En realidad, flirtear es un concepto muy vinculado a la infidelidad. Es obvio que, para que se produzca una infidelidad, es necesario que exista un flirteo previo. Salvo que una persona sea tan cotizada, a nivel de atracción (generalmente, sexual o física, como algunos/as modelos que podemos imaginarnos), que no haga falta ni que se produzca un flirteo o ligoteo antes de consumarse la infidelidad.
Por lo tanto, en este texto hemos de dar una mayor importancia a todo el proceso relacionado con flirtear y dejar las infidelidades en segundo plano. Y es que flirtear tiene unas bases similares, en cualquier época y lugar. Las infidelidades, por su parte, también tienen algunas características comunes, pero sus causas y consecuencias (es decir, lo que acaba originando un posible flirteo relacionado con ellas) son numerosas y diversas, además de tener asociados unos orígenes o conclusiones más complejos que los flirteos.
En resumen, flirtear es una de las acciones más viejas llevadas a cabo por mujeres y hombres, puesto que los sentimientos de atracción existen desde tiempos inmemoriales. Las infidelidades, por otro lado, pueden implicar flirteos, pero son procesos secundarios, ya que, en primer lugar, se tiene que haber gestado una relación previa que introduzca la posterior cuestión de la fidelidad rota por uno de los miembros de la pareja. La infidelidad, por lo tanto, implica unas concepciones morales (pese a que aquí somos muy liberales y no te vamos a dar la vara con estas letanías) que, en un principio, no están presentes en los flirteos.
Flirtear es todo un arte
Efectivamente, flirtear es una de las acciones que más ha repetido el ser humano desde la noche de los tiempos. Las formas del flirteo han cambiado durante los siglos transcurridos. No lo podemos negar. De hecho, las maneras de ligar también son diferentes según culturas. Sin embargo, hay un trasfondo común en los flirteos que no cambia ni en el espacio ni en el tiempo. Se trata de la atracción entre dos personas. De hecho, también diríamos que, para considerar que un flirteo se está produciendo, tiene que haber una mínima interacción entre las personas. Es decir, sería necesario que existiera algún tipo de respuesta más o menos positiva. De lo contrario, es posible que fuera más acertado identificar estas situaciones como flirteos fallidos o meras intentonas.
Por lo tanto, ten claro siempre que flirtear es cosa de dos y que de nada sirve pensar que estás flirteando si no hay capacidad para que la persona objeto del flirteo se sienta un poco atraída. En este caso, podríamos decir que no habría ni comunicación. Y esto vale tanto para hombres como para mujeres.
Y, como te decíamos en el encabezamiento, esto de flirtear es todo un arte. Podemos decir, alto y claro, que quien flirtea nace y se hace. Es decir, todos tenemos capacidad para flirtear pero, a su vez, hemos que entrenar esta habilidad con la práctica, eso además de tener algunas condiciones físicas y mentales que nos pueden predisponer positiva o negativamente, nos convertirá, en principio, en mejores conquistadores.
No dudes de que practicar es positivo para perfeccionar tu arte de flirtear. Si no practicas, es como si tu habilidad se convirtiera en una especie de coche aparcado durante meses en un garaje, sin uso. Tus técnicas podrían atrofiarse, así que lo mejor, para flirtear en condiciones, es ponerse uno mismo a prueba y lanzarse al ruedo.
Con algunas precauciones mínimas y naturales pero, en principio, sin complejos ni temores, como decía la canción de Melendi.
Algunos consejos para flirtear como un crack
A continuación, te vamos a dar unas cuantas recomendaciones para que te conviertas en todo un crack del flirteo. Seguro que ya tienes en cuenta algunas de ellas, pero nunca está de más recordarlas y, sobre todo, ponerlas en práctica.
- En primer lugar, hemos de señalar que una condición esencial, para que el flirteo dé resultados, es encarar estas situaciones con una mentalidad abierta y optimista. El convencimiento es fundamental para lograr resultados satisfactorios. Por lo tanto, una actitud positiva se notará también incluso en el físico. De manera que si te presentas a la cita con esa buena predisposición, ten claro que también lucirás más apuesto. En este sentido, la sonrisa es básica, ya que funciona como una especie de carta de presentación de nuestras intenciones.
- De todas maneras, sabes también que los flirteos se basan en una serie de códigos propios, que irás aprendiendo a controlar con la práctica. Ya te imaginarás que nadie nace enseñado. En los flirteos, por otra parte, no has de pasarte de frenada. Nos explicamos. El flirteo tiene mucho de insinuación y avances paso a paso. Por consiguiente, no te conviene mostrar tus cartas demasiado pronto y hacerlo demasiado evidente, ya que dará impresión de improvisación, imprevisión y precipitación. El cortejo se ha de desarrollar a base de pequeños golpes de efecto, con los que, poco a poco, vas ganando una mayor atracción de tu pareja. Da por hecho que, si lo haces bien y no te pasas de brusco, la persona que te interesa seguirá teniendo claro que quieres algo más que su amistad.
- A la hora de coquetear has de intentar sacar a relucir tus mayores virtudes y tapar, en la medida de lo posible, los defectos que puedas tener. Por lo tanto, has de sacar, sin que parezca forzado, tu arsenal de recursos para halagar a la otra persona y que quede natural, ya que, de hecho, has de ser natural. En caso contrario, el flirteo tampoco tendría mucho sentido. Los cumplidos, en este aspecto, son importantes.
- Además, has de intentar controlar y dominar los tiempos de la relación de flirteo. Intenta llevar las conversaciones a tu terreno y conseguir avances que te den seguridad, como, por ejemplo, que te pasen el número de teléfono. En ningún caso, por otra parte, has de desviar tu atención y ponerte a flirtear con otras personas. Eso sería un error imperdonable. Y si, por cualquier causa, el flirteo no llega a buen puerto, no olvides que el respeto es básico y no hace falta tampoco romper la relación de manera brusca. Pero esto no tiene por qué pasar si sigues nuestros consejos para flirtear con éxito.