Francia dio un paso al frente al anunciar el mes pasado su intención de regular la asistencia sexual para personas con diversidad funcional, muy por detrás de Suiza, el único país europeo en tener una legislación para este tipo de servicio. Sin embargo, la figura del asistente sexual no deja de ser polémica a pesar de que son muchos los activistas y ONG que la promueven desde la intimidad, el cariño, el respeto y la inclusión. ¿De qué se trata y cuál es el estatus de esta figura en España?
La sexualidad y el afecto son necesidades inherentes al ser humano, incluso cuando el cuerpo ha sufrido y no responde de la misma manera a los estímulos externos. La terapia de asistencia sexual consiste en brindar asistencia sexual y emocional a personas con diversidad funcional, con la intención de dar salida a una serie de necesidades físicas, emocionales y sensitivas que no pueden ni deben serles negadas. La terapia sexual también busca, de manera natural, dar visibilidad a este tema y generar una discusión sobre cómo legislar desde el respeto hacia los derechos sexuales de las personas con diversidad funcional.
¿Qué es un asistente sexual para discapacitados?
Un asistente sexual es un trabajador social que presta servicios de acompañamiento a personas con diversidad funcional, con el fin de guiarlos hacia encuentros íntimos donde puedan dar salida a sus impulsos sexuales y a su necesidad de empatía, complicidad y afecto. Los asistentes sexuales suelen formarse previamente en el ámbito social, especialmente con personas con diferentes grados y tipos de discapacidad.
La asistencia sexual es una labor social por la que se cobra lo que se paute previamente entre la persona interesada y el asistente. El objetivo principal es hacerlos sentir cómodos para explorar su sexualidad a pesar de que sus cuerpos tengan problemas de movilidad, sondas, expulsión no controlada de líquidos o que sean más propensos a crear imprevistos durante la experiencia. Y, más allá de eso, el asistente sexual es una persona capaz de dar cariño y afecto a este tipo de personas que también lo necesitan.
Es importante señalar la diferencia entre un asistente sexual y una persona que ejerce la prostitución. Además de proveer un servicio basado en la intimidad, el cariño y la confianza, un asistente sexual se distancia de la prostitución por dos razones: primero, porque es un servicio que no suele tener coste alguno y porque muchos de los encuentros no son sexuales sino meramente cariñosos (conversaciones íntimas, abrazos, mimos).
¿En qué consiste una terapia de asistencia sexual?
Una vez hecha la solicitud de la persona interesada a la organización que ofrece este tipo de terapia, se pauta una entrevista de 20 minutos aproximadamente donde se explica en qué consiste el procedimiento, se aclaran dudas, se ajustan expectativas y se evalúa si es viable o no continuar el proceso de asistencia sexual. En caso afirmativo, la organización se encarga de asignar al asistente con el perfil más adecuado para la persona que solicita el servicio.
¿La asistencia sexual está regulada en España?
En 2010, la Ley sobre Discapacidad reconoció plenamente los derechos sexuales del colectivo discapacitado, pero dejó fuera el planteamiento y desarrollo de una ley que integrara la asistencia sexual a ese sistema de derechos sexuales, por lo que opera en un marco de alegalidad, es decir, que no es completamente ilegal en tanto no haya una ley que lo prohíba explícitamente.
Tanto en España como en la mayor parte de Europa, la figura de asistente sexual sigue siendo controvertida a pesar de que, en el caso español, la necesidad ha terminado imponiéndose como ha quedado evidenciado con la aparición de los primeros centros especializados en ofrecer este tipo de terapia.
Otros países europeos como Bélgica, Holanda y Dinamarca viven escenarios parecidos al español, y el servicio de asistencia sexual opera en un marco de alegalidad. Francia ha abordado el debate abiertamente con la idea de regularlo mientras que Suiza es el único país europeo donde está completamente legalizado y cuenta incluso con subvenciones públicas.
