento
Todos estos actos harán que tu chica se encienda. Así que, cuando creas que va a llegar al orgasmo, continua con ese movimiento sin parar y con más intensidad. Sigue también estimulando otras partes de su cuerpo y así le regalarás un magnífico orgasmo.
Por último, ya solo queda recordar una cosa: es muy importante que recuerdes que la sensibilidad de los pechos depende en gran parte de su ciclo hormonal. Por lo tanto, puede que lo que un día le encante, otro día no funcione tan bien. Aún así, el orgasmo de pezón puede ser tan placentero -o más- que uno de clítoris o punto G. Así que, ¿a qué esperas para probarlo?
