La libido o deseo sexual es fundamental para disfrutar de una vida sexual plena. Suele estar en su máximo nivel cuando iniciamos una relación o en una noche de deseo en que conectas con la persona ideal. Tanto los hombres como las mujeres sienten deseo sexual en mayor o menor medida, dependiendo de la persona y de un sinfín de factores que van desde el estrés hasta el entorno en el que estamos viviendo.
En medicina, los niveles de libido son importantes porque tenerlos por debajo de lo normal suele indicar algún desequilibrio hormonal o psíquico; el mismo Freud consideraba los desajustes de libido como un síntoma de trastorno de la personalidad. La disminución de ésta se manifiesta principalmente por la inapetencia de practicar relaciones sexuales y el descenso de fantasías eróticas tras haber vivido previamente una vida sexual activa.
Causas de la disminución de la libido sexual
La disminución de la libido es un problema más frecuente del que creemos o aceptamos en público, sobre todo cuando se es mujer. En muchas ocasiones, el problema desemboca en cuadros de estrés, crisis de ansiedad, disminución de la autoestima y problemas de pareja, entre otros efectos colaterales. De ahí que sea tan importante buscar o pedir ayuda cuando se empiezan a reconocer los primeros síntomas.
Uno de los factores químicos que más influyen en este desbalance es la falta de estrógenos (en las mujeres) y de testosterona (en los hombres), pero también influyen otros factores como problemas de salud, la edad, la educación, el contexto cultural, el estilo de vida, la toma de tratamientos para la depresión u otro tipo de enfermedad.
Consejos para aumentar la libido
● Pensar en sexo: aunque suena simple y demasiado básico, estimular el aumento de la libido es posible mediante el pensamiento recurrente de lo que te gusta a nivel sexual. Visualizar fantasías sexuales junto a tu pareja o, en caso de no tenerla, junto a cualquier persona que te genere o te haya generado morbo, es una buena manera de estimular el deseo.
● Estimular el resto de tus sentidos: el cerebro aquí es el órgano clave porque es donde se gestan y manejan el deseo y el apetito sexual. Ante una disminución de la libido, una buena manera de liberar estrógenos o testosterona es estimular el resto de los sentidos (el olfato, el oído, la vista, el gusto y el tacto).
● Romper con la monotonía: no se trata de pasar de cero a cien en cuanto a tus rutinas, pero puedes ir lanzándote al ruedo poco a poco. Quizá unas copas en un bar, darte la oportunidad de hablar con algún desconocido e ir tanteando el terreno hasta que regresen esas ganas de irte a la cama con alguien y pasar un buen rato. O quizá irte a explorar esa nueva sex shop para ver qué juguetes pueden ayudarte a romper con el aburrimiento.
● Enfocarte en los juegos preliminares: en el sexo la penetración no lo es todo; de hecho, es apenas una pequeña parte de todo lo que puede generarte placer. Los juegos preliminares son una buena manera de estimular los sentidos: masajes, comida, videos porno para tocarse sutilmente bajo las sábanas… Cualquier cosa que genere placer ayudará a aumentar las ganas de llevar la experiencia sexual hasta el final.
