Sí, lo sabes de sobra: cuando se habla de sexo no solo es penetración, pero seguro que cuando piensas en cómo hacer una buena cubana tienes en mente a tetonas haciendo pajas. Pero contrariamente a lo que siempre te ha enseñado el porno, el secreto para hacer una paja cubana no está en el tamaño de tus pechos sino en la técnica y lo mucho que te ponga masturbar a tu pareja. Pensando en esto, hemos recogido algunos consejos para que pongas en práctica esta técnica tan excitante en tus próximos encuentros sexuales.
Antes, eso sí, es bueno aclarar que quizás tú no le llames cubana. Estas pajas también se conocen como pajas rusas e incluso como pajas españolas en algunos países. En cualquier caso, el nombre es lo de menos, lo importante es saber cómo hacer una buena paja.
Empecemos:
1. Calentamiento
Como siempre que se habla de sexo, es muy importante el paso previo antes de llegar a nuestro objetivo. Igual que nunca se te ocurriría practicar el coito nada más desnudaros, para hacer una cubana funciona de la misma manera. Tócate o déjale que él te toque para ir calentando los cuerpos. Agarra su pene y frótalo alrededor de tus pechos y tus pezones. Practicad algo de sexo oral y humedeced las zonas con vuestra saliva. Son los primeros pasos básicos para las buenas pajas.
2. Lubricación
Ya habéis encendido la mecha y se acerca el momento de empezar la cubana. Bien, para que el movimiento sea placentero lo ideal es que lubriquéis la zona. Podéis utilizar algún aceite o lubricante específico que, además de facilitar la práctica, os estimule visualmente. El erotismo de ver su pene entre tus pechos es muy importante a la hora de hacer una cubana. Un pequeño consejo: vigilad qué aceite o lubricante utilizáis si luego pensáis pasar a la penetración vaginal (o si él lleva preservativo) ya que, si no usáis el adecuado, puede hacerte daño a ti o incluso romper el preservativo.
3. Usa tus manos
Aquí llega la clave del asunto. Las mejores pajas cubanas no son las que hacen las chicas de pechos grandes, sino las de aquellas que saben utilizar las manos. Ya estáis los dos a tono y la zona está bien húmeda, es el momento de colocar su pene entre tus pechos. Apriétalos con tus manos y juega con ellos. No dejes simplemente que el pene se pasee entre tus senos: acarícialo mientras lo aprietas entre tus tetas. Si la posición te lo permite, mastúrbate al mismo tiempo. Deja también que su pene juegue con tus pechos, que no sea solo frotar. Los pezones son una zona erógena ideal para estimular cuando estás haciendo una cubana.
4. Ritmo y posición
Como siempre, jugad con los ritmos y las posiciones para que sea divertido y excitante para los dos. Puedes tumbarte encima de él, sentarlo en una silla y colocarte de rodillas, dejarle que se ponga arriba o incluso hacer un 69. Marcad bien los ritmos y, por ejemplo, jugad a que, según la posición, sea uno u otro quien decida la intensidad y la velocidad.
5. Usa tu boca
Sí, ya sabemos que en la paja cubana los protagonistas son los pechos y el pene pero, ¿por qué no utilizar tu boca? Según la posición que adoptéis esto será más fácil o menos, pero te aseguro que si mientras él está moviéndose entre tus pechos usas tu lengua y tus labios para estimularle, se derretirá.
6. Acabar
Cuando se acerque el momento tendréis que decidir cómo acabar. Las buenas pajas siempre pueden dar lugar a la penetración pero, si quieres hacerle llegar, también podéis jugar un poco. Es importante que tú te sientas cómoda por lo que, si te excita y te gusta, puedes hacerle acabar entre tus pechos, en tu boca o en tu cara. Esta posición es ideal para estos finales. También puedes hacerle eyacular en otras partes de tu cuerpo si lo prefieres. La clave, como en todos los pasos anteriores, es que los dos disfrutéis y estéis de acuerdo en lo que estáis haciendo.