Tal vez pienses que eso de utilizar juguetes sexuales está reservado para la intimidad de tu habitación, quizás cuando estás sola y te apetece disfrutar un poco con tu cuerpo, pero lo cierto es que son fantásticos para darle un poco más de calor a tus relaciones sexuales en pareja. Con ellos podrás tanto aumentar el placer como alargar los preliminares o, como su propio nombre indica, jugar con tu pareja a excitaros mutuamente. Es el momento de dejar la vergüenza atrás y buscar un orgasmo cada vez más intenso. Con este objetivo en mente, aquí te dejamos cinco posiciones para sacarle partido a tus juguetes sexuales.
El misionero
Empezamos con el clásico de los clásicos. La clásica postura de el misionero, en la que él está encima y la chica de bajo es, normalmente, el lugar con el que comienza todo así que, ¿por qué no soltar miedos y dudas siendo también la primera posición que experimentes con tus juguetes sexuales? La idea consiste en estimular el clítoris con un vibrador durante la penetración. También se puede utilizar un anillo vibrador o geles estimulantes, claro, pero nosotros nos decantamos por el dildo.
La doma
La siguiente opción, comúnmente, estimula mejor el punto g de la mujer. Aquí el hombre está sentado y la mujer se coloca sobre sus caderas, dándole la espalda. Normalmente la penetración será más profunda así que, para darle un poco más de gracia al asunto, solo tienes que jugar con tu vibrador en torno a tu clítoris. Esa vibración puede alcanzar (o se puede buscar que llegue) a los testículos del hombre, haciendo que él también reciba más estímulos y, por tanto, más placer.
El sometido
Esta postura también es de las que favorecen una mayor penetración, lo que te ayudará a llegar al orgasmo con más facilidad. Aquí el hombre se tumba y la mujer se coloca encima de las caderas, dándole la espalda, y teniendo un control absoluto del ritmo. A la hora de introducir los juguetes sexuales, un primer nivel sería jugar con tu vibrador y tu clítoris (¿y sus testículos?), pero, si quieres aún más placer, puedes pedirle que él utilice el vibrador o tal vez unas bolas tailandesas para estimular también el ano. Eso sí, nunca se debe olvidar que los juguetes no pueden ir de una zona a otra sin limpiarse.
La cowgirl
Otra de las clásicas pero efectivas. Ideal para que los dos alcancen el orgasmo, aquí el hombre está tumbado y la mujer se coloca encima, sentada, pero mirándolo a él. ¿Qué puedes hacer para darle un giro a esta postura? Si bien tienes la opción de utilizar el clásico dildo para estimular tu clítoris, también existe la posibilidad de utilizar unos pequeños vibradores que tienen un doble cabezal y que se colocan entre la vagina y el clítoris. El control de la vibración se hace en remoto y, si se quiere jugar, puedes dejar que sea él quien controle el ritmo del vibrador (ya que tú controlarás el de la penetración).
El perrito
¿Quién no conoce esta postura? La mujer está sobre cuatro puntos de apoyo y el hombre se coloca detrás, penetrándola. Esta posición, normalmente, confía más en la profundidad de la penetración que en cualquier otro factor, y puede hacer complicado que estimules tu clítoris. Pero, ¿y si introducimos este pequeño vibrador del que te hablábamos en la postura anterior? Así podrás estimular el clítoris durante la penetración y, además, estimularlo a él ya que la penetración será más apretada y por tanto más placentera.