¿Quién no se ha sentido alguna vez irresistiblemente atraído por alguien que no puede tener? Las razones son infinitas: la distancia, la amistad, el trabajo, los novios… o tan solo porque ninguno de los dos desea terminar con ese coqueteo infinito. No importa el motivo lo mejor es la tensión sexual por resolver que no se sabe si se resolverá algún día.
1. Contacto visual por todas partes
Si quieres averiguar si la tensión sexual es mutua este es uno de los signos que has de tener más en cuenta. El contacto visual no es unidireccional, la otra persona también te ha de devolver la mirada. Si os devoráis con la mirada sin importar el momento ni la situación es que los dos os deseáis muchísimo y sentís una conexión especial el uno por el otro. Fíjate si cuando hace una broma te mira para ver cómo reaccionas.
2. Te pones nervioso
Cuando nos sentimos atraídos por alguien nuestro corazón se acelera y nuestro pulso se dispara. Nos ponemos nerviosos sin saber qué decir o qué hacer. Tartamudeamos o nos volvemos un poco más torpes de lo habitual. Si sientes que la otra persona también se pone nerviosa o se tensa un poco en tu presencia es que muy indiferente no le resultas.
3. Como imanes
Hagáis lo que hagáis siempre termináis el uno al lado del otro. No importa si estáis en un gran grupo de amigos, inconscientemente os iréis acercando el uno al otro porque aunque vosotros no lo admitáis, vuestros cuerpos se buscan y se desean. No se trata de una casualidad, la tensión sexual que hay entre vosotros os atrae como un magnetismo.
4. Le miras desde el otro lado de la habitación
Si más de una vez te has quedado mirando a esa persona desde la otra punta de la habitación y también le has pillado mirándote a ti no necesitas más pruebas. Este es uno de los signos más grandes de tensión sexual. Cuando no podéis dejar de miraros es que está bastante claro que os deseáis.
5. Siempre hacéis alguna broma sexual
No sabéis cómo lo hacéis pero de una manera u otra siempre termináis hablando de sexo. Que si prefieres esta postura o esta otra, que si has probado algún juguete sexual… y, la más común de todas, las bromas con doble sentido. Esas bromas inocentes que no vienen a cuento pero que se pueden interpretar con el carácter sexual, y vosotros siempre lo hacéis así.
6. Vuestros cuerpos lo dicen todo
Cuando sentimos una fuerte atracción sexual por otra persona no es fácil ocultarlo. Los hombres y las mujeres tenemos modos diferentes de manifestar nuestra atracción pero al final, nuestros cuerpos terminan diciendo lo que nosotros ocultamos. Si una mujer juega con su pelo, se toca y acaricia alguna parte de su cuerpo o se muerde el labio es porque se siente atraída. Mientras que los hombres se acercan más a ella para compartir su espacio, hablan en un tono de voz más bajo y te miran fijamente.
e su cuerpo o se muerde el labio es porque se siente atraída. Mientras que los hombres se acercan más a ella para compartir su espacio, hablan en un tono de voz más bajo y te miran fijamente.
7. Sonreís sin motivo
La sonrisa tonta de oreja a oreja es otro de los signos más claros de que hay tensión sexual. La sonrisa coqueta es nuestra respuesta natural cuando deseamos a alguien a nuestro alrededor. Por supuesto, la tensión sexual no resuelta también se puede manifestar con muchos otros signos. Entre ellos es muy común esa relación de amor-odio donde se trata de tapar la tensión sexual con hostilidad. Aquello que dicen sobre que los que se pelean se desean no siempre está tan desencaminado.